Las elecciones
¬ Augusto Corro miércoles 31, Ene 2018Punto por punto
Augusto Corro
El próximo 30 de marzo empezará el periodo oficial de campañas con propuestas y debates de los candidatos a la Presidencia de la República.
A partir de esa fecha conoceremos, espero, los proyectos reales de gobierno que nos hablen de los problemas que vive México y de sus posibles soluciones.
Será interesante saber cómo las nuevas autoridades enfrentarán las plagas que tienen atemorizadas, aterrorizadas a la sociedad mexicana.
Hablamos de la violencia, corrupción, impunidad y pobreza. Jinetes apocalípticos que llegaron, quien sabe desde cuándo, y amenazan con perpetuarse. En el presente sólo oímos pronunciamientos políticos que nada ofrecen para la erradicación de los males que nos aquejan. La sociedad cada vez resulta más agraviada con las agresiones de la delincuencia organizada.
En la precampaña política, que más bien es campaña formal, los precandidatos prefieren no tratar los temas complejos relacionados con la violencia, que incluye una delincuencia desatada, como nunca.
Esa violencia acompañada de la impunidad que protege a los delincuentes en todos los sectores de la sociedad. Ya no es una novedad ver en la cárcel a un ex gobernador al lado de un criminal o de un narcomenudista.
La delincuencia organizada no distingue niveles, ni estratos sociales. ¿Qué hará el nuevo gobernante para acabar con el delito de peculado? ¿Serán convincentes sus promesas, propuestas, etc.?
El tema de la corrupción estará presente en el próximo gobierno con la exigencia de erradicarla lo más pronto posible. ¿Se podrá? Los corruptos se multiplicaron en los últimos sexenios con la complicidad de las autoridades de los tres niveles: municipal, estatal y federal.
Otro problema es el de la pobreza. Cada año aumenta el número de persona que no tienen ni para comer. Son millones que sólo aparecen cuando la tragedia los alcanza como ocurrió en los pueblos de Oaxaca y Chiapas azotados por el terremoto. Seguro que usted escuchó hasta el cansancio los spots de los políticos de los diferentes partidos políticos que se venden como producto de innumerables beneficios.
Sin embargo, no transparentan que parte del esfuerzo titánico les corresponde para regresar la seguridad y la justicia al pueblo mexicano.
Ahora, los spots representan un gasto sin sentido. Quizás sirven para conocer a los líderes políticos pero no lo que ofrecen en caso de llegar al poder.
Los partidos políticos tendrán que renovarse o morir. Presenciamos como, ante su posible desaparición del mapa electoral, organizaciones políticas como el Partido de la Revolución Democrática, de izquierda, tuvo que aliarse con el PAN, de derecha, como un intento para mantenerse con vida.
Esos dos partidos se encuentran afectados por un divisionismo interno que los llevará a su desaparición. ¿Qué ofrecerán estos institutos políticos para mejorar las condiciones de vida de los mexicanos?
Acción Nacional estuvo dos sexenios en el poder y sus resultados fueron desastrosos. Vicente Fox desperdició su capital político en vanidades. Felipe Calderón Hinojosa se encargó de desatar la guerra contra el crimen organizado, con las repercusiones de miles de muertos, desaparecidos, etc., que en el gobierno actual encontró el terreno abonado pes creció el número de muertos y desaparecidos, con la aparición de más tumbas clandestinas, con innumerables restos humanos.
En las encuestas, quien encabeza las preferencias electorales es el dueño de Morena, Andrés Manuel López Obrador; en segundo lugar, Ricardo Anaya, de Por México al Frente, ese bodrio de coalición política, y en tercero José Antonio Meade, del PRI. Hay que aclarar que en México las encuestadoras no son de fiar.
Anaya, con sus habilidades de espadachín logro usar la daga y traicionó a propios y extraños en su lucha por la candidatura de su partido. El “chico” maravilla se creció al castigo y logró su cometido. López Obrador no tuvo problema alguno, porque en su organización política él es el propietario que puede hacer y deshacer sin obstáculo ni nadie que le llame a cuentas.
Mientras López Obrador y Anaya solo tenían que confirmar su precandidatura en sus respectivos partidos, el priísta Meade tuvo que partir de cero en su aspiración presidencial. Llegó como precandidato independiente al Revolucionario Institucional a picar piedra y a rogarle a los militantes priístas que lo “hicieran suyo”.
De esas cosas extrañas, el PRI, un partido lleno de políticos excelentes, buenos, peores y malos, tuvo que aceptar a un independiente como su abanderado en la próxima justa electoral presidencial.
En fin, vamos a esperar que ofrecen los candidatos a partir de marzo, porque los spots que hemos visto son huecos, sin contenido. No toman en cuenta la importancia de los conflictos que enfrenta México derivados, no todos, de las malas administraciones de presidentes panistas y priístas. Estimado lector ¿si hoy fuera el día de ir a votar, a favor de quien lo haría? ¿Esperará a conocer las propuestas de los candidatos? ¿Qué opina?