Siguen siendo rémoras
Ramón Zurita Sahagún viernes 2, Feb 2018De frente y de perfil
Ramón Zurita Sahagún
Los partidos minoritarios o chiquillada como los bautizaron los panistas, en su mayoría, siguen siendo lastres para la democracia mexicana.
Se trata de organizaciones que, en la actualidad, pueden ser la diferencia entre ganar o perder un cargo de elección popular, por lo que encarecen sus servicios hasta lo máximo, dejando en claro su ambición y oportunismo.
El uso que le dan a sus respaldos y alianzas a los tres partidos considerados dentro de la primera línea de atracción electoral, deja en claro que ni siquiera les interesa su supervivencia como partidos, sino el obtener los mayores espacios posibles, los que se concentran entre sus miembros de élite.
Son partidos que fueron creados a voluntad de sus dirigentes, los que se convirtieron en propietarios y franqucitarios de esas siglas, eternizándose en sus cargos de dirigencia.
Tres de esos creados a finales del siglo pasado y otro fundado a inicios del presente, son la clara muestra del manejo faccioso que dan a sus respaldos a los tres candidatos presidenciales que, se supone, disputarán la Presidencia de la República.
El Partido Verde y Nueva Alianza optaron por sumarse al candidato presidencial del PRI, José Antonio Meade Kuribreña (Pepe Mid), pero se reservaron varios estados en los que competirán solos o en alianza con los partidos que disputan la carrera presidencial al PRI.
PANAL y Verde, decidieron hacerlo de esa forma, para negociar en mejores condiciones, subiendo sus peticiones y el costo de su respaldo.
En Puebla, Nueva Alianza y Verde no van en alianza con el candidato a gobernador del PRI, Enrique Doger Guerrero, quien intenta convencerlos para ello, considerando que los cuatro o cinco puntos que le otorgarían esos partidos, podría ser la diferencia entre ganar y perder, ya que se trata de una competencia de tercios, con Morena y la alianza por Puebla que lidera el PAN.
La candidata priísta en Tabasco, Georgina Trujillo Zentella, recibió un rotundo no del Verde y Panal e irá sola en su propósito de ganar los comicios del primero de julio.
En la CDMX, el candidato externo del PRI, Mikel Arriola espera contar con el respaldo del Verde, el que encareció su respaldo y busca una negociación ventajosa.
Chiapas es un batidillo con los verdes y el PRI trabados en una fiera disputa por la candidatura al gobierno estatal.
Y es que después de lo sucedido en el Estado de México, donde el respaldo del Partido Verde, Nueva Alianza y hasta Encuentro Social, al candidato del PRI, Alfredo del Mazo Maza, fue la diferencia entre el triunfo y la derrota, los tres partidos mencionados no quedaron conformes.
Encuentro Social prefirió ya no negociar con el PRI y se alió con Morena y el PT. Panal y Verde quedaron sumamente dolidos, ante el desprecio de que fueron objeto por parte del gobierno de Del Mazo Maza, tanto que decidieron no hacer alianza en lo local con el PRI mexiquense.
El costo subió considerablemente, por saber que la diferencia en votos la pueden proporcionar ellos.
Los partidos de la “chiquillada” se han convertido en verdaderos cotos de poder de los que se consideran sus propietarios y es que tres de ellos, el PT, Verde y Movimiento Ciudadano son controlados por sus fundadores, que se eternizan en la dirigencia nacional y solamente ante los requerimientos de las autoridades electorales dejan la dirigencia nacional, ponen un sustituto controlados y ellos continúan manipulando.
Así sucede con Alberto Anaya, dueño de los destinos del Partido del Trabajo y beneficiario directo, él o su familia de programas sociales y cargos de elección popular.
Dante Delgado es visto como dueño sempiterno de Movimiento Ciudadano, un partido que solamente va en alianza con un organismo electoral con mayor presencia. Tiene casi seguro el triunfo de su candidato en Jalisco, Enrique Alfaro y este rechazó la alianza en la que participa su partido a nivel federal.
En el Verde continúa ordenando Jorge Emilio González Martínez, con todo y que no preside ya en el partido, pero si controla las alianzas desde su refugio caribeño. Da y quita, de acuerdo a sus intereses y obtiene grandes canonjías. Hijo del fundador del partido, quien se lo heredó, Jorge Emilio es el primero beneficiario de los cargos de elección popular. Como el PANAL, los verdes encarecieron sus servicios y estiran la liga hasta lo máximo, aunque son más flexibles que el partido fundado por Elba Esther Gordillo.
Los del Panal, mantienen sus cotos, sabedores de que cuentan con un gran material necesario para una elección, los maestros que pueden actuar como vigilantes de los comicios, aunque finalmente no produzcan tantos votos.
Finalmente el Partido de la Revolución Democrática está cayendo en la espiral de los partidos pequeños, perdiendo grandes espacios, por lo que hoy tuvo que buscar aliarse con un hermano mayor, el PAN, cuyo candidato presidencial respaldan, a cambio de una serie de candidaturas en los sitios en los que mantienen presencia.
Para los perredista esta es una elección sumamente especial, por considerarse que sus bonos van a la baja y que si antes eran la cabeza de las alianzas entre los partidos de izquierda, hoy se han visto desplazados por el crecimiento de Morena.
Jorge Meade a Morelos
Finalmente el PRI se decantó por Jorge Meade, delegado de Sedesol en Morelos como su candidato al gobierno estatal.
En esta entidad, los priístas podrán entrar con su candidato a la disputa, considerando el desastre de gobierno de Graco, Luis Ramírez y que el voto será sumamente pulverizado.
Meade enfrentará en las urnas a Cuauhtémoc Blanco, avalado por Morena, Rodrigo Gayosso, por el PRD, Alejandro Vera, Partido Humanista y el candidato que proponga el PAN, entre otros.