AMLO, émulo de los doctores “Chapatín” y “Chunga”
Jorge Luis Galicia Palacios lunes 22, Ene 2018Como veo, doy
Jorge Luis Galicia Palacios
- Sector salud hace esfuerzos para combatir automedicación
- Puro ruido mediático en precampañas políticas
En el transcurso de la semana pasada, el candidato de la alianza de los partidos Morena, PT y PES, Andrés Manuel López Obrador, mostró el rostro que siempre lo ha caracterizado, el del engaño, y sin ética alguna se le hizo muy fácil subir un mensaje para recomendar un medicamento, el cual en el mundo de la medicina su uso requiere estricta prescripción médica y donde el sector salud hace esfuerzos para que la población no se “automedique”.
Disparates, ocurrencias, discursos huecos de contenido pero muy estridentes, ritmos musicales pegajosos, y muchos absurdos más, es lo que en general los ciudadanos hemos tenido que padecer en poco más de un mes que llevan las precampañas electorales rumbo al proceso para elegir al Presidente de la República y lo que falta por padecer, ya que será hasta el 11 de febrero cuando concluyan los tiempos de precampaña, y luego de un receso, el primer minuto del 30 de marzo darán inicio formalmente las campañas políticas.
Lo visto y escuchado hasta ahora en materia de propaganda deja mucho que desear y lejos de convencer a una ciudadanía sin filias o fobias partidistas -que no a los militantes, porque la mayoría de ellos prácticamente ya han definido sus votos-, la mayoría de los candidatos se han esmerado por descalificar a sus adversarios o hacer ruido mediático, aunque para ello tengan que dejar a un lado sus propuestas, si es que las tienen.
Es muy triste ver, por ejemplo, que el candidato que va arriba en las preferencias basa su estrategia en mensajes que lejos de buscar contraponer su proyecto o propuestas contra las otras fórmulas, se la pasa grabando mensajes para redes sociales donde lo mismo hace chistes o muestra datos de encuestas truqueadas, obvio con resultados favorables, y hasta, sin escrúpulo alguno, le hace al médico, sin facultades para ello, lo cual es un engaño y absurdo en extremo.
El medicamento recomendado, o recetado, por el político de Tabasco, lleva por nombre Amlodipino, sirve para el tratamiento de la hipertensión arterial, pero los ¡¡altos conocimientos!! del nuevo galeno han permitido descubrir otras propiedades al fármaco publicitado: “Sirve para el mal de ojo y otras molestias”.
Lo recetado por el émulo de los doctores “Chapatín” y “Chunga”, por supuesto que no cayó de gracia entre la comunidad médica, ya que en el ánimo de granjearse unos votos, el político de Macuspana, se puso la bata blanca y sin licencia de por medio se le hizo muy fácil poner su consultorio virtual para recetar y de paso hacer un pequeño comercial al producto mostrado.
Y solo para darnos una idea de lo grave que es la automedicación es oportuno recordar que el tema incluso se ha deliberado en la tribuna del mismísimo Congreso de la Unión, donde senadores y diputados han hecho “un atento y respetuoso exhorto a la Secretaria de Salud del gobierno federal, al Instituto Mexicano del Seguro Social y al Instituto de Seguridad y Servicios Sociales de los Trabajadores del Estado, para que, dentro del ámbito de sus respectivas atribuciones, continúen con el impulso, fortalecimiento y promoción acciones para combatir la automedicación”.
Por supuesto que las recomendaciones del doctor Andrés Manuel no sorprenden, así se las gasta y, por lo que se ve, de ese mismo nivel tiene el diagnóstico del país que quiere gobernar, ya que con esa “gran visión” ha propuesto amnistiar a los grupos de la delincuencia organizada, a los secuestradores, a los distribuidores de drogas, a asesinos y rateros.
Y a los jóvenes que no estudian ni trabajan les ha prometido una beca para que sigan igual, de ese tamaño es el conocimiento de un Andrés Manuel que no le importa las formas para alcanzar la silla presidencial, y si tiene que seguir engañando lo seguirá haciendo.
Es un hecho que hasta los personajes de los doctores “Chapatín” y “Chunga”, si tuvieran de frente al improvisado de galeno, le dirían que por favor no les quite la chamba, que ellos si se prepararon para hacer reír a la gente y tienen hasta el derecho de hacer el ridículo para ganarse el aplauso del respetable.
Así que, en este caso, los profesionales del sector salud y de la comedia recomiendan al de Tabasco “zapatero a tus zapatos”.
VA MI RESTO.- Para mayor entendimiento a nuestro comentario aquí algunas precisiones:
El amlodipino es un medicamento que requiere receta médica y es de uso controlado, y los galenos lo recetan a pacientes con problemas de hipertensión, ya que sus propiedades ayudan a relajar los vasos sanguíneos para que el corazón bombee la sangre de manera más eficiente. Su doctor y solo su doctor, podría prescribirle éste u otro medicamento cuando se padezca hipertensión.
En cuanto los nombres aludidos, de los doctores “Chapatín” y “Chunga”, son personajes de la vida del espectáculo que en su momento los aficionados al género de la comedia los hicieron memorables dentro del cine y la televisión, el primero lo personificó el inolvidable actor, Roberto Gómez Bolaños, mejor conocido como Chespirito, y el segundo de ellos, para nuestro gusto, con un humor más fino e inteligente, es de la creación del talentoso actor, Andrés Bustamante, reconocido como el “Güiri Güiri”, ambos mexicanos, pero sin duda la fama de ninguno de ellos podría ser desplazado por el forzado humor que en estos tiempos pretende impregnar a su campaña el comediante, perdón el político, Andrés Manuel, y hasta ahí, porque como veo doy.