Jubilación adelantada
Alberto Vieyra G. jueves 18, Ene 2018De pe a pa
Alberto Vieyra G.
El güero loco, que se autoproclama como “un genio muy estable”, acaba de jubilar, hace una semana, a Enrique Peña Nieto.
Para él, el inquilino de Los Pinos, ya es un cartucho quemado, o lo que es igual, ya ni fa ni fu ni fu ni fa.
En otras palabras, para la bestia Trumpiana, el sexenio ya se acabó en México, y el señor del grupo Atlacomulco ya no es garantía para negociar el TLC.
Mire usted cómo lo dijo en declaraciones al The Wall Street Journal:
“Entiendo que muchas cosas son difíciles de negociar antes de una elección.
Tienen elecciones próximas en poco tiempo. Entiendo que eso lo hace un poco más difícil para ellos… Seré flexible”.
¿Qué quiso decir el “pelos de elote” con esa infame declaración?
Donald Trump sigue jugando a lo bestia con México y Canadá.
De ese modo retroalimenta, en la población gringa blanca, su promesa electoral de campaña de acabar con el TLC y echar su muro en los más de 3 mil kilómetros de frontera con México.
Que esperará al siguiente gobierno para sacarle raja a su novatez y obtener las mejores ventajas para las multinacionales, propiedad de los republicanos.
Ciertamente, un gran sector de los extremistas y xenófobos republicanos estaban en favor de la culminación del TLC, pero a raíz de la reforma fiscal trumpiana, las cosas cambiaron radicalmente, porque muchas empresas transnacionales asentadas en México se han visto beneficiadas con el Tratado de Libre Comercio, y han dejado de presionar a Donald Trump.
Para esos extremistas, el Tratado de Libre Comercio les ha redituado carretadas de millones de dólares, pero como saben que México ha sido históricamente un país de conquista y coloniaje, pues ellos buscan llevarse la mejor tajada.
Con su reforma fiscal, el güero loco, hará que los manganates de las multinacionales gringas se hinchen, aún más, de billetes, con la reducción del Impuesto Sobre la Renta (ISR) del 35 al 21 por ciento. ¿Qué harán, esos mesías del dinero, con más dinero? ¿Crear más empleos o canalizarlo a inversiones especulativas?
Ese es el meollo del asunto. Donald Trump impulsará, con toda su alma, las inversiones especulativas en la Bolsa de Valores, donde el Dow Jones ya rebasó los 228 puntos, algo sencillamente histórico. Esos republicanos estarán muy felices y contentos con la economía Trumpiana.
No olvidemos que los gringos retroalimentan su nacionalismo con guerras y economías boyantes.
Ciertamente saben, también, que la terminación del TLC con México y Canadá, sería un durísimo golpe para la economía norteamericana, más que para la mexicana y canadiense.
Por otro lado, la bestia Trumpiana quiere hacerle manita de puerco al nuevo gobierno mexicano, y hasta se da el lujo de perdonarle la vida a los mexicanos diciendo que será flexible en la negociación del tratado comercial, sin dejar de advertir que, el muro, lo pagará México.
Habrá que esperar a que el próximo gobernante mexicano no sea blandengue y resulte, también, de rodillas a Washington.
Por ahora, los halcones de Washington ya jubilaron al quinto año de gobierno de Peña Nieto.