El PRD, sin nada qué ofrecer
¬ Augusto Corro jueves 23, Nov 2017Punto por punto
Augusto Corro
Tres partidos políticos se aliaron para participar como un frente en las próximas elecciones del 2018. En las organizaciones políticas se toman ya las medidas para esa justa electoral. Son muy importantes esos comicios, porque se elegirá al nuevo presidente de México.
Una de las coaliciones ya avanzó un buen trecho en la integración de partidos para formar el Frente Ciudadano por México (FCM). Ya casi tienen todo listo para la lucha. Sólo les falta algo importante: nombrar a su candidato a la Presidencia de la República.
En el mencionado frente se encuentran el Partido Acción Nacional (PAN), el Partido de la Revolución Democrática (PRD) y Movimiento Ciudadano (MC). El señalado en primer lugar es la organización política más fuerte de las tres.
El PRD es un partido en vías de extinción y el MC lucha por la supervivencia. El PAN, pues, es el fuerte y si se llega a funcionar la alianza, tendrá que ser un blanquiazul el elegido. Por lógica elemental, le tocaría a los panistas.
Los perredistas se encuentran en la peor etapa de su historia. En su principal bastión político, que es la Ciudad de México, ya son rechazados por la sociedad, pues se alejaron de ella. Basta conocer su papel nefasto en el caso de la desaparición de los normalistas de Ayotzinapa.
Los amarillos no pudieron superar esa negra historia que los marcó para siempre. El único perredista que intentó participar en una marcha de apoyo al lado de los padres que exigían la presentación con vida de los jóvenes, fue Cuauhtémoc Cárdenas, pero no se lo permitieron quienes participaban en la protesta.
Los gobiernos perredistas en la Ciudad de México perdieron la brújula. En el PRD se registró una desbandada de sus militantes que podría repetirse en esta temporada si no aceptan la manera de elegir al candidato presidencial.
¿Los panistas, por su parte, aceptarían que fuera su abanderado el jefe del gobierno de la Ciudad de México, Miguel Ángel Mancera? Esta es la interrogante que tendrá que despejar la cúpula política de la coalición. Por supuesto, el dirigente blanquiazul Ricardo Anaya, ya tiene todo arreglado para ser el ungido con la candidatura. Con morbo se espera ese choque de trenes. De todas maneras, los aspirantes a la contienda electoral que no resulten beneficiados tendrán que sacar a relucir el Plan B, que a estas alturas ya no les serviría.
Pero en la política a la mexicana siempre ocurre lo insólito y en esta ocasión no se descartan las sorpresas. ¿Usted qué opina amable lector? ¿Qué puede ofrecer el PRD para que el PAN y el MC le concedan el cargo más importante en disputa, el de candidato a la Presidencia de la República? Nada.
La situación de los perredistas es muy compleja. Si el PRD participara sin ningún aliado en los comicios de 2018, no dude en que tendría una derrota mayúscula. ¿Y qué sucederá con las candidaturas del FCM en la CDMX? Si las cosas son como parecen, la dirigente perredista, Alejandra Barrales, será la abanderada para competir por el gobierno capitalino. Falta por conocer quiénes participarán en la contienda como aspirantes a senadores, diputados, asambleístas y alcaldes.
NO PUEDE
De plano, el gobernador de Veracruz, Miguel Ángel Yunes Linares, de extracción panista-perredista, no le encuentra la cuadratura al círculo en materia de combate a la delincuencia.
De acuerdo con cifras de la organización civil Semáforo Delictivo, en la entidad 106 personas resultaron muertas por arma de fuego y 20 acuchillados o macheteados. Otros 20 perdieron la vida con otros instrumentos.
También se informó que octubre fue el más violento del presente año en la entidad mencionada, con 174 muertes dolosas.
A nivel nacional, Veracruz se posicionó en el tercer lugar con mayor número de homicidios. El primer lugar le correspondió a Baja California y el segundo a Guerrero.
Durante su campaña política Yunes Linares prometió que con él en el gobierno, en 60 días habría paz en su estado. Pasó más de un año y la violencia es más cruda.
Por otra parte, el panista-perredista también dijo que encarcelaría a su adversario político, el gobernador que saqueo a Veracruz, Javier Duarte. Sí, el ex mandatario ya se encuentra preso, pero nadie mueve un dedo para que se acelere su proceso penal. Ni hablar.