Viejos y neo-dinosaurios
Freddy Sánchez jueves 30, Nov 2017Precios y desprecios
Freddy Sánchez
Los aplausos y elogios para José Antonio Meade continúan dentro y fuera del Partido Revolucionario Institucional. No sólo en apoyo a su candidatura presidencial, sino como sucesor de Peña Nieto.
Panistas como Vicente Fox y el senador Ernesto Cordero, entre otros políticos y empresarios, se han unido al coro de beneplácito por “el proyecto que decidió emprender” y que el presidente Peña le deseó el “mayor de los éxitos” al ex secretario de Hacienda.
Quien, naturalmente, se ha perfilado como el casi seguro abanderado priísta para contender el año entrante por la primera magistratura de la nación.
Aunque, al gran despliegue de simpatías recibidas por el aludido se han opuesto, críticas punzantes, provenientes de otros actores políticos y críticos en las redes sociales.
El fuego graneado contra el hombre, que sin ser militante del PRI, podría ser el que asuma la candidatura de este partido en busca de llegar a Los Pinos, se ha hecho sentir con abrupta virulencia.
Con afirmaciones de que desde aquel funesto “Fobaproa” y en casi todo acto público que afectó la economía familiar en los tres últimos sexenios fue copartícipe de primer orden alineado con intereses facciosos y corruptos hasta el feroz señalamiento que le hizo Manuel López Obrador.
Sin “pelos en la lengua”, dejándose llevar por lo que “diga mi dedito”, el tabasqueño arremetió sobre la humanidad de José Antonio Meade al afirmar que es “un pelele más” de la mafia del poder.
Y ante los ataques verbales que se afanan en desprestigiar la imagen del ex secretario de Hacienda, las voces que salen en su defensa en el PRI se aplican en decir que eso es producto del miedo que ha causado, tanto en el Frente Ciudadano, como en Morena, la precandidatura de José Antonio Meade.
De modo, que mientras por una parte, los aplausos y elogios se hacen más fuertes con respecto a este personaje, prácticamente “amarrado” candidato presidencial del PRI, los que sólo le ven defectos y no cualidades, decidieron desplegar un auténtico “bombardeo” contra su persona.
Un anticipo de lo que será la “guerra” de descalificaciones entre los distintos aspirantes presidenciales, una vez que se definan y aprueben las candidaturas para dar comienzo formal a las campañas políticas.
En las que de momento, aun faltando las formalidades de rigor, los que ya están en plena contienda preelectoral, sin estar registrados como candidatos oficialmente, son López Obrador y José Antonio Meade.
Ambos, echando por delante a todas las huestes que los apoyan y más que decididos a “vender cara su derrota”, en caso de no ser alguno de ellos, el que gane la contienda presidencial.
Así que de seguir como pinta el panorama en torno a la sucesión presidencial, todo se reducirá a una lucha entre priístas y sus aliados para doblegar a Morena y su líder, principal promotor, vocero estelar y sin lugar a dudas, futuro candidato presidencial.
Un escenario que sólo podría cambiar si en el Frente Ciudadano surge alguien que no sea un factor de desunión entre el Partido Acción Nacional, el Partido de la Revolución Democrática y Movimiento Ciudadano.
Y es que de ser esto último lo que suceda, lo que estaremos viendo en la contienda por venir será un duelo entre priístas y los de Morena, que bien podrían ser calificados como los viejos y neo-dinosaurios.