A cada fraude electoral, EU nos impone sus políticas
Francisco Rodríguez miércoles 7, Feb 2018Índice político
Francisco Rodríguez
Hasta hoy, en el marco de las mal llamadas precampañas, ningún pronunciamiento de los tres candidatos oficiales en cruzada chusca y aburrida ha producido nota. Lisa y monocorde, las justa fabricada para tratar de convencer al electorado de esperar las campañas de a de veras ha logrado el hastío y el fastidio, en todos los sectores, capas sociales, ambientes y vertederos de tinta.
Ningún pronunciamiento sobre los problemas esenciales del país. Los tres precandidatos dan grima, producen una capa espesa de pena ajena, unos por ser precavidos y no molestar a los que se quedaron a la vera del camino, otros porque siempre dicen las mismas ocurrencias, y otro por pringao. Dícese de este último, al que agarraron de pringao quienes no pueden hacer o decir las barbaridades de las que después le echarán la culpa del fracaso en todo lo alto.
La gente se desespera, no tanto porque no advierta la emboscada que prepara el régimen priísta para perpetuarse, aunque sea por un puñado de votos ratoneros, sino porque la inteligencia proverbial del mexicano sabe que a cada fraude electoral gigantesco con presidentillo débil, asoman las fauces del Imperio para jalarlo a su costal.
Es la historia de los últimos cuarenta años. El culto López Portillo, el debilucho De la Madrid, el usurpador Salinas, el traidor Zedillo y Fox, Calderón y Peña Nieto han seguido esa bitácora macabra. La debilidad con la que llegan les ha hecho caer en manos de los gabachos, únicos dispuestos siempre a legitimarlos por la vía de los hechos.
Y los hechos son los que cuentan. Comprados a voluntad del mandamás han vendido y regalado hasta la camiseta tricolor y blanquiazul, que para el caso es la misma. Primero, subastan y entregan al país, después, todos sufrimos las consecuencias forever and ever, decía El Mesías, de Haendel.
Regalan la banca y hete ahí que el mundo se mueve a base de finanzas. ¿Qué hacemos en este planeta?
El lúcido Alfredo Jalife, uno de los pocos analistas que valen la pena, llama a este enjuague el negocio de la política. Es el argumento sólido que explica por qué el mayor usurpador de este país en los últimos dos siglos, Salinas de Gortari, fue llevado a cambiar el modelo de economía mixta, por el envenenado neoliberalismo, que hasta la fecha ni él mismo sabe con qué se come.
El mentado neoliberalismo económico es precisamente el modelo que más se opone a las declaraciones de principios de todos los partidos políticos, desde el PAN, hasta el PRI y el PRD. Y esto es así porque ninguno hubiera podido subsistir si proclamaba la venta del país y el abandono de las actividades de rectoría del Estado, ¿no cree usted?
Máxime cuando los cerebros que inventaron el neoliberalismo y la globalización habían aceptado en todos los tonos y en todo el planeta el fracaso de ese sistema intercontinental. Desde Summers hasta Friedman y Soros, por si quedara alguna duda. El fracaso sirvió para que países sometidos cómo Brasil metieran reversa a tiempo.
Y hoy, el gigante del Amazonas está convertido en la primera potencia agrícola del universo, le pese a quien sea. Adoptaron el sistema de economía mixta que nosotros acabábamos de abandonar para quemarle incienso al chaparrito que se dice de Agualeguas, y de la noche a la mañana triunfaron en el escenario mundial.
Mientras, nosotros, casi los inventores de la economía mixta con nacionalismo revolucionario adjunto, mendigamos a sombrero volteado granos para malcomer en donde se encuentren, pagando precios de oro y comisione$ jugosas para los importadores, la claque de favoritos del sistema. Así es con el maíz, el frijol, el chile, la harina y el arroz. ¿Más mezcla maistro, o le remojo los adobes?
Nosotros, que teníamos uno de los sistemas bancarios, financieros y de pagos que fueron el orgullo de los tercermundistas, regalamos el 95% de la banca nacionalizada a los consorcios angloamericanos e ibéricos y nos quedamos chiflado en la loma, en un planeta dominado por las finanzas. No tenemos ni canicas para jugar.
Salinas de Gortari entregó el comercio internacional a través de la firma del TLCAN, negociando en condiciones desventajosas con una potencia postindustrial, con bilimbiques de un territorio post agrario. Nos dedicamos a enriquecer brutalmente a armadoras de carros, ensambladoras, maquiladoras y agricultores nylon de exportación. Y párele de contar.
Nuestro producto nacional bruto, es decir la suma de todos los esfuerzos de los mexicanos es menor que los de Haití, Zimbabue o San Salvador. En promedio crecemos lo suficiente para morirnos paulatinamente de hambre y para empeñar en la deuda externa hasta los bastones de la abuela y los retratos de los entenados.
A espaldas del Congreso, el otro paniaguado del priísmo, Vicente Fox, firmó el tratado del ASPAN sin saber lo que hacía, como todo lo demás, pero infligió al país una estocada mortal petrolera, financiera, bancaria, comercial, agrícola, de la que ya no podremos reponernos si seguimos jugando con las mismas mulas.
Ni qué decir de las traiciones reiteradas del felón Zedillo o de la sarracina macabra de Calderón y de Peña Nieto que suma la cifra de más de 250 mil civiles ejecutados en medio de una guerra civil que ya la quisiera Siria para dominguear. Ni qué decir de la rapiña absurda a que hemos sido sometidos los mexicanos por estos traidores a la patria.
Ni una coma ni una jota falta para saber por qué los Estados Unidos, siempre tan vigilantes de sus fronteras, jamás investigaron el asesinato de Colosio. Sobran quienes apuestan por un ajusticiamiento imperial por sicarios, para impedir cualquier cambio de modelo del neoliberalismo infamante y usurpador.
Una casta política complicitada con el corporativismo sindical, el cacicazgo regional agrario y urbano, el mediocre empresariado y los cárteles del narcotráfico en todo el territorio nacional, apuntalado por la fuerza de las armas anticonstitucionales y la seguridad ramplona y agachada a las órdenes del exterior, es el resumen de lo que hoy somos.
La ecuación económica y financiera de los partidos oficiales, tricolores y blanquiazules, naranjas o amarillos, es simple y sencillamente la misma, aunque cambien de siglas y postulados, opuestos a lo que en la realidad practican. El resultado es un Estado al servicio de sus verdugos.
Es por ello que la inminente posibilidad del fraude en la elección presidencial es un grito más que cantado. A las toneladas de estiércol que se han vertido en estos meses, le sobrevendrá una represión jamás vista a todas las libertades civiles y a toda propuesta razonable. Eso es lo que nos espera si no salimos a votar el próximo primero de julio.
Es por ello que en esta dichosa precampaña de lástima no ocurre nada, ni un sólo pronunciamiento que valga la pena recordarse. Lo dicho: la política mexicana está diseñada para ser el negocio de los políticos. De nadie más.
Nadie se atreve ni se atreverá a decir lo que usted y yo hemos dado por sentado desde hace muchos años. Y en política, como en el juzgado, el que calla, otorga. Y así, lo único que se espera es un debate televisado donde arrase aquél que pueda pronunciar más de dos palabras seguidas. ¡Qué pobre panorama! Y usted, querido lector y elector, ¿ya está en el negocio de la política? ¿O sí va a ir a votar?
Índice Flamígero: Me dice un experto financiero, comentando la caída del índice Dow Jones del New York Stock Exchange del pasado lunes: “La supuesta volatilidad de los mercados bursátiles es solo un ejemplo de control de precios sobre las acciones cotizantes para robar al inversionista, pero también muestra como a través de los sistemas de cómputo ciberatacados pueden ser, y de hecho lo son, intervenidos en beneficio de quien lo atacó produciendo resultados en apariencia legítimos, pero que no lo son. ¿Será casualidad esta liga entre los mercados y las elecciones que dizque ganó Trump? ¡Por supuesto que no! Los rusos tienen la culpa” Y más adelante agrega: “Por eso, cuando cuentes los votos de una elección, serán exactos. El truco está en el algoritmo de las computadoras. A mí me queda muy claro que quien controla el sistema controla todo y no conozco manera de agarrarlo… ¿o tal vez preguntándole a Eduardo Fernández, quien compró el sistema de nuestra Bolsa? + + + TV Azteca ganó el Super Bowl del domingo más reciente: El partido decisivo de la NFL entre las Águilas de Filadelfia y los Patriotas de Nueva Inglaterra tuvo un ganador en audiencia en México y fue TV Azteca, generando un total de 8.2 puntos de rating por los 5.6 puntos que generó Televisa. Azteca, empresa en la que colaboro, transmitió por el Canal 7 con los comentaristas Enrique Garay, Joaquín Castillo, Pablo de Rubens y Eduardo Ruiz, mientras que Televisa lo hizo por el Canal 5 con Antonio de Valdés, Enrique Burak y José Segarra. De igual forma, se transmitió la edición 52 del Super Bowl se transmitió en televisión restringida por medio de ESPN y Fox Sports de los cuales aún no se cuenta con los niveles de audiencia, pero por naturaleza sus cifras son muy lejanas a la TV abierta. ¡Touchdown!
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