Candidatos independientes, ¿experimento fallido?
¬ Augusto Corro lunes 12, Feb 2018Punto por punto
Augusto Corro
Terminó la precampaña electoral y tres precandidatos presidenciales independientes se encuentran en condiciones de aparecer en la boleta electoral. Sus posibilidades de ganar son nulas. Participarán en la contienda electoral con la idea de que fue un sueño el intento de alcanzar la victoria.
Para empezar, los aspirantes presidenciales llegaron divididos. Alguien los aconsejó mal. El tirar cada quien por su lado en nada los beneficiará. Los votos se repartirán y otros serán los beneficiados.
La idea de abrir las elecciones a los candidatos independientes se antojaba imposible de llevar a cabo. Tras varios años de lucha política se logró que aquellos sin partido político compitieran por un cargo de elección popular.
Como era lógico que ocurriera, la partidocracia se opuso al nuevo juego democrático. Con pretextos e inconformidades aceptó abrir la puerta a los independientes, que aprovecharon la gran oportunidad, pero con resultados pobres.
A la fecha, el mayor logro obtenido por los sin partido es el triunfo en Nuevo León. Ganaron la gubernatura en donde los panista y priistas tienen una fuerza política importante.
El hecho sembró preocupación en los diferentes partidos políticos porque la victoria estatal podría repetirse en el ámbito nacional en las elecciones presidenciales.
Sin embargo, ya vimos que no era tan fácil erigirse en candidato independiente.
Los obstáculos ahí estaban para superarlos: recolección de más de 800 mil firmas en varias entidades, con tiempo limitado, el uso complejo de la tecnología con fines electorales, y lo más complejo la imagen desgastada de los aspirantes a la candidatura presidencial.
Tres de estos precandidatos sin partido cumplieron las exigencias electorales para aparecer en la boleta: el gobernador con licencia de Nuevo Léon, el ex priísta por 33 años, Jaime Rodríguez “El Bronco”; Margarita Zavala, ex panista de toda la vida, esposa del ex presidente Felipe Calderón, y Armando Ríos Piter, ex perredista de la cúpula del poder.
Otros dos aspirantes que se quedaron en el camino: el periodista Pedro Ferriz de Con, sin partido político visible que lo apoye y María de Jesús Patricio Martínez, representante de los pueblos indígenas.
En un principio se esperaba con gran interés la presencia de los independientes en los comicios electorales, como la gran oportunidad para oxigenar a la enfermiza clase política mexicana sumida en el desprestigio y la corrupción.
El escenario estaba preparado para la presentación de los abanderados independientes que sin el apoyo de organizaciones políticas compitieran por cargos políticos. Se desaprovechó la oportunidad y los candidatos sin partido resultaron cartuchos quemados que nada nuevo aportarán a la lucha por poder.
Jaime Rodríguez “El Bronco”, en la gubernatura, no pudo con el problema de la corrupción y su antecesor, Rodrigo Medina, un saqueador del tesoro público, sigue sin pisar la cárcel.
Para no atrasarse en materia de saqueo al erario, el independiente levanta una finca con un costo de 25 millones de pesos, algo parecido a un palacio personal, según los nuevoleoneses, en el municipio de Galeana. “El Bronco” no tenía por qué ser diferente al resto de los personajes del mundo político. La otra candidata independiente, Margarita Zavala de Calderón, en el apellido de su esposo lleva la carga negativa como barrera infranqueable a sus aspiraciones políticas. Le apuesta a la desmemoria de los mexicanos.
Piensa que nadie se acuerda del fallido gobierno de su marido, Felipe Calderón, que decidió declarar la guerra a la delincuencia organizada, con los resultados que todo mundo sabe: miles de muertos, desparecidos, etc. Y el conflicto continúa.
El independiente Armando Ríos Piter solo él sabe su juego. ¿A quién representa? Esto lo sabremos cuando decline a favor de tal o cual candidato, con la idea de alcanzar una recompensa.
La idea de candidatos independientes para cargos populares fue excelente; pero los partidos políticos, todos, se encargaron de evitar su realización. Claro, no aceptarían nunca que personas ajenas les arrebataran sus privilegios, canonjías, beneficios, negocios, fuero, etc.
Son contados los triunfos de algunos candidatos a cargos menores de representación popular, como diputaciones, presidencias municipales, etc. Para las elecciones que serán en julio, el número de aspirantes será mayor, aunque de relativo relieve.
En términos generales, la oportunidad de participar con candidatos independientes es muy compleja debido a los factores que impiden su realización total, pues los intereses de todo tipo la frenarán. Además, si a esto se agregan las imágenes deterioradas de políticos “indeseados”, quemados, los cambios los cambios que exige la democracia nunca se darán.