Videgaray ¿se equivocó?
Jorge Luis Galicia Palacios lunes 27, Nov 2017Como veo, doy
Jorge Luis Galicia Palacios
- Liturgia del PRI a todo vapor
- El 27 cabalístico de EPN
“Creo que andan bien despistados todos”, ¿a quién lanzó el presidente Enrique Peña Nieto este mensaje?, acaso a la opinión pública (llámense medios informativos y sus representantes); a los cuadros dirigentes y militantes del priísmo; al canciller Luis Videgaray; a los dirigentes de oposición; a algunos grupos empresariales; a analistas políticos. ¿A todos los electores en general?
Lo cierto, es que aunque fue el titular de la Secretaría de Relaciones Exteriores, Luis Videgaray Caso, quien levantó el polvo con sus declaraciones al desbordarse en elogios de la vida y trayectoria del actual secretario de Hacienda, José Antonio Meade, en medio de toda una liturgia que vive el PRI en torno a la nominación de su candidato presidencial para el proceso electoral de 2018, también es cierto que el cinco veces ministro en dos periodos diferentes de gobierno, y también de dos partidos diferentes, no es ni el más aplaudido de los aspirantes ni el más elogiado entre los priístas, pero capacidad para afrontar el reto de dirigir al país le sobra.
A las palabras de Videgaray, que fueron interpretadas como un “prematuro destape”, le siguieron las palabras del primer mandatario, Peña Nieto, quien dijo que el candidato presidencial del PRI no se elegirá con base en elogios o aplausos y reconoció que son muchos los funcionarios que pueden buscar la candidatura priísta para la elección de 2018, lo cual es verdad, pero eso no quiere decir que no haya habido “destape” en las palabras del canciller.
“Soy yo quien asume las decisiones plenamente consciente del porqué y para qué” habría dicho Peña Nieto hace poco más de un año, en torno a la polémica visita que a nuestro país hizo el entonces candidato del Partido Republicano, Donald Trump, hoy presidente de los Estados Unidos, y luego que todo mundo supiera que Luis Videgaray fue quien sugirió el encuentro y preparó todo el protocolo respectivo.
Tal vez por ello las palabras presidenciales en el sentido de que “andan bien despistados” quienes hablan del tema de la sucesión en su partido, pero de ahí a que haya dicho que Videgaray es un despistado hay mucha distancia, porque en todo caso, y eso queda claro, será EPN quien asuma las consecuencias de los resultados posteriores.
Hace un año, luego de una andanada mediática por lo que se consideró un craso error, en términos de diplomacia y de política, a la visita de Donald Trump, pronto llegó la renuncia del poderoso ministro de Hacienda, pero eso en nada cambió la enorme influencia que Videgaray ha demostrado tener en la residencia de Los Pinos, y, aunque se diga que hay despiste en torno a quien será el candidato tricolor, no se pueden hacer a un lado las palabras del ahora canciller, porque si se equivocó, fue en la forma, pero de que le atinó a que Trump sería presidente ya nadie se quiere acordar y hoy nuevamente se pudo haber equivocado en la forma, pero no en el personaje.
VA MI RESTO.- La convocatoria para elegir candidato presidencial señala que será por medio de la convención de delegados priístas el método para elegir a su abanderado. El registro de las personas que manifiesten interés de contender en el proceso interno del PRI será el domingo 3 de diciembre, ante la Comisión Nacional de Procesos Internos del partido, en un evento público que se llevará a cabo en la explanada del CEN del PRI.
Hasta el momento, ninguno de los equipos de los cuatro presidenciales que más se mencionan en la opinión pública, y en los pasillos del partido tricolor, han dicho “esta boca es mía” en torno a la convocatoria emitida, es decir ninguno, ni Meade (SHCP), ni Narro (Salud), ni Nuño (SEP), ni Osorio (Segob), ni ningún otro, han enviado señales de que se registrarán o no.
Lo cierto en todo esto, es que en horas previas a los tiempos electorales, el PRI es el partido que mayor expectación ha levantado en torno a quién será su abanderado y eso es otro ingrediente adicional en torno al juego de la silla.
Así el panorama tricolor, si el nombre del candidato surge en medio de la unidad y cierre de filas de sus militantes y seguidores las posibilidades de un triunfo en 2018 serán reales, pero si detrás de este proceso surgen desprendimientos de cuadros dirigentes, el escenario será a contracorriente, porque por un lado tendrán que perder tiempo en una operación cicatriz en lo interno y por otro, en lo externo, saldrán a buscar votos en una población que ha perdido la fe en sus representantes partidistas, situación última que afecta a todos los partidos políticos, pero con la agravante de hay un partido que lleva años en campaña.
En fin, hay quien dice que a Peña Nieto le trae suerte el número 27, porque fue el 27 de noviembre de 2011 cuando se registró como precandidato a la Presidencia de la República y también un 27 de noviembre, pero de 2010, se casó con Angélica Rivera, y el lunes de hoy lleva ese número, pero esa es una cábala más en toda esta liturgia que se procesa a todo vapor, y hasta ahí porque como veo, doy.