Meade, candidato presidencial priísta
¬ Augusto Corro martes 28, Nov 2017Punto por punto
Augusto Corro
El Partido Revolucionario Institucional (PRI) ya tiene candidato para las elecciones presidenciales del próximo año.
Hablamos de José Antonio Meade Kuribreña, quien ayer renunció a la Secretaría de Hacienda para dedicarse a su precampaña política.
El aspirante tricolor dejó en el camino al secretario de Gobernación, Miguel Ángel Osorio Chong y a Aurelio Nuño Mayer, titular de Educación Pública.
Aunque también se manejaba el nombre del secretario de Salud, José Narro Robles, éste no tenía posibilidades de competir.
Una vez que presentó su dimisión como funcionario público, Meade Kuribreña entregó la batuta a José Antonio González Anaya, como nuevo encargado de la Secretaría de Hacienda.
Durante la noche, Meade Kubreña realizó el trámite de su registro como abanderado priísta para la justa electoral del 2018.
El tradicional “destape” de la liturgia política tricolor se efectuó sin sobresaltos.
LOS CANDIDATOS
A la fecha, sólo son dos los candidatos formales para la contienda presidencial: Andrés Manuel Lóepz Obrador, del partido Movimiento de Regeneración Nacional (Morena) y José Antonio Meade Kuribreña (PRI).
En los partidos Acción Nacional (PAN) y de la Revolución Democrática (PRD) aún no nombran a su candidato.
Se supone que serán los jerarcas panistas y perredistas los encargados de designar al aspirante. En caso de que así ocurra, tenga la seguridad que el panista Ricardo Anaya representará a esa alianza antinatural política, conocida como Frente Ciudadano por México (FCM).
Pero como varias corrientes amarillas se inclinan para apoyar a Miguel Ángel Mancera, jefe del gobierno de la Ciudad de México (CDMX), la situación se vuelve compleja. A grado tal, que ya se habla de la desaparición de la alianza partidista.
En esa lucha partidista, al ex gobernador de Puebla, Rafael Moreno Valle, del blanquiazul, ni siquiera lo toman en cuenta, a pesar de sus ambiciones desmedidas por alcanzar la candidatura que le permita vivir en Los Pinos.
De los independientes que quieren participar en las elecciones presidenciales, únicamente dos tienen una actuación más o menos interesante. Ellos son Margarita Zavala de Calderón, esposa del ex presidente Felipe Calderón, y Jaime Rodríguez Calderón “El Bronco”, actual gobernador de Nuevo León.
Ambos se enfrentan al problema de la recolección de firmas (más de 800 mil) para conseguir su registro. Ambos van muy atrasados en su misión.
EL PELIGRO DE SER ALCALDE
El alcalde de Ixhuatlán de Madero, Víctor Manuel Espinoza Tolentino, su esposa, Hilda Patricia Carrera Tinoco, así como tres personas más, fueron asesinados en la comunidad La Haciendita, municipio de Banderilla, Veracruz.
También en esa entidad, varios sujetos ejecutaron a Santana Cruz Bahena, alcalde electo del municipio de Hidalgotitlán, Veracruz.
Los dos homicidios se registraron la semana pasada. En los últimos diez años, más de 100 presidentes municipales fueron ultimados por diferentes motivos o razones.
La violencia contra los alcaldes se agudizó con el gobierno federal, encabezado por el entonces presidente Felipe Calderón, quien declaró la guerra a la delincuencia organizada.
Las bandas de narcotraficantes, en vez de desaparecer, se multiplicaron. Se hicieron más chicas, pero intensificaron sus acciones delincuenciales. Se multiplicaron los asaltos, extorsiones, secuestros, asesinatos, etc.
Esos delitos se registraron en localidades pequeñas, donde los presidentes municipales, de una u otra manera se convirtieron en presa fácil de las organizaciones criminales.
La producción de enervantes y su trasiego, el robo de las gasolinas en los ductos de Pemex, la guerra de los cárteles de la droga, etc., se volvieron problemas sin solución.
Todo mundo sabe que los alcaldes son los eslabones más frágiles de la cadena del poder. Los que se encuentran más expuestos a sufrir las agresiones de la delincuencia.
Lo complejo del problema, es que no se ve ninguna posibilidad de frenar las agresiones de los criminales. Ser alcalde es cada vez más peligroso. ¿O no?
¿COMIERON BIEN SEÑORES?
Al panista Diego Fernández de Cevallos se le amargó la comida cuando fue increpado por un comensal en un restaurante.
En el comedero compartían el pan y la sal, así como los tequilas, el citado Diego, el jeque petrolero, Carlos Romero Deschamps y dos ex gobernadores (muy raro que estos últimos anden libres).
Mientras hablaban de su mundo político y cómo arreglarlo, se les acercó una persona, que les soltó a quemarropa la siguiente pregunta: “¿Comieron bien señores? Porque 50 millones de mexicanos, no”.
Fernández de Cevallos respondió: “Así es esto”. El comensal cerró el diálogo: “Buen provecho, ojalá no se indigeste”. Estimado lector, le dejamos el tema para que usted opine lo que se le ocurra.