¿Ganó Barrales?
Ramón Zurita Sahagún viernes 19, Ene 2018De frente y de perfil
Ramón Zurita Sahagún
De los daños el menor, consideraron en la cúpula perredista, la misma que evaluaba la conveniencia de nominar a Salomón Chertorivsky como el candidato de la alianza (PRD-PAN-MC) para competir por la Jefatura de Gobierno de la CDMX.
De ahí que las consecuencias podrían ser catastróficas para un partido (PRD) que va a la baja en la capital del país, si Alejandra Barrales Magdaleno no era la abandera de dicha alianza.
La senadora con licencia sabía en la que se metía, después de firmar el pacto como presidenta del PRD, mediante el que la candidatura presidencial se le daba al partido mejor posicionado, a cambio de la nominación al gobierno capitalino para el partido del sol azteca.
Sabía que el relegar a Miguel Ángel Mancera de la contienda presidencial traería repercusiones para ella, en lo personal, pero también que su manejo al interior del partido le otorgaba los goznes necesarios para afianzar su candidatura.
Con todo y que el Jefe de Gobierno soltó a uno de sus personajes cercanos, ya era demasiado tarde para competirle con posibilidades de éxito a quien lleva trabajando la nominación doce años.
Barrales Magdaleno intentó hace seis años ser la candidata del PRD al gobierno del Distrito Federal y por poco lo consigue, solamente que se le cruzó en el camino su aliado formal de aquel entonces, el Procurador General de Justicia del Distrito Federal, Miguel Ángel Mancera, al que Marcelo Ebrard Casaubon le vio mayores cualidades.
La historia parecía repetirse, aunque con distinto protagonista, Salomón era un personaje que se catalogaba como adecuado para competirle a Claudia Sheinbaum Pardo, con altas posibilidades de éxito.
Como Claudia compartía un fuerte impacto en la comunidad judía, goza de buena percepción en el electorado, su paso por dependencias públicas ha sido adecuado, tiene el asesoramiento de la familia, donde su padre es un extraordinario relacionista público y su tío conoce las entrañas de los procesos electorales.
Su peor defecto no es político, por lo que su trato con las tribus perredistas es distante, con todo y que de última hora, Héctor Serrano lo sentó con varios de los principales dirigentes de ellas, como Víctor Hugo Lobo, Leonel Luna y Mauricio Toledo.
La balanza parecía inclinarse a su favor, ya que el candidato priista, Mikel Arriola, había sido su subordinado y no se le consideraba como riesgoso y con Claudia tenía afinidades que podría inclinar favorablemente para él.
Sin embargo, en la decisión final, al margen de las encuestas que le daban amplia ventaja a Barrales Magdaleno, operó la reacción que podría haber dentro de la militancia si les imponían un candidato “ciudadano”.
Los perredistas no estaban dispuestos a aceptarlo, luego de que tienen que apoyar a un candidato presidencial de otro partido y distinta ideología y encima en su propio territorio a otro personaje no militante de su partido.
Y es que dentro de las tribus hay mucha inconformidad porque un ajeno como Miguel Ángel Mancera Espinosa fue nominado, primero candidato a Jefe de Gobierno y después se apropió del partido, por medio de su ujier, Manuel Granados.
Las tribus que antes dominaban el territorio capitalino fueron contenidas y se dio paso a la del principal operador mancerista, Héctor Serrano, quien cuenta con la mayor estructura dentro de la CDMX.
Por eso se evaluó qué pasaría si Salomón era el candidato, habrá una rebelión de tribus inconformes, con que otro ajeno a la militancia los abanderara y que el reparto de candidaturas a las 13 alcaldías que les corresponden y a la diputaciones locales, quedara en manos extrañas.
En cambio si Alejandra resultaba la nominada, la fuerza de Salomón no pondría en riesgo nada y, por el contrario contaría con el respaldo de las tribus, aunque con ellas habría que negociar.
Finalmente el triunfo otorgado a Barrales Magdaleno es un paliativo de aquella derrota desconsoladora de hace seis años, cuando fue compensada con la candidatura al Senado de la República.
En la actualidad no había nada con lo que le pudiera sanar una nueva herida producida por otra derrota interna, sobre todo por el servicio prestado de asumir la presidencia del partido a nivel nacional en momentos críticos.
Barrales Magdaleno aguantó la tormenta que le representó que su fracción disminuyera considerablemente en el Senado de la República, cuando pasó de más de 20 a menos de 10 legisladores.
En su caso, se olvidó que convenientemente para ella, sacó la alianza con el PAN y MC, a cambio de que se les entregara la candidatura en la CDMX y con ella a la cabeza, por los términos en que fue negociada. Ahora solamente falta confirmar si efectivamente Alejandra resulta ser una verdadera contendiente para Claudia Sheinbaum y que sucederá en el futuro inmediato con Salomón y Armando Ahued.
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Superada la crisis financiera de 2012, el IMSS logró un superávit cercano a los 15 mil millones de pesos y de esa forma llega a su 75 aniversario.
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