La espada desenvainada
¬ Augusto Corro martes 12, Dic 2017Punto por punto
Augusto Corro
El precandidato panista presidencial trae la espada desenvainada. Es decir, a su paso no deja títere con cabeza.
El domingo, al anunciar su participación como abanderado de la coalición Por México al Frente decidió decirle sus verdades a dos prohombres blanquiazules: Vicente Fox y Felipe Calderón.
A estos ex funcionarios los acusó de no haber planteado una estrategia clara para combatir a la delincuencia. Esa lucha fallida produjo “niveles insospechados” de violencia.
También dijo que los presidentes panistas dejaron intactas las estructuras clientelares y corporativa del PRI, cuando bien pudieron desaparecerlas, esto pienso yo.
Por lo demás, Anaya demostró que superó, aunque con un sinnúmero de problemas, su primera etapa política, previa al destape a su precandidatura presidencial. En su organización política, el aspirante a presidente de la República demostró su excelente manejo de la daga de la traición, que clavó a cuanto adversario se le puso enfrente.
El mismísimo matrimonio Calderón-Zavala sucumbió en la lucha cuerpo a cuerpo con el queretano “joven maravilla”. Doña Margarita, quizá conocedora de los alcances políticos de su rival, abandonó el PAN, en octubre pasado, y se lanzó a la aventura política como independiente.
Ahora, desde otra trinchera Margarita Calderón llamó a los panistas a rebelarse. Tuiteó que el PAN se convirtió en una “mala copia” del PRI, con prácticas del pasado como la “cargada” y el “dedazo”.
En la citada etapa política, quedaron en la lona los blanquiazules que pugnaban por la candidatura presidencial, entre otros el ex gobernador de Puebla, Rafael Moreno Valle.
De repente, el poblano enmudeció y desapareció del escenario político. El día de la “cargada” no estuvo presente. Tampoco el gobernador de la citada entidad, José Antonio “Tony” Gali Fayad. También sucumbió ante la espada del panista el jefe del gobierno capitalino, Miguel Ángel Mancera. Aunque este dijo que seguirá con voz y voto en la coalición Por México al Frente.
¿QUÉ SIGUE EN EL PAN?
Se supone que viene la etapa de la conciliación, de la unidad. De curar las heridas y cerrar filas. Porque Acción Nacional, como nunca, tiene en un divisionismo que, de no superarse, lo debilitará aún más.
La guerra entre “calderonistas” y “anayistas” apenas empieza. No dude que el ganador sea Anaya, aunque se ignora a qué precio.
En el presente, también es muy interesante saber que piensan los verdaderos panistas, aquellos, que militan en el blanquiazul, cuando sus dirigentes tenían principios e ideología. Tiempos en los que no existían los mercenarios de la política.
En fin, el “Frankenstein” camina y estará en la justa electoral del 2018. Por cierto, un lector preguntó por qué el calificativo de “Frankenstein” a la alianza Por México al Frente.
El poeta Javier Sicilia dijo que si en México algo se parece al monstruo (“Frankenstein”) de Mary de Shelley es el Frente Ciudadano por México (ahora Por México al Frente). Explicó que “semejante a “Frankenstein”, el Frente es la suma de varias partes de los cadáveres de las partidocracias, una suma cuyas diferencias hacen imposible un resultado que no sea tan monstruoso como su falsedad.
En este sentido, esa cosa sin entidad que usurpa el nombre de un sueño nacional imposible, no es en realidad un Frente, tampoco es Ciudadano y ni siquiera es por México”.
Como se informó, en la coalición Por México al Frente participan el Partido Acción Nacional (PAN), el Partido de la Revolución Democrática (PRD) y Movimiento Ciudadano (MC). El primero, como señalamos arriba enfrenta problemas internos que lo exhiben muy debilitado en la lucha política. El segundo, se encuentra en vías de extinción. Su alianza con los partidos mencionados le dará un poco de oxígeno. ¿Por cuánto tiempo? El tercero, el más beneficiado de la unión tripartita es el MC. Organización política menor con vocación de pepenadora: las sobras que le dejan sus hermanos mayores, en cantidad suficiente para su sobrevivencia.
EN LA CDMX
Al grito de regístrense los que quieran, en el Partido de la Revolución Democrática (PRD) se apuntaron tres precandidatos para competir por el gobierno capitalino.
Alejandra Barrales, la ex dirigente perredista, quien se suponía que era la única aspirante de su partido, no irá sola. El doctor Armando Ahued y Salomón Chertorivski le harán compañía. Estos dos también pretenden ser candidatos amarillos.
Algo ocurrió en el PRD que le pusieron dos obstáculos a Barrales. Ya sabremos de qué se trata. Quizá, los perredistas buscan proyectar una imagen de democracia interior, algo que dejaron en el camino hace muchos años. ¿Usted qué opina amable lector?