Revoltijo político
¬ Augusto Corro martes 9, Ene 2018Punto por punto
Augusto Corro
Los partidos políticos ya tienen listo el revoltijo para las elecciones del próximo 1 de julio. ¿En esas mismas condiciones se encuentran los electores? ¿Es decir, que ya saben a quién van a favorecer con su voto?
Planteamos las siguientes preguntas, porque los partidos políticos participan en coaliciones para obtener más votos, como fin práctico. Las alianzas son raras, extrañas, aunque se supone que cumplirán las expectativas deseadas.
Uno de esos revoltijos políticos se encuentra formado por el Partido Acción Nacional (PAN), el Partido de la Revolución Democrática (PRD) y Movimiento Ciudadano (MC).
A algún político, en la desesperación total, pensó que mezclar el agua con el aceite podría rendir frutos. Y bueno, la primera etapa de la alianza le funcionó. Las organizaciones políticas lograron unirse en “Por México al Frente”.
Desde esa trinchera, panistas, perredistas y emecistas darán la batalla electoral, con las bases indecisas, confundidas y quizás hasta sorprendidas, porque pasan de una rivalidad ideológica a una realidad de cooperación forzada.
Por ejemplo, panistas y perredistas tienen puntos de vista diferentes en asuntos, como el matrimonio igualitario, el uso de las drogas, el aborto, etc. Temas muy sensibles para los conservadores blanquiazules y los amarillos progresistas.
¿Olvidarán los electores de ambos partidos el enfrentamiento por los comicios presidenciales del 2012?
En otras ocasiones las alianzas ya les funcionaron positivamente al PAN y al PRD en relación al triunfo electoral; aunque el primero siempre se llevó la mayor parte del pastel. Los amarillos solo cumplieron, con responsabilidad inigualable, su condición de comparsas.
En el PRI no cantan mal las rancheras. También se alió con dos organizaciones chicas en busca de mayor número de votos. Hablamos del Partido Verde Ecologista de México (PVEM) y el Partido Nueva Alianza (PANAL). Estos pretenden salvar su registro y conservar sus privilegios de ley. El Partido Verde ya acompañó al tricolor en otras aventuras.
El Revolucionario Institucional en la Ciudad de México se encuentra en la lona. En varios sexenios casi estuvo desaparecido. En el presente cualquiera alianza le podría favorecer, aunque su candidato Mikel Arriola, no levanta.
En el partido Movimiento de Regeneración Nacional (Morena), propiedad de Andrés Manuel López Obrador, la alianza es con el Partido Encuentro Social (PES), una organización nueva de línea conservadora que rechaza el aborto y los matrimonios homosexuales. Ideas que chocan contra los morenos “progres”. El otro instituto político es el Partido del Trabajo (PT), en vías de extinción.
¿SORPRESAS?
Para julio aún faltan sorpresas en el mundo de la política. La guerra sucia empezó a funcionar. Los aspirantes a cargo de elección popular señalados por corruptos intentaron limpiar su historia delincuencial. Otros de plano optaron por bajarse del “camión” por su pasado oscuro, por decir lo menos.
Entre estos últimos se encuentra el ex gobernador de Guerrero, Ángel Aguirre, un funcionario que renunció al cargo tras la tragedia de la desaparición de los 43 normalistas de Ayotzinapa, en septiembre del 2014.
En un intento por conseguir el anhelado fuero, hace varios días intentó iniciar su campaña para diputado federal, en representación de la coalición “Por México al Frente”. El rechazo de los padres de los estudiantes desaparecidos fue inmediata.
Otro de los ajustes en su partido lo realizó el ex gobernador de Puebla, Rafael Moreno Valle, decidió renunciar a su proyecto de candidato presidencial y declinó a favor de Ricardo Anaya, el precandidato de la coalición del PAN- PRD-MC.
Por cierto, en medio de la lucha política surgió la advertencia de un portavoz del gobierno norteamericano sobre la injerencia de Rusia en nuestra contienda electoral. ¿Verdad o mentira?
El consejero electoral, Benito Nacif, dijo, al respecto, que el Instituto Nacional Electoral (INE), “no ha tenido ningún indicio de que el gobierno ruso esté tratando de incidir en las elecciones”.
En Estados Unidos, la supuestas acciones encubiertas de Rusia en sus comicios, tienen a Donald Trump en la posibilidad de enfrentar un juicio político. Una comisión investigadora se encuentra encargada del caso.
El mandatario estadunidense, cuyo gobierno da bandazos por doquier, se defiende, como puede, para desviar el tema de la injerencia rusa en las elecciones.
¿Realmente los estadounidenses ya vieron señales iniciales de Rusia en la campaña presidencial mexicana? ¿Usted qué opina amable lector?