El padrino salinista y su cuento de que ¡ahí vienen los rusos!
Francisco Rodríguez jueves 11, Ene 2018Índice político
Francisco Rodríguez
Díaz Ordaz, Echeverría y Fernando Gutiérrez Barrios fueron “reclutados” por Winston Scott, que fue jefe de la “estación” de la CIA en México entre 1956 y 1969, como parte del programa denominado “Litempo”, que fue considerado tan exitoso que la CIA estimó que podría ser usado como “modelo” por otras “estaciones”. Díaz Ordaz era conocido como Litempo 2, Echeverría era Litempo 8, y Gutiérrez Barrios, Litempo 4. Emilio Bolaños era Litempo 1, un sobrino de Díaz Ordaz, que podría haber sido el conducto por el cual la CIA entró en contacto con el mandatario cuando era secretario de Gobernación.
Modernos Litempos al servicio de los Estados Unidos, polkos revestidos escogidos entre los peores saldos de nosotros, son utilizados desde el Departamento de Estado gabacho para sostener la Guerra Fría, ese extraño espantajo que desde la CIA quieren hacernos creer que manipulan desde Rusia para influir en las elecciones mexicanas. Una nueva versión de la desgracia inacabable se fragua y pretenden hacer prender para dar la última estocada mortal a este país.
La manufactura de Mikel Arriola, ese hombrecillo que se pasea por los emblemáticos mercados de la capital nacional con la casaca roja para captar el voto, es sólo la punta de una madeja macabra.
Posicionar a Mikel Arriola, acusado de conductas deshonestas al frente de Cofepris, no fue fácil. Jugaron con las posiciones del aparato, como han jugado con las del Guamúchil Party, para fabricar esperpentos, tal y como ahora juegan con el IEPS para manipular los precios altísimos de la importación de gasolinas y gas.
Hay un solo vector de origen. Porque las cosas las hacen con total impudicia, dejan huellas dondequiera que pasan. Primero, Mikel sustituyó a González Anaya, director del IMSS, que fue a cubrir las espaldas de Lozoya a Pemex. Mikel entró en su lugar para acabar de destrozar al Seguro Social. Da la casualidad de que ambos son coyotes de la misma madriguera del salinismo.
Tanto Mikel, que del Seguro Social brincó a la candidatura al gobierno de la Ciudad de México, como González Anaya, que pasó del quebrado Pemex a la Secretaría de Hacienda y Crédito Público, son del mismo origen. Fermentados en los laboratorios del salinismo. El mismo padrino, la misma causa. Desde la SHCP se inventan a quienes manejan los presupuestos del INE, obviamente para cargar los dados en las campañas.
El verdadero jefe de esa camada que han dado en llamar como el Guamúchil Party, se sirve con la cuchara grande en esta feria de postulaciones y ascensos, cual más fracasado y dañino.
Sacó de ahí a su vástago para posicionarlo en un área estratégica de la cancillería. Lo hizo indispensable en las triquiñuelas de Meade y de Videgaray. Fue un peón de brega con acceso directo a Los Pinos para toda clase de trastupijes en aquella odiosa recepción a Trump, candidato, como jefe de Estado.
Desde hace dos años ya había clavado a Lorencillo Córdova como presidente del INE, con toda la protección de sus contlapaches comentócratas. Cómo no iba a ser así si todos recuerdan que el padrino en cuestión fue uno de los mejores amigos de Arnaldo, el progenitor, desde la LXII Legislatura.
Aurelio Nuño, amigo de banca del hijo del padrino salinista, fue acercado a Carlos Salinas de Gortari para barnizarlo, haciéndolo ayudante de Enrique Jackson, otro salinista sinaloense, quien jamás entendió la jugada y se quedó a la vera del camino en el proyecto.
El padrino en cuestión trató con toda la fuerza de las maletas sin destino oficial hacer candidato a Nuño y cuando no se pudo —por obvias razones—, lo sacó de la SEP para dirigir la campaña de Meade, no sin antes clavar al frente de la instrucción pública a Otto Granados, coincidentemente otro salinista de aquellos ayeres.
¿Dónde fueron habilitados Meade, junto con su valedor Videgaray? En la empresa de Pedro Aspe, que también cargó con la educación financiera de Lozoya. Desde ahí fueron los ayudantes de Aspe, el salinista mayor, en la confección de fideicomisos manipuladores de las deudas públicas estatales del Estado de México y de otros, negociaciones muy bien pagadas, por cierto. Aspe reporta al padrino inteletual.
No es para menos. Gracias a los servicios prestados, Pedro Aspe fue colmado de contratos petroleros a nombre de un fondo de inversión neoyorquino, del que el ex secretario de Hacienda y Crédito Público del salinismo es el prestanombres titular. La Ronda Uno fue para él, escriturada por sus ex alumnos.
El verdadero origen de la gubernatura tlaxcalteca de José Antonio Álvarez Lima es ése. El tlaxcalteca se crió al lado del padrino en la vocería priísta de Salinas de Gortari, durante aquella famosa campaña presidencial que fue el acabose de la indignidad. Ahí aprendió Álvarez Lima a lamer su coyunda.
Los poderosos nexos de subordinación de la inteletualidad orgánica con Salinas de Gortari se deben a la entramada madeja de relaciones del padrino. Igual las famosas letras libres al servicio del mejor postor. Sólo hay un vector, eso es indudable. Bajo las sombras, con un bajo perfil que envidiaría cualquier gángster, el padrino ha movido todos los hilos.
El padrino es la mata de los comentócratas de postín que parecen a diario en las pantallas de la quebrada Televisa. No es para menos, ni es extraño. Aunque el famoso investigador brasileño José Thiago Cintra ya lo había apuntado, las recientes declaraciones del acucioso Alfredo Jalife, lo comprueban.
Las manos de la CIA y de George Soros, un delincuente financiero internacional, están metidas en el manejo financiero y de contenidos de Televisa y de muchísimos medios impresos de circulación nacional que los vuelve intocables. Son los modernos Litempo mexicanos, unos polkos revestidos al servicio del imperio.
Desde la firma del Espíritu de Houston, entre Salinas de Gortari y George Bush, se evidenciaba que los resortes mayores de la CIA siempre habían estado manejados por el ex director de esa corporación de espionaje y golpes de Estado, el legendario George Bush. A su desaparición operativa, los bártulos fueron tomados por el capitoste George Soros.
El padrino urdió todas las estrategias para hacer creer a los mexicanos que íbamos derechito al Primer Mundo, como ahora quiere hacer creer que los intereses rusos están metidos en la elección mexicana. El objetivo es y ha sido siempre desacreditar la campaña de López Obrador, “un peligro para México”, dice, que ni en sueños representa más desgracias que las que se elaboran bajo la firma del padrino.
La llegada a México del asesor en la guerra sucia de Trump para hacerse de la presidencia de los Estados Unidos, hoy contratado para fabricar la guerra sucia de Meade Kuribreña, tiene el mismo objetivo. Nos esperan cosas peores, en tan sólo unos días en que la maquinaria publicitaria con los dineros de los mexicanos empiece a fraguar, facturada a nombre del Guamúchil Party, una caja registradora de ceros monetarios que no tiene fondo. Los 2 mil millones de dólares gastados hasta ahora para posicionar a Peña son juego de niños.
Modernos Litempo al servicio del gran capital. Polkos revestidos, la nueva versión de la desgracia mexicana, están a punto de descerrajar la bala decisiva. La puñalada por la espalda que siempre esperamos.
¿Quién es ese tenebroso padrino de los nuevos Litempo al servicio de la CIA y del Departamento de Estado gabacho? Sólo recuerde quien fue el atrevido jefe de prensa del llamado ex presidente Carlos Salinas de Gortari y dará, como siempre, en el clavo.
¿Usted se dejará?
Índice Flamígero: Javier Lozano volvió a cambiar de camiseta. Nuevamente se puso la del PRI y, tras tirar a la basura la del PAN, en menos de 24 horas se convirtió en uno de los voceros de la alicaída campaña de José Antonio Meade, tal y como lo fue en la derrotada de Francisco Labastida Ochoa, en el 2000. ¿Ave de mal agüero? ¿O el PRI, de plano, ya le entró a la pepena? ¿No hay priístas que puedan encargarse de la vocería? + + + Y más que contratar a más (cuestionados) elementos, la campaña tricolor debería despedir a algunos de ellos. Para empezar, a Nuño —a quien EPN colocó como coordinador, pero más bien como candidato sustituto— quien no ha dado una en el envío del candidato a plazas donde, ya lo he dicho, no calienta ni un café. El otro a relevar debería ser el impresentable Enrique Ochoa Reza, quien es un golpeador, pero muy mal golpeador. + + + Guerra sucia: las bardas pintadas con propaganda a favor de Morena y AMLO en las calles venezolanas. Así se están “invirtiendo” los más de 2 mil millones de dólares destinados —y saqueados de los erarios— a la campaña de Meade. Burda. Muy burda.
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