Meade y Arriola, mal asesorados
Ramón Zurita Sahagún miércoles 7, Feb 2018De frente y de perfil
Ramón Zurita Sahagún
Ayer mencionábamos los frentes abiertos en varios estados del país en contra de Morena, pero no como partido político, sino contra su candidato presidencial, ya que los gobernantes de esas entidades mantienen enconos personales o agravios.
Son tres entidades en las que los candidatos de Morena se encuentran bien posicionados, pero que los actuales gobernantes harán todo lo posible por impedir esos triunfos.
Pero si Miguel Ángel Mancera, Miguel Ángel Yunes y José Antonio Gali (también el ex gobernador Rafael Moreno Valle) lucharán con todo para evitar la victoria de los candidatos morenistas, en dos más (Tabasco y Morelos) hay agravios entre los actuales gobernadores y Andrés Manuel López Obrador, mientras que en el tercero (Chiapas), el clima es favorable para el tabasqueño y su partido político.
En Morelos gobierna Graco Ramírez Garrido Abreu, uno de los principales adversarios políticos de AMLO, a pesar de que ambos son paisanos y presidieron el mismo partido.
AMLO fue uno de los baluartes para que Graco ganara el gobierno de Morelos de 2012, donde uno, AMLO, fue candidato presidencial y el otro, Graco Luis, fungió como abanderado al gobierno de Morelos.
El factor “Peje” como algunos le llaman fue determinante para el triunfo del hoy gobernador, quien rompió con su paisano desde que este anunció la conformación de un nuevo partido político, Morena.
Graco ha fustigado desde todos los flancos al que fue dos veces candidato presidencial del PRD y hoy busca la nominación desde las filas de Morena. Avalado además por el PT y PES.
Pero si los obuses de Graco y Andrés Manuel van cargados de veneno, donde se acusan de todo, las cosas se complican más con la adquisición de Cuauhtémoc Blanco Bravo, el candidato seleccionado por Morena para competir por el gobierno de Morelos.
Graco ha intentado hacer de todo en contra del todavía alcalde de Cuernavaca, juicios políticos, denuncias al por mayor, sin éxito alguno.
Las cosas aumentaron de tono, cuando se advirtió que Rodrigo Gayosso Cepeda, hijo de Elena Cepeda, esposa de Graco era empujado por su padrastro a la candidatura del PRD al gobierno del estado.
Entre Cuauhtémoc y Rodrigo existe una gran animadversión, motivada por la disputa por el mismo espacio político, donde el segundo es respaldado por el gobernador del estado.
Peor se pone el panorama para Graco, cuando los primeros signos de preferencias políticas de los electores hacen favorito al candidato de Morena, PES y PT, por sobre los otros contendientes, pero especialmente sobre el del PRD al que sitúan hasta el tercero o cuarto lugar.
De ahí que desde el gobierno estatal se procurará que si el candidato del PRD no cuenta con el suficiente respaldo ciudadano, se buscarán las rutas para frenar un posible triunfo de Cuauhtémoc Blanco Bravo.
Las advertencias son muchas, tanto de AMLO como de Blanco Bravo sobre probables investigaciones sobre el uso de recursos públicos en Morelos.
Si gana el ex futbolista, Graco sabe que su ruta se encuentra marcada por las que siguieron los Duarte y Borge.
Tabasco representa uno de los principales reductos de AMLO, donde no logró ganar como candidato al gobierno del estado en dos ocasiones, pero que el par de ocasiones en que se presentó como candidato presidencial, simplemente arrasó.
El estado está gobernado por Arturo Núñez Jiménez, quien ganó con las siglas del PRD, en donde también operó en su favor el efecto “Peje”, candidato presidencial.
Andrés y Arturo eran buenos compañeros de partido y de ideas (tanto que Néstor, hijo de Arturo es diputado local en CDMX de Morena), hasta que vino el rompimiento y el alejamiento de ambos. Los duelos verbales han sido muchos y el distanciamiento es real, por lo que la disputa por el gobierno estatal está rojo encendido.
Es tan complicado el asunto electoral, que Arturo prefirió hacer de lado a sus prospectos a candidatos y optó por respaldar al mejor posicionado, aunque no pertenezca a su grupo.
La disputa por el triunfo se dará solamente entre los abanderados de Morena, Adán Augusto López y Gerardo Gaudiano Rovirosa, quien es yerno de José Ramón Martell, uno de los cercanos asesores del candidato presidencial del PRI, José Antonio Meade.
Aunque las cosas no llegan al extremo de los enfrentamientos de AMLO con Yunes Linares o Ramírez Garrido, en Tabasco se buscará evitar la victoria el candidato de Morena, quien a pesar de que va arriba en las encuestas tiene muchos negativos en su contra.
Chiapas es un estado donde Andrés Manuel López Obrador ha sido bien recibido desde siempre y la selección de su candidato a gobernador, Rutilio Cruz Escandón, pareció adecuada.
Mientras priistas y verdes se encuentran enfrentados por definir al candidato a gobernador, Rutilio avanza, con la venía del gobernador Manuel Velasco Coello, con quien fungió como presidente del Tribunal Superior de Justicia. Velasco Coello es militante del Partido Verde, pero no está lejano de AMLO y mucho menos peleado con él, como sucede en otros gobernantes.
Chiapas parece ser una opción más sencilla para el triunfo de Morena, pero además de eso, las condiciones de Chiapas pueden influenciar al electorado de Tabasco, ya que Rutilio y Adán Augusto, candidatos de Morena en Chiapas y Tabasco, son cuñados.
El panorama de Morejna en los estados donde tiene presencia se enrarece por la rivalidad entre el candidato presidencial y los gobernadores.
En los restantes tres estados, Jalisco, Yucatán y Guanajuato, no hay encono de los gobernadores hacia AMLO o su partido, pero tampoco posibilidades de triunfo de los candidatos que postula.