De lo perdido…
¬ Augusto Corro jueves 14, Dic 2017Punto por punto
Augusto Corro
De lo perdido lo que aparezca, podría ser el refrán de moda en el Partido de la Revolución Democrática (PRD).
La antes importante organización política de izquierda se encuentra en la lona. No participará en la contienda electoral presidencial, con candidato propio. Va en coalición con el Partido Acción Nacional (PAN) y Movimiento Ciudadano (MC). Un militante blanquiazul, Ricardo Anaya, será el abanderado en el que se apoyarán los perredistas.
Es decir, la izquierda del sol azteca giró a la derecha como un sacrificio obligado para mantenerse con vida. De ir solo el PRD a la próxima campaña electoral sus días estarían contados. De ahí que la coalición Por México al Frente (PMF) sea la anhelada tablita de salvación de los amarillos.
Desde el exterior, se contempla una alianza unida en torno al dirigente panista, pero en el interior de los partidos aliancistas aún no llega la armonía.
Por ejemplo, desde hace varios días se daba como un hecho que la senadora y ex dirigente perredista, Alejandra Barrales, tenía asegurada la candidatura a jefa del gobierno de la Ciudad de México.
Pero algo ocurrió que complicó la situación. Barrales no se encuentra sola en la lucha para gobernar la capital. En una entrevista se le preguntó al nuevo líder del PRD, Manuel Granados, si Barrales tenía segura la candidatura.
El dirigente contestó que “no, tendrá que entrar como cualquier otro aspirante a este proceso que definirán los precandidatos con la dirigencia del PRD. El método lo definirán ellos y a partir de ahí, nosotros los acompañaremos”.
En el PRD lucharán por la candidatura Salomón Chertorivski y el doctor Armando Ahued. Ambos, sin posibilidades de lograr su objetivo, pues la mejor posicionada ante los electores es Barrales.
Por eso, llamó la atención que el líder Granados declarara que la ex dirigente no tiene segura la candidatura. ¿Miente el presidente nacional del PRD? ¿O los perredistas le van a cobrar alguna “factura” a la senadora?
No olvidar que el jefe del gobierno capitalino, Miguel Ángel Mancera, uno de los forjadores del PMF se quedó con las manos vacías en la repartición del botín político. A propósito de la dirigencia perredista, a Manuel Granados le tocó la responsabilidad de rescatar al PRD que camina sin brújula.
El AFFAIRE MONREAL
El delegado en Cuauhtémoc, Ricardo Monreal, renunció a su cargo. Se dedicará a apoyar a Andrés Manuel López Obrador en su campaña como candidato a la Presidencia de la República.
El asunto cobró importancia porque fue la primera lucha intestina en el nuevo partido Movimiento de Regeneración Nacional (Morena).
Monreal, desde que asumió la responsabilidad de delegado, manifestó su deseo de participar como candidato de Morena al gobierno capitalino. Las encuestas la dieron como número uno en la lista de aspirantes.
Pero en el tiempo de definición del partido sobre su aspirante, resultó que la morenista Claudia Sheinbaum, la delegada en Tlalpan, estaba mejor colocada que Monreal en las preferencias electorales. Esto ocurrió tras una encuesta en la participaron ambos contendientes.
Bajaron a Monreal del caballo. El entonces delegado hizo su berrinche. Amenazó con irse de candidato a otro partido. Además se pensó que era inminente una ruptura entre Monreal y López Obrador. No ocurrió así. Los dos políticos llegaron a algún arreglo. Se reconciliaron y Monreal siguió en Morena.
De esa lucha interna, sólo se confirmó que el dueño del partido, López Obrador, actuó de manera dictatorial. Decidió que Sheinbaum fuera la candidata y así fue. Monreal se disciplinó.
VICENTE FOX ¿PRIÍSTA?
El ex presidente panista (¿?), Vicente Fox, manifestó su apoyo al candidato presidencial priísta, José Antonio Meade. Oportunista como siempre, el guanajuatense se deshizo en elogios al aspirante tricolor.
Es propio de Fox cambiar de banderas políticas. En las elecciones presidenciales recientes de plano hizo a un lado a la abanderada candidata panista, Josefina Vázquez Mota y declaró públicamente su voto por el entonces candidato Enrique Peña Nieto.
Eso sí, el ex mandatario fue claro al señalar que no apoya al PRI y que en está ocasión está con Meade porque es el único candidato que realmente tiene experiencia, conoce lo que hay qué hacer y además “está decidido a cambiar cosas que hay que cambiar”.
Fox, como todo mundo sabe, fue el entonces panista que derrotó al PRI en elecciones presidenciales. Llegó a la silla presidencial con un fabuloso capital político, que malgastó al paso del sexenio. Tuvo la oportunidad de sepultar al PRI, pero no lo hizo.