Visita al mercado
¬ Salvador Estrada martes 16, Ene 2018Folclor urbano
Salvador Estrada
Cuando los dioses bajaron del Olimpo a la ciudad, sus habitantes no lo creían y dudaban de que fuera real que ellos, los intocables, los meros meros, los ungidos, estuvieran en el mercado o jugando con sus hijos o en la peluquería para lucir bien.
No, definitivamente no lo creían, porque esas actividades son exclusivamente para los humanos, los que sufren, los que saben de las carencias diarias, los que se ganan el pan con el sudor de su frente.
Y ante esta mala aceptación que tuvieron en la ciudadanía los precandidatos a la Presidencia de la República, tendrán que cambiar de estrategia y hacer real su contagio con la gente y no solamente posar para la foto. ¿Podrían abordar el Metro y sentir su calor? ¿Hacer fila en los bancos? O serían capaces de visitar los ministerios públicos para conocer de cerca cómo se imparte la justicia.
De lo que sí serían capaces Meade, Anaya y López es de ir al mercado y al súper y conocer cuánto vale la canasta básica realmente y se darán cuenta de que el mínimo de 88 pesos y fracción no alcanza para comprarla. Y que el salario real para medio pasarla bien una familia de cuatro miembros es de 200 pesos diarios.
También ayudaría a los precandidatos a comparar precios de diversos productos y se daría cuenta de que la cebolla y el jitomate aumentaron de precio y que el aguacate ya bajó y que en el súper hay productos más caros que en el mercado. Y que el alza en muchos productos es por el gasolinazo, por lo cual la inflación en el primer trimestre de este año se calcula llegará al 6.8 por ciento.
Esa visita a los centros de abasto los hará humanos, para que puedan plantear programas de gobierno acordes a la realidad y no solamente “estar echando pleito” entre ellos y haciéndose acusaciones.
Los precandidatos, que de hecho son candidatos, deben de dar a conocer programas, estrategias, políticas públicas para acabar con los corrupción y con la impunidad, así como castigos severos a los gobernadores que se pasan de listos y se llevan las arcas, porque saben que un tiempo en la cárcel les dará luego la oportunidad de disfrutar lo que se robaron ya libres de culpa.
Hasta ahora no se ha visto que tengan la sana intención de sacar adelante al país y a sus habitantes, porque no ofrecen ni prometen nada para ello.
Los independientes, Margarita Zavala y Jaime Rodríguez, apenas están cumpliendo con los requisitos que demanda el Instituto Nacional Electoral para tenerlos en cuenta en forma oficial y poder registrarlos en las boletas electorales.
Si logran salir adelante tendrán que pensar qué dirán al electorado, algo que sea creíble de cumplir, para que puedan jalar votos a su favor en julio próximo y mientras hacer proselitismo y ganar simpatías y comprometerse con lograr un bienestar para todos los mexicanos.
El candidato que convenza con sus propuestas y se gane la simpatía del elector, será beneficiado con el voto que lo llevará al Olimpo del poder y será un intocable, un ungido, un ser de las alturas. Un poderoso, que dejará de ser humano, porque todo lo puede.