Justin Timberlake decepciona en el Super Bowl LII
Espectáculos lunes 5, Feb 2018- El cantante fue parte del show de medio tiempo entre los Patriots vs Eagles, bajo un espectáculo de luces y decenas de bailarines y músicos, pero dejando mucho qué desear entre los espectadores
Timberlake, que lanzara su nuevo disco “Man of the Woods” el pasado 2 de febrero, protagonizó una actuación muy floja, en la que el baile fue uno de los principales ingredientes.
Catorce años después de su polémica actuación con Janet Jackson, Justin Timberlake ha vuelto a actuar en el Super Bowl.
Justin Timberlake actuó por tercera vez en el descanso del mayor evento deportivo del año en Estados Unidos. El cantante estadounidense, que lanzara su nuevo disco “Man of the Woods” el pasado 2 de febrero, protagonizó una actuación muy floja en la que el baile fue uno de los principales ingredientes; sin embargo, decepcionó a la mayoría de los asistentes y espectadores del Super Bowl LII.
En menos de 10 minutos, el cantante puso todos sus hits en el asador, para asegurar una actuación animada, bailable. Sin embargo, Timberlake mostró al público en más de una ocasión los problemas para mantener el tono de su voz.
Justin Timberlake actuó por tercera vez en el descanso del mayor evento deportivo del año en Estados Unidos.
Fue “Cry me a River” su apuesta por demostrar lo contrario y, de paso, para poner de pie y hacer bailar al público.
Justin se aventuró a caminar por el terreno de juego, rodeado de una interminable banda para terminar sentado frente a un piano.
Por otra parte, pese a que la familia de Prince negó las noticias de que el holograma del fallecido cantante aparecería durante el espectáculo de medio tiempo del Super Bowl, lo hizo.
Calmado, con su voz y piano, Timberlake comenzó a entonar, mientras que una enorme tela blanca caía a su espalda. En ella, un holograma inmenso de Michael Jackson.
Timberlake hiló canción tras canción, para culminar con la que podemos decir que es la mejor. Terminó su show, mientras sonaba “Can’t Stop the Feeling” y las pulseras que habían repartido a los asistentes iluminaron el US Bank Stadium de Minneapolis
