La cínica huida
¬ José Antonio López Sosa martes 5, Dic 2017Detrás del Poder
José Antonio López Sosa
Todo indica que el jefe de gobierno de la Ciudad de México, Miguel Ángel Mancera, renunciará pronto a su cargo para buscar la candidatura presidencial.
Este hecho ha sido recurrente con dos de sus antecesores: Cuauhtémoc Cárdenas en 1999, Andrés Manuel López Obrador en 2005; en el caso de Marcelo Ebrard concluyó su administración sin renunciar.
Si comparamos la renuncia de Mancera con los dos casos anteriores, el de Cárdenas y López Obrador, estamos frente a la huída más cínica por el simple hecho de dejar la Ciudad de México y, su partido (PRD) en una profunda crisis.
La Ciudad de México tiene una de las peores crisis de corrupción y seguridad pública que no se veían desde los tiempos de las regencias priístas.
Los avances son propaganda pura y los programas sociales no llegan más allá de los simpatizantes del jefe de gobierno y sus personeros en la Asamblea Legislativa.
El PRD en la Ciudad de México enfrenta una de sus peores crisis, miles de militantes migran a Morena y otras fuerzas y quienes pensaban que eran sus bases, están dispuestos a verlos fuera del gobierno.
Con todo y esta crisis, Mancera cree que puede ser candidato presidencial y bota su empleo como si hubiese cumplido. En el fondo ignoro si Alejandra Barrales realmente cree en él o está maquillando la candidatura de Ricardo Anaya en el frente partidista del PAN-PRD.
Miguel Ángel Mancera tras su renuncia pasará a la historia como uno de los peores gobiernos de la Ciudad de México. Luego de haber llegado con una marca histórica de votos y aceptación, tuvo la virtud de echar todo por la borda y rodearse de asesores que hasta el día de hoy, le aplauden desde el amanecer y hasta el anochecer.
Estamos frente a una muy probable cínica huída del jefe de gobierno. Que bueno que se va, que malo que deja tirado todo, peor de lo que dice, lo encontró.
Así es el subdesarrollo político mexicano, disfrazado de democracia electorera.