Comercio global: ganan empresas, pierden poblaciones regionales
Mauricio Conde Olivares lunes 11, Dic 2017“Hora 14”
Mauricio Conde Olivares
En las próximas décadas veremos el surgimiento de una nueva división internacional fincada en grandes corporativos más allá de los privados y públicos que hoy conocemos, esa es la visión que apoya el Presidente de Estados Unidos, Donald Trump, y que significará el debilitamiento y tal vez, la desaparición del Tratado de Libre Comercio de América del Norte (TLCAN).
En este contexto, del 10 al 13 de diciembre se realizará en Buenos Aires, Argentina, la XI Conferencia Ministerial de la Organización Mundial de Comercio (OMC).
Ocurre en los momentos de mayor liberalización en la región de las últimas décadas y será la primera vez que la OMC se reúna en Sudamérica.
La elección de la sede no fue algo casual. El presidente argentino, Mauricio Macri, prometió hacer que “Argentina vuelva al mundo” lo que desde su perspectiva, supuso llevar adelante un fino trazado de políticas neoliberales en la búsqueda de la añorada “lluvia de inversiones”.
A través de la ex canciller Susana Malcorra, incidió fuertemente a nivel internacional para atraer a ese país a los principales foros internacionales, aquellos que sustentan la geopolítica neoliberal y se transforman en la mejor vidriera de retorno.
Pero al igual que el multilateralismo, su ámbito de ejecución, la OMC, está en crisis. Los cuestionamientos son globales, e incluso provienen de figuras como el propio Donald Trump.
Sin embargo, en un claro intento de relanzar la institución y renovar desde Sudamérica sus principios de libre comercio y desregulación, los 164 países miembros debatirán temas de agricultura, servicios, propiedad intelectual, inversiones, comercio electrónico, entre otros. Intentarán dar por terminada la Ronda de Doha (2001) e introducir nuevos temas en la agenda de negociación.
En la región, 20 años de tratados de libre comercio mostraron los efectos devastadores de la desregulación y el avance de los privilegios corporativos sobre los pueblos y el medio ambiente.
Frente a una nueva amenaza sobre las condiciones de vida, la explotación de la naturaleza y de nuestros pueblos, se conformó en la Argentina la Confluencia “Fuera OMC”. Integrada por organizaciones que hace años rechazan los acuerdos de libre comercio, “Fuera OMC” inició sus actividades el 7 de diciembre en el marco de la Marcha de Resistencia de las Madres.
Llevó adelante una gran actividad callejera con intervenciones artísticas y culturales. Entre el 11 y el 13, desarrollará la Cumbre de los Pueblos «Fuera OMC – Construyendo Soberanía», que consistirá en espacios asamblearios, paneles de debate, talleres y actividades en la Facultad de Ciencias Sociales de la Universidad de Buenos Aires.
Al respecto, la especialista Alicia Girón nos comentó que tres son los eventos más importantes del multilateralismo del presente año. Las reuniones de la OMC, el Foro de Cooperación Económica Asia-Pacífico (APEC) y el diálogo a través del Tratado de Libre Comercio de América del Norte (TLCAN).
Son importantes las reuniones que se han tenido en estos encuentros porque, a un año de distancia de una nueva gestión política y económica del gobierno de los Estados Unidos, se ha puesto en discusión el desarrollo económico a nivel global, donde hay ganadores y perdedores.
Por el lado de los ganadores están los accionistas de los grandes corporativos transnacionales que han copado tanto el control de las decisiones de qué, cómo y cuándo se debe de producir y cómo repartir las ganancias obtenidas en los mercados financieros.
Por el contrario, los perdedores son espacios regionales cuya población ha sido relegada al desempleo para insertarse en los circuitos transfronterizos de la migración, e incluso enfrentarse al deterioro necesario de sus ingresos para subsistir, como resultado de políticas de ajuste, renegociaciones de endeudamiento y cambios estructurales.
El bienestar de estos sectores de población ha sido desdibujado del Estado benefactor, tanto en los países desarrollados como en los llamados mercados emergentes. Al día de hoy, no ha habido políticas alternativas para los sectores relegados para crear nuevas fuentes de empleo e insertarse rápidamente al cambio tecnológico, a la economía digital y al cambio sustentable.
La fortaleza del multilateralismo, a través de la liberalización y desregulación de las estructuras económicas, ha posicionado a un grupo muy fuerte de empresas ganadoras en el marco de la instauración de la globalización comercial y financiera, como brazo conductor del desarrollo de sectores integrados a los circuitos productivos internacionales, más allá de los países y regiones.
Frente a ello, el propio dinamismo de la profundidad de cómo se dieron los procesos de integración comercial y financiero ha incidido en un reclamo de sectores perdedores profundamente desdibujados frente a los cambios estructurales resultado de los procesos desregulatorios a nivel global.
Sus voces se han hecho visibles a través de referéndums, movimientos sociales que declaran procesos independientes, y profundizan la discriminación y la antiglobalización.
El proteccionismo, frente al multilateralismo, cuestiona el discurso económico y político resultado del proceso de globalización, la Aldea Global. Hoy se fortalece la vanguardia del proteccionismo, cuyo camino acelerado va hacia el fracaso total en tanto no responde a una realidad marcada por la integración estructural de los países, pero donde prevalecen dos categorías del marxismo que hace 150 años se encuentran en El Capital.
La concentración y centralización del capital está tomando un carisma diferente y por tanto, el debate del proteccionismo tradicional está siendo transformado en un proteccionismo corporativo e institucional, ya que prevalece el fortalecimiento hegemónico a través de las decisiones institucionales para determinar el desarrollo de las próximas décadas.
Hay ganadores y perdedores: un ejemplo es México, no hay duda que México ha ganado con el Tratado de Libre Comercio pero, el haber aceptado el Capítulo XIV del TLCAN y subsumir la política monetaria, fiscal y financiera a los intereses de la Reserva Federal de Estados Unidos, ha mantenido los indicadores macroeconómicos estables y ha cancelado la falta de oportunidades de empleo, pasando a ser un país exportador de capital humano.
Sin oportunidades de crear empleo al mantener la política monetaria estable y una política financiera cuyo tipo de cambio no ha permitido alcanzar un mayor equilibrio frente al dólar.
Un tipo de cambio en manos del Banco de México favorece las exportaciones o las importaciones en momentos políticos de inestabilidad, pero este estado de las cosas ha puesto al PRI y sus aliados contra la pared en las próximas elecciones presidenciales por lo que la moneda del cambio está en el aire, empero lo anterior será motivo de posterior análisis en otra entrega de Hora 14.