¿Ganó Corral?
Ramón Zurita Sahagún lunes 5, Feb 2018De frente y de perfil
Ramón Zurita Sahagún
Para qué tanto brinco estando el suelo tan parejo, reza el viejo dicho aplicable a la disputa entre el gobierno federal y el de Chihuahua donde se encontraban en pugna recursos fiscales.
El escándalo surgió porque el gobierno federal se negó a entregar cerca de 800 millones de pesos de una partida destinada al norteño estado, luego de que el gobierno de Chihuahua denunció que una fuerte cantidad fue entregada a operadores del PRI, para financiar campañas en 2016.
La versión negada por las autoridades federales llevó a llenar de improperios al gobernador Javier Corral, quien exigía le entregaran los recursos y además se actuara en contra del ex gobernador César Duarte Jáquez prófugo de la justicia.
Se soltaron versiones de uno y otro lado, donde se expuso que el gobernador de Chihuahua usaba argumentos falsos, para desviar la atención de lo que sucedía en su estado, mal gobernado y con un gran crecimiento de la violencia.
Muchos gobernadores estatales se hicieron de lado en este pleito, preocupados por la presentación de una situación similar en sus regiones y otros más salieron en defensa de la federación, aclarando que cumplía en tiempo y forma.
El pleito por esos dineros y la detención de uno de los operadores priístas que estaba en Chihuahua (Alejandro Gutiérrez), debilitaba la figura del por si endeble candidato priísta, José Antonio (Pepe Mid) Meade, ya que el dinero enviado, supuestamente, a las campañas del PRI contó, supuestamente, con su aprobación.
El candidato “Pepe Mid” se encartó en el tema y denunció que el ex colaborador de Manlio Fabio Beltrones (Gutiérrez) sufría de torturas en prisión y buscó la foto con el sonorense para mostrar que se encontraba de su lado y defendería a su ex subalterno.
La situación del enfrentamiento entre el gobernador Javier Corral y la federación tomaba rumbos variados, mientras el mandatario anunciaba una caravana hacia la CDMX, la que, finalmente, llegó a la capital del país.
Se abrieron varios frentes y en todos salía perjudicado el candidato presidencial del PRI.
Por un lado se mencionaba que los recursos destinados para las campañas del PRI tenían su aval.
Del otro lado, el detenido (Gutiérrez) era un cercano colaborador de Manlio Fabio Beltrones, uno de los santones del partido tricolor, quien estaba sumamente molesto por esta acción.
Los obuses en contra de Corral no funcionaban y la marcha salida de Chihuahua avanzaba y se acercaba a la CDMX.Pepe “Mid” aprovechó su visita a Sonora, para tomarse la foto con Manlio, se negoció la candidatura al Senado de Sylvana Beltrones (su hija) y se festinó el apoyo de Manlio, al que algunos veían acercarse peligrosamente a AMLO.
Sin embargo, Manlio seguía molesto había tenido que hacer algo que jamás soñó, ampararse contra una posible acción judicial en su contra por el uso de esos recursos que habían llevado a la cárcel a su colaborador.
El priísta jamás había tenido que recurrir a ese recurso legal (del amparo) con todo y versiones de todo tipo en las que se señalaba como posible indiciado por la versión de que había sido el primero en interrogar a Mario Aburto sobre las razones que lo llevaron a asesinar a Luis Donaldo Colosio.
Tampoco lo hizo cuando fue imputado, una y otra vez, sobre la eventualidad de que estuviese ligado a la delincuencia organizada.
Mientras el tema se encontraba en boga, Alejandro Gutiérrez se quejaba una y otra vez de mal trato en prisión, de ser torturado, por lo que sus abogados pidieron su traslado a una cárcel federal.
Otro personaje fue metido en la trama, el nuevo secretario de Gobernación, Alfonso Navarrete, quien inició las conversaciones con el gobernador Corral y finalmente, después de algunos diálogos, anunció la entrega de 900 millones de pesos al gobierno de Chihuahua, al tiempo que se autorizaba el traslado de Alejandro Gutiérrez de una prisión estatal a una cárcel federal y se establecía el compromiso de acelerar los protocolos para la detención del prófugo ex gobernador César Duarte Jáquez.
Finalmente la solución que se le dio al tema mostró que la razón le correspondía al gobernador de Chihuahua y que se hubiesen podido evitar tanto dimes y diretes, exhibiendo el tipo de negociaciones que hace el gobierno federal y dejando tantos lastimados en el camino.
Es cierto que Manlio juró amor eterno a su partido y que no hará (cuando menos públicamente) expresiones de respaldo a otro de los contendientes, pero también lo es que su ego quedó lastimado, sabedor que los nuevos aires priístas no lo consideran ni a él, ni a su entrañable amigo, Emilio Gamboa, entre los planes a futuro.
Pepe “Mid” recibió varios rozones en esta pugna y lo mostraron como un desconocedor de lo que sucedía en su entorno, tanto en su paso por la secretaría de Desarrollo Social, como en la de Hacienda y Crédito Público.
El resultado de este encuentro entre el gobierno federal priísta y el gobernador panista fue desgastante y no deja bien parado al primero, mostrando que todo se puede hacer desde las instancias del poder, con tal de doblar al adversario.
Atentan contra otro candidato
La violencia sigue relacionándose peligrosamente con los comicios del presente año.
Son varios los estados en que se han presentado atentados contra candidatos a diversos cargos de elección popular, siendo el resultado trágico en varias de esas ocasiones.
Ahora tocó el turno al Estado de México, donde el priísta Francisco Rojas, candidato a la alcaldía de Cuautitlán Izcalli y su cuñada fueron baleados.