“Frankenstein” camina
¬ Augusto Corro lunes 11, Dic 2017Punto por punto
Augusto Corro
Miguel Ángel Mancera seguirá al frente del gobierno de la Ciudad de México (CDMX). No consiguió la candidatura presidencial de la coalición Por México al Frente (PMF) (antes Frente Ciudadano por México). Será Ricardo Anaya, el panista, el abanderado de ese “Frankenstein”, como lo bautizó el poeta Javier Sicilia.
Además, rechazó la invitación de la cúpula frentista para formar parte del equipo de dirección de la campaña presidencial, cuyo aspirante es el mencionado Ricardo Anaya. Argumentó Mancera que su prioridad es encabezar las “tareas de reconstrucción” en la ciudad.
El hecho es que el jefe del gobierno capitalino, sin partido, fue superado por el dirigente blanquiazul, quien renunció a la presidencia nacional de su partido, para entregarse de lleno a la búsqueda de la Presidencia de la República.
La realidad, es que desde el inicio de la alianza partidista (PAN, PRD y MC) se vaticinó que los blanquiazules se llevarían la mayor parte del pastel político, por una sencilla razón, tienen el mayor peso político. Los otros dos partidos, se podría decir que luchan por su supervivencia.
Desde ese punto de vista, Mancera no tenía ninguna posibilidad de ganar; pero aceptó que se estirara la liga hasta el final. El resultado: bajarlo del caballo. Porque, además, el gobernante capitalino no es militante de ningún partido, aunque pareciera que es el dueño del Partido de la Revolución Democrática (PRD).
El PRD se encuentra en vías de extinción. Aquella organización política progresista de hace varios años empezó a declinar cuando sus dirigentes decidieron alejarse de la sociedad y a resolver sus problemas personales desde los cargos públicos. Hicieron de la política una fábrica de negocios.
Mancera sabía muy bien que tendría pocas posibilidades de obtener la candidatura. Sin embargo, participó en el juego. ¿Con que propósito? ¿Vender su derrota por cargos de elección popular? Es decir, ¿más candidaturas para su gente? ¿Consiguió la que buscaba? Lo sabremos en pocos días.
En tanto, el relevo en la dirigencia del PRD se efectuó también el fin de semana. Las tribus decidieron darle una probadita de poder amarillo a Mancera y acordaron que uno de sus incondicionales, Manuel Granados, se encargará de dirigir los destinos de esa institución política. Algo es algo.
Ante panistas, perredistas y emecistas reunidos en el World Trade Center, Anaya inició su precampaña presidencial. El sábado Anaya renunció a la dirigencia panista, lo sustituye en el cargo Damián Zepeda.
BARRALES Y SU CANDIDATURA
En la coalición Por México el Frente (PMF) llevarán como candidata al gobierno capitalino a la perredista, Alejandra Barrales. Tampoco fue una novedad, que la nueva millonaria resultara la abanderada. Claro, faltan los trámites de rigor para confirmar oficialmente su registro. No obstante, hay una especie de juego obvio de otros perredistas que participarán como adversarios de la mencionada Barrales. Nada serio.
La lucha electoral en la CDMX tendrá varios candidatos de diferentes partidos, pero no será Alejandra Barrales la triunfadora. De acuerdo con las votaciones de elecciones anteriores, el PRD perdió electores, principalmente en el Valle de México.
Y la coalición PMF no alcanzará los votos suficientes para levantarse como triunfadora. De acuerdo con las encuestas, la candidata a vencer es la ex delegada de Tlalpan, Claudia Sheinbaum, del partido Movimiento de Regeneración Nacional (Morena).
En la contienda electoral capitalina también estará el candidato priísta, Mikel Arriola, arropado por los tricolores, que no alcanza a levantar.
“El mago”, como calificó el dirigente cetemista, Carlos Aceves del Olmo, al aspirante al gobierno capitalino por sus logros en la administración pública, tendrá que hacer, no solamente magia, sino hechicería, de la más reconocida, para no resultar tan vapuleado en la contienda electoral. El PRI-capitalino desapareció hace varias décadas. Inexplicablemente lo dejaron morir y ahora resucitarlo no será fácil.
EL FUTURO DE CALDERÓN
Entre los políticos más afectados por los cambios en sus partidos se encuentra el ex presidente Felipe Calderón Hinojosa (FCH). Su esposa, Margarita Calderón, renunció a su militancia panista al no encontrar eco a sus ambiciones de que la designaran candidata presidencial.
Optó por la participación en la justa electoral como aspirante independiente. Su esposo, el impresentable Calderón prefirió seguir en el PAN, para lo que se ofreciera.
Anaya les volvió a ganar la batalla. No sólo debilitó al grupo “calderonista”, también les arrebató la candidatura presidencial. ¿Seguirá Calderón en el PAN? Aún tiene a un grupo de incondicionales, varios senadores entre ellos, que se empeñarán en obstaculizar los planes de Anaya.
Por cierto, uno de los blanquiazules más felices es el ex foxista Santiago Creel, aquel secretario de Gobernación, que regalaba permisos para casinos, como si fueran volantes publicitarios, pues su pupilo el “joven maravilla”, como apodan a Anaya, es un chico obediente y disciplinado, cualidades que le permiten escuchar consejos que le permitieron dejar en la lona, muy maltrechos, a los “calderonistas”.