Periodistas aterrorizados
¬ Augusto Corro miércoles 6, Dic 2017Punto por punto
Augusto Corro
Amnistía… | José Luis
Sin duda, los periodistas mexicanos, no todos, claro, viven aterrorizados ante las situaciones de violencia.
A esta conclusión llegaron los relatores especiales sobre la libertad de expresión para las Naciones Unidas (ONU), David Kaye, y de la Comisión Interamericana de Derechos Humanos (CIDH), Edison Lanza.
Ambos recorrieron el país entre el 27 de noviembre y el 4 de diciembre. Entrevistaron a decenas de periodistas. Percibieron gremio de periodistas atemorizado.
En algunos casos los comunicadores se encuentran aterrorizados por lo que “han tenido que vivir y ver”. Además, conocieron que 99.6% de los crímenes contra periodistas sigue sin resolverse.
El objetivo de la visita de dichos funcionarios fue para evaluar la libertad de expresión en México y la seguridad de los periodistas.
Desde mi punto de vista, los relatores especiales sólo confirmaron lo que todo mundo sabe: los periodistas no tienen quien los defienda y que quienes los agreden nunca son castigados. Es decir, que hay total impunidad para los criminales. En casi todos los casos de ataques a los comunicadores, se inician las actas de investigación, pero luego se olvidan.
Los distinguidos visitantes recomendaron a las autoridades un mayor esfuerzo en la protección a los periodistas. Este planteamiento y nada es lo mismo.
A los gobiernos de los tres niveles, municipal, estatal y federal, nunca les interesó velar por la seguridad de los comunicadores.
DESOLACIÓN
Los dramas de la gente humilde se multiplican en la Ciudad de México. A veces son desgarradores.
Por ejemplo, la situación que vivió Silvia, de 25 años, al cargar con el cuerpo sin vida de su hijo, Miguel Ángel, de 3 años, para llevarlo a sepultar a su tierra, Acambay.
Este es el relato:
En la terminal de autobuses, llamó la atención de la policía el comportamiento de Silvia, quien cargaba un bulto envuelto en plásticos y cobijas.
Intrigados, los uniformados le preguntaron a la joven que llevaba entre los brazos con tantas envolturas. Ella les dijo que cargaba a su hijo muerto.
Miguel Ángel, en efecto, falleció horas antes debido a una enfermedad del corazón.
Silvia y su compañero, de escasos recursos, decidieron regresar a su pueblo a enterrar al pequeño. Así lo hicieron.
Ella, en su fotografía revela un rostro triste, lleno de incertidumbre, impotente. Sin aceptar la tragedia que le dejará recuerdos imborrables: una imagen real de la desolación. ¿Usted qué opina amable lector?
Las ambulancias, las carrozas lujosas para transportar cadáveres, las agencias funerarias, etc., son para gente rica. Para aquellos privilegiados a quienes difícilmente se les mueve el corazón para brindar ayuda a un necesitado. En este país de castas, los pobres tienen cargar a sus muertos, con los medios a su alcance, incluidos los camiones de pasajeros.
DAMNIFICADOS
Los sin techo viven tiempos difíciles. A su falta de vivienda se les suma el frío casi invernal.
En el multifamiliar Tlalpan, donde el terremoto de septiembre pegó duro, los damnificados ya se cansaron de vivir en la calle y de cuidar sus pocas pertenencias. Además, algunos se quejan de que a pesar de la ayuda, no todos la reciben.
¿Y las autoridades y sus leyes de reconstrucción de la Ciudad de México (CDMX)? Bien. El que se dice gobernante, Miguel Ángel Mancera, apenas tiene tiempo para saber qué ocurre con los damnificados.
Su ocupación principal es la política, en la que participa como sobreviviente. Sin posibilidades de ganar, lo que pretende es que lo tomen en cuenta los “grillos” de “ligas mayores”.
En fin, las personas que perdieron todo con el sismo, ahora esperan que ocurra algún milagro que les permita tener un hogar para protegerse del intenso frío. En estas noches la única ayuda que les llega es la de los vecinos, “del gobierno, nada”.
DUPLICAN CONSUMO DE MARIGUANA
De acuerdo con las encuestas, los adolescentes empiezan a consumir mariguana a partir de los 10 y los 11 años de edad.
La cannabis es la droga ilegal más consumida en México.
Más de 7 millones de mexicanos aseguran que la han probado alguna vez. En México fue aprobado su uso medicinal.
Sin duda, la orientación para alejar a los menores del consumo de drogas se encuentra a cargo de los padres y de los maestros. Nunca será tarde para iniciar alguna campaña preventiva contra el uso de estupefacientes.
