Fepade partidista
Ángel Soriano viernes 17, Nov 2017Desde el portal
Ángel Soriano
De fiscal independiente o autónomo se pasará ahora a fiscal partidista con la decisión del Senado de eliminar el conflicto de interés y permitir que éste sea militante o haya ocupado puestos de elección popular para ocupar el cargo, con lo cual evidentemente se cuestionarán las decisiones que asuma respecto a los conflictos que tenga que resolver, pues siempre habrá la sospecha de parcialidad.
Aunque en realidad la presunta independencia de las autoridades electorales nunca ha existido. Siempre hay la relación de que “el que paga manda” y en el caso de los consejeros electorales (como de los ministros o los legisladores), las votaciones siempre se dan a favor de quien paga muy buen precio por los votos, pero más que nada, ofrece ascensos a cargos más elevados, con más responsabilidades, pero con mayores privilegios.
Por ello, el aceptar la militancia partidista al nuevo fiscal no altera en nada la acción de la Fiscalía, pues en caso de que éste pretenda hacer realidad la independencia del cargo sabe que tendrá el mismo destino de Santiago Nieto; por ello más vale malo por conocido que bueno por conocer.
Sólo habrá que esperar que su actuación la asuma con ética y responsabilidad y se gane el reconocimiento de la sociedad y de los partidos.
Por lo demás, el Senado parece ser que agiliza sus actividades para destrabar los asuntos pendientes y sus integrantes tengan oportunidad de disfrutar de sus merecidos días de asueto, con abultados bonos, que le permitirán pasar un feliz fin de año ya sea en México o en el extranjero, pues los recursos de los que disponen, por servir a la patria con tan sabias decisiones, lo merecen.
TURBULENCIAS
Publicidad, Congreso en falta
Luego de la resolución de la Suprema Corte de Justicia de la Nación de regular la publicidad del Gobierno Federal y exhortar al Congreso a legislar al respecto, el presidente de la Mesa Directiva de la Cámara de Diputados, Jorge Carlos Ramírez Marín, indicó que efectivamente el Congreso está en falta, debió haber legislado en 2014, tenía un plazo para ello, hizo caso omiso de lo que él mismo se estableció como límite en un artículo transitorio de la ley respectiva. Después de estos años de omisión, pues es lógico que alguien se quejara.
El fallo es histórico, es positivo. Yo creo que ningún Poder debe estar exento del escrutinio y de la corrección que pudiera hacerle otro, sobre todo si es al que le corresponde como en este caso a la Corte.
¿Dónde encuentro el problema en la resolución? Yo creo que la Corte tiene razón en llamar a que el Congreso resuelva. Lo que encuentro un poco complicado, esperaremos a ver el engrose para entender la resolución en sus términos completos, es que la Corte pueda prever el resultado porque el proceso legislativo también es constitucional. Y, por ejemplo, el artículo 72, inciso G, dice: que un proyecto sólo puede ser discutido una vez en un periodo, en un año legislativo, es más, dice; lo que quiere decir: que si ese proyecto no fuera votado a favor, cosa que no puede prever la Corte, si no alcanzara la mayoría, tendría que regresarse, ya no podría ser votado otra vez y, entonces, se incumpliría el fallo que señaló la Suprema Corte.