Niños que comen pescado, regularmente presentan más alto IQ
Elsa Rodríguez Osorio, Salud lunes 15, Ene 2018Cápsulas de la salud
Elsa Rodríguez Osorio
- Innovador tratamiento para reducir las cicatrices
- La Distrofia Muscular Duchenne afecta a uno de cada 3 mil 500 bebés
Un estudio realizado por la Escuela de Enfermería de la Universidad de Pensilvania, muestra que los niños que ingieren pescado una vez por semana, obtienen una puntuación de hasta 4.8 puntos más en las pruebas de IQ, comparada con la de aquellos niños quienes raramente o nunca comen pescado. También tienen menos alteraciones del sueño. Para el experimento, 500 niños contestaron un cuestionario en el que se les preguntaba acerca de la cantidad de pescado que habían consumido en el último mes, mientras tanto los padres contestaban acerca de la calidad del sueño de sus hijos. Esto se llevó a cabo durante un periodo de tres años con niños de 9 a 11 años; posteriormente, un año después, los niños completaron un examen de IQ a la edad de 12 años. Múltiples estudios relacionan los ácidos grasos omega-3 (que se encuentran en muchos pescados) con la inteligencia. En 2016, un estudio de la FAO afirma que una mujer embarazada que consume peces grasos, como el atún, puede aumentar el IQ de su bebé. Los ácidos grasos omega-3 se concentran en el cerebro y juegan un papel importante en la función neurológica del mismo. Jennifer Pinto-Martin, coautora del estudio, señaló: “el atún debe ofrecerse a los niños a temprana edad”, ya que esto hace que su sabor sea “más apetecible”. El estudio puede consultarse en (https://www.nature.com/articles/s41598- 017-17520-w).
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El Dr. Walfred Rueda Medina, médico psiquiatra y gerente Médico de Merz, informa que un estudio realizado en 34 pacientes con cicatrices señaló que a menudo interfiere con sus habilidades de comunicación, relaciones personales, vida laboral y actividades de ocio. La depresión y la ansiedad son predominantes en pacientes con cicatrices con quemaduras, igual que las personas con problemas en la piel. Las cicatrices también pueden llegar a ocasionar problemas en la sexualidad, ya que llegan a causar alteraciones de sensibilidad en la piel, así como alteración en la apariencia. La Dra. Miriam García Jáuregui, especialista en Medicina Farmacéutica, gerente Médico de Merz y miembro de la Sociedad Médica Científica de Medicina Estética afirma que la mayoría de las cicatrices no desapareceren del todo, pero pueden llegar a desvanecerse. Actualmente existen en el mercado productos como Mederma® que las reduce visiblemente, tanto cicatrices antiguas como recientes. Su fórmula en gel promueve el proceso de cicatrización de la piel y la hace menos visible, disminuyendo los síntomas como: comezón, enrojecimiento, tirantez. Para obtener mejores resultados se debe utilizar el gel tan pronto como se cierre la herida o se retiren los puntos por al menos 8 semanas, aplicándolo dos o tres veces al día. También ha sido probado con cicatrices hipertróficas, así como en cicatrices de intervenciones quirúrgicas, incluyendo aquellas posteriores a cirugías de mama y en cicatrices secundarias a quemaduras térmicas y químicas.
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La Distrofia Muscular Duchenne es una enfermedad infantil de origen genético, que afecta a uno de cada 3 mil 500 recién nacidos a nivel mundial y se caracteriza por la debilidad muscular progresiva, señala la jefa de la Clínica de Distrofia Muscular del Instituto Nacional de Rehabilitación, Rosa Elena Escobar Cedillo. Existe una proteína llamada distrofina que tiene gran peso molecular y es fundamental para la fuerza de los músculos; sin embargo, cuando se afecta, se presenta la Distrofia Muscular Duchenne (DMD). Se han descrito algunas otras proteínas relacionadas con esta distrofina, de eso depende el tipo de distrofia que padece el paciente. Duchenne y Becker son los tipos de distrofias musculares más comunes, se presentan principalmente en hombres, mientras que las mujeres pueden ser portadoras. La DMD es más frecuente, se detecta de los tres a los cinco años de edad con pronóstico grave, en comparación con la Distrofia Muscular Becker (DMB), la cual es de menor incidencia y sus manifestaciones clínicas se dan a partir de los ocho años de edad. Son niños que no caminan o corren como los demás, presentan dificultad para marchar y la debilidad muscular puede incrementarse. El tratamiento con hormonas corticosteroides, a largo plazo, previene contracturas, mantiene la fuerza, reduce la necesidad de cirugía en columna y mejora la función cardiorrespiratoria. No tienen cura, pero hay medicamentos que mejoran la calidad de vida de los pacientes.