Chapulines
¬ José Antonio López Sosa jueves 11, Ene 2018Detrás del Poder
José Antonio López Sosa
Estamos en plena temporada de chapulines dentro de la clase política, es decir, entes que saltan de un lugar a otro en búsqueda de un puesto que les permita seguir viviendo de la política y no para la política.
Secretarios de Estado, diputados, senadores, uno que otro gobernador y legisladores locales están ya pidiendo licencia para poder contender por otro puesto de elección popular o bien, para sumarse a la campaña de algún aspirante y con ello, garantizar trabajo una vez pasadas las elecciones.
Las democracias son imperfectas y este tema es precisamente una parte retorcida de la nuestra, donde somos tan incivilizados, que es imposible que un funcionario contienda para otro puesto sin renunciar a su cargo, porque seguramente usará y abusará para beneficiarse, por ello, deben dejar tirado el encargo para el cual muchos de ellos pidieron el voto hace tres o seis años.
La prioridad no es la patria, como dicen las letras del Congreso, la prioridad es la carrera política personal y los intereses cupulares de un partido o un grupo de políticos.
Vemos ahora renuncias tan silenciosas que no se dejan ver, otras dramáticas (como la de Javier Lozano, que primero renunció al PAN y no tarda en pedir licencia al Senado) y unas más que buscan pasar desapercibidas.
Si un candidato a alcalde (antes jefe delagacional), jefe de gobierno, diputado, senador o presidente de la República hablara con honestidad y dijera que sólo permanecerá en el cargo hasta que a sus intereses convenga, ¿votaría usted por ellos?, pero como vivimos en la simulación salen con todo cinismo a pedir el voto, sabiendo que se irán cuando otra oportunidad mejor se presente, o simplemente para evitar el desempleo, porque no saben vivir de otra cosa que de la política y los ciudadanos.
Así nuestra realidad, el político no está para servir, está para servirse.
Arrancó pues, la temporada de chapulines 2018.