Candidatos discapacitados
Freddy Sánchez martes 14, Nov 2017Precios y desprecios
Freddy Sánchez
Qué pasa con los independientes.
Salvo una minoría de los aspirantes presidenciales, los demás parecen condenados a “tirar la toalla” antes de que concluya el plazo para lograr el registro oficial de su candidatura, y si no lo hicieran, será más por orgullo y obstinación que por tener posibilidades reales de entrar en la competencia para la sucesión presidencial.
La recolección de firmas de apoyo ciudadano ha sido un reto prácticamente inalcanzable para casi todos los candidatos independientes. Aun así no han declinado en su propósito de llegar al plazo concedido por el INE a efecto de poder recolectar más de 800 mil rúbricas cada uno.
Los menos rezagados, hasta ahora son Margarita Zavala, con más de 72 mil firmas en su haber y diez veces más apoyos ciudadanos que su más cercano perseguidor, que es Jaime Rodríguez Calderón, y tras éste, María de Jesús, Patricio Martínez, Armando Ríos Piter y Pedro Ferriz de Con.
En un reciente recuento de los avances para la recolección de firmas, aparte de hacerse notar el magro resultado de la mayoría de los recolectores con la aspiración de llegar a Los Pinos, otro hecho lamentable quedó de manifiesto, en virtud a que siete aspirantes presidenciales independientes ni siquiera una sola firma han conseguido.
Y ante esta cruda realidad acerca de los escasos recursos materiales de los independientes para dar respaldo ciudadano a sus candidaturas a la Presidencia, es inevitable poner en consideración que las estructuras partidistas, especialmente las de los partidos con mayor trayectoria en las lides electorales, gozan de una posición por demás ventajosa sobre sus competidores sin abanderamiento partidista.
Entre otras razones, porque los partidos políticos pudieron optar por una fórmula a modo de sus intereses, a efecto de nombrar a sus candidatos presidenciales como mejor les pareciera para garantizar la nominación de sus preferidos sin exponerlos a interferencias y manipulaciones de grupos políticos adversarios y mucho menos teniendo que mandarlos a recabar firmas ciudadanas en apoyo a sus precandidaturas.
Y otra cosa han tenido a su favor los institutos políticos al disponer de amplio financiamiento para sus tareas de organización y proselitismo, además de contar con los medios idóneos para el control de sus clientelas electorales.
Es claro, por lo mismo, que los independientes, llegaron a la competencia por la primera magistratura del país, es absoluta desventaja con los prospectos presidenciales partidistas.
De ahí, que los sobrevivientes en la primera etapa de la recolección de firmas, entre los aspirantes independientes a la Presidencia, no sólo son pocos, sino con escaso o nulo apoyo de una plataforma operativa que les permita cumplir fácilmente con los requisitos legales impuestos para conseguir el registro de su candidatura ante el INE.
Si acaso Margarita Zavala y “El Bronco”, tomando en cuenta como pintan las cosas en este momento, podrán entrar en la batalla formal para la sucesión presidencial del 2018.
Lo que además está por verse y no es un hecho todavía por las grandes desventajas que afrontan los aspirantes ajenos a los partidos políticos que pretenden contender por la primera magistratura.
Y es que los aspirantes independientes a la Presidencia parecen estar buscando el registro de su candidatura con tantas limitaciones y sin mayor amparo de la ley que bien podrían ser vistos como desprotegidos candidatos discapacitados.