Censura en redes… y en el PRI-ITAM una nómina más cara que la del Real Madrid
Francisco Rodríguez martes 30, Ene 2018Índice político
Francisco Rodríguez
Es un hecho consumado que la gente normal ya no lee las páginas de la prensa escrita. El mancharse los dedos con tinta mal tratada y dedicarse a contar los anuncios comerciales y de gobierno en todas sus páginas, amén de lo estorboso de cargar el papasal, han rebasado los límites normales del hastío. La sociedad moderna prefiere la información digital.
Casi todos, o todos sí se prefiere, los periódicos dizque de circulación nacional y líderes de opinión están quebrados. Sus economías de escala giran alrededor del subsidio y la piedad mercantil. Los favores políticos y las informaciones se han convertido en telegramas que se mandan entre sí los próceres que cuentan y dilapidan nuestros impuestos.
El sistema abusó de la obsecuencia impresa. Todos tuvieron un precio, y como lo más barato es aquello que se puede comprar, pues… ¡a darle que es mole de olla! Los publirrelacionistas que antes hacían gala de imaginación y sabiduría se han transformado en cajitas registradoras de cuentachiles y, en el peor de los casos, de maníacos derrochadores de la riqueza pública.
El noble oficio del periodismo cual contrapoder, de análisis independiente y de objetividad al servicio de la opinión pública, ha decantado en lo que tenemos hoy. Según el sapo es la pedrada. El culto al chayote, a los premios fatuos, es casi una religión de Estado. No saben que se engañan solitos.
En los comentarios y mensajes de las redes, muchas veces extremos, por causa de la irritación popular, se encuentra actualmente el punto de equilibrio de la información política y social. Por eso, no es extraño que la empresa Facebook, a través de sus mercenarios locales, se espante de la proliferación del talento y amenace con cancelarlo. Lo está haciendo.
Las horas de televisión que hasta hace poco la gente normal dedicaba para estar informado en 15 minutos, se han convertido en horas de monitor digital de PC o de teléfono. México ocupa uno de los primeros lugares en el mundo de visitas a las páginas de las redes sociales. En la población millennial, que puede definir el curso de la elección, ya ni decirlo. La empresa icónica de la caja idiota está quebrada hasta los huesitos… o hasta las antenas de Chapultepec 18.
Pero el priitamismo de Facebook se ha vuelto descarado y agresivo. Criminalizante. Por la vía electrónica, hecho mancuerna con la dichosa policía cibernética amordazan la libre expresión y censuran todo aquello que según sus entendederas no apoya al Partido oficial. Hay cacería de brujas.
En un principio, la censura cibernética fue a propósito de combatir los mensajes eróticos, más que los pornográficos. A los veinte minutos de haber iniciado la fastidiosa precampaña que padecemos, Facebook y la policía cibernética de huarache, lastimosa, vergonzosa, de pena ajena, está atentando contra la inteligencia y los derechos humanos a la libre información de los mexicanos.
Un tal Ernesto Canto, homónimo del atleta de carreras de fondo, pero aquél, gato de la pandilla comenzó a incautar los celulares de la clase media desde el Centro Telcel de Pabellón Del Valle, sito en las calles de Universidad y Miguel Laurent de la capital nacional.
Les incautaba con todo atrevimiento y despojo punible los aparatos que había checado en su sistema de espionaje clandestino y anticonstitucional reproducían memes colorados acusaba a los arrendadores del servicio a precio caro de tarifas de plan, de formar parte de redes criminales de trata de blancas con asiento en Estambul o en la Patagonia.
Los ciudadanos enardecidos y previamente humillados recurrieron a este escribidor para denunciar los hechos. Lo que procedí a hacer en las columnas de hace casi dos años. Pero la avalancha de censura expresa y absurda jamás se detuvo, no obstante las protestas comprobadas a plenitud por los usuarios.
Los policías cibernéticos y espías huehuenches continuaron su escandalosa labor a todo tren. Siguió la aprobación por un Congreso agachado de las reformas al Código Federal de Procedimientos Civiles. A partir de ahí, un mandamiento obtuso, ilegal, anticonstitucional, violatorio de todos los tratados internacionales firmados por nuestro país…… los próceres de risa loca se sintieron empoderados para hacer lo que se les diera la gana. Desde luego, con lujo de saña e ignorancia, con toda la fuerza del Estado y del compromiso político asumido por el Consejo Nacional de Seguridad (?) y la empresita meshica del Facebook. Dijeron que jamás tolerarían el roce de una crítica o de una mención justiciera hacia los rateros en el supuesto poder.
Lo vergonzoso es que lo han llevado a cabo. Ésta y muchas columnas de análisis crítico y objetivo, que han nacido a raíz de la censura impuesta en las páginas de los periódicos de circulación nacional —cuyo tiraje en promedio es de 3 mil ejemplares diarios— sufrieron el retiro de los servicios prepagados de Internet, Google y cuanta ventana se pueda imaginar.
Muchas veces, los lectores en el país y en el extranjero, se han quejado de las censuras, moches y prohibiciones expresas que aparecen en sus aparatos telefónicos o computacionales. Temporadas largas he quedado fuera del ciberespacio, mi única vía de expresión, por culpa de los espías chinos del régimen y sus paniaguados extranjeros de la información digital.
Es más, hasta se han atrevido a hacer pública su posición oficial de que los mensajes antipriitamitas que aparecen por cientos de miles diariamente en las redes sociales son un peligro para México. Acaban de decir que podemos causar desquiciamiento social, desestabilización y que, en resumen, los mexicanos somos unos sediciosos.
De lo que no quieren darse cuenta es que en las redes sociales y entre los internautas de todo el mundo existe un creciente interés por saber qué pasa en nuestro desastrado país. Será porque allende las fronteras luchan por sobrevivir millones de paisanos, o porque la corrupción pública está causando verdaderos estragos hasta en el extranjero.
El hecho es que hay interesados en los asuntos mexicanos en Paquistán, en Honduras, en Dinamarca, en la Costa de Marfil africana y donde usted pueda pensar. Y eso que ni formó parte de una red de terroristas internacionales. Lo único que comento es lo que padecemos a diario, causado por una pandilla de facinerosos y rateros de la riqueza pública.
Lúcidos análisis de la prensa que llegan a publicarse en las redes digitales, escritos por ex priístas que hoy son defensores de la libertad, señalan los exabruptos de Meade en torno a su éxito por haber sacado de la miseria a 2 millones de mexicanos durante el veranillo burocrático que pasó en las mullidas oficinas de Sedesol.
Así como de las insoportables tarabillas de los ayudantes de Javier Lozano en las oficinas de prensa del PRI. La nómina priísta-itamita ha reclutado a burócratas de cuello blanco que no tienen la menor idea de las zarandajas que difunden. Subsecretarios de caras secretarías financieras son ahora los jilgueros y portavoces de ese desmadre informativo, agresivo y anticlimático.
Y para Facebook es lo que cuenta. Los mexicanos nos tenemos que chutar la bisutería que produce a toda hora un equipo de publirrelacionistas que integran una nómina más cara que la del Real Madrid. Porque por lo visto, trabajar en la campaña priísta-itamita produce salarios y estipendios que compensan los de los cargos ubérrimos abandonados.
Lo que antes era tarea de militantes y cuadros acreditados se ha convertido en una feria de estupideces de muchachitos dignos de atar. Están acabándose nuestro dinero en una misión imposible y de paso ñoña, igual que las órdenes y las preferencias ideológicas de sus empleadores.
Todos están dispuestos a convertirnos en una tribu de cavernícolas. Sin derecho a saber cuál es nuestra sentencia, ni por qué razón nos han condenado a aguantar otros seis años de burla y escarnio.
¿No cree usted?
Índice Flamígero: Un cable de la agencia de noticias del gobierno, Notimex, da cuenta del enojo de EPN por la calificación reprobatoria a su gestión en las redes sociales, en Twitter sobre todo: “El presidente Enrique Peña Nieto reclamó que en redes sociales no se reconozcan los esfuerzos que, dice, ha realizado su administración por el desarrollo del país, y que en cambio, son los analistas del exterior quienes destacan sus acciones de gobierno. “Se olvidan de lo que se dice o de los señalamientos o de lo que se dice a veces en las redes sociales, que a veces son muy irritantes y a veces les gusta hacer señalamientos muy duros y muy lapidarios y que poco recogen de los logros y de los avances que hemos tenido como nación”, mencionó el mandatario al entregar la ampliación del libramiento Arco Norte en el tramo Jilotepec-Atlacomulco, en el Estado de México. Según Peña Nieto, analistas en el exterior advierten que México tendrá un futuro promisorio a partir de la certeza que se genere hacia los próximos años, y esa certeza pasa por la que viva México este año, con el proceso electoral…” La pregunta es, ¿puede dar los nombres de esos “analistas del exterior”? + + + Luego de un reportaje publicado por el The New York Times, este domingo la fiscalía de la llamada Urbe de Hierro inició una investigación sobre la empresa Devumi, que vende seguidores de Twitter a artistas, deportistas y políticos. En Facebook, de acuerdo con el Times, existen 60 millones de cuentas falsas. Aquí en México, esas cuentas falsas nutren las redes sociales del candidote del PRI que no es del PRI, sino del PRIITAM. De acuerdo al portal Regeneración, el Facebook de José Antonio Meade “tiene 98 mil 272 cuentas de origen asiático, así como 14 mil 498 cuentas africanas que juntas suman el 27.49 % de sus seguidores en Facebook. En América del Sur el 85% de seguidores de Meade son brasileños.” ¿Compraron esos bots en Denuvi? Entonces también estarían bajo investigación. + + + Hubo varios intentos, ayer, de hackear mi cuenta de correo en Gmail. El equipo de esa empresa de Google me avisó de ello en un par de ocasiones. Gracias por prestarme tanta atención.
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