Reos y justicia
¬ Augusto Corro lunes 13, Nov 2017Punto por punto
Augusto Corro
Todos sabemos que en las prisiones son tantos los problemas, algunos fatales, que si no los atienden estallan.
En los últimos años la violencia es el pan de cada día en los penales. ¿Una de las causas? La sobrepoblación de internos.
Legisladores y autoridades decidieron aplicar un nuevo sistema de justicia penal. Hacer menos infernales los reclusorios.
Para tal fin se aplicó el nuevo sistema de justicia penal que, con leyes menos severas, de 2015 a la fecha permitió que 11 mil reos lograran salir de las cárceles de la Ciudad de México (CDMX).
Así, un delincuente no tuvo tantos obstáculos para alcanzar la libertad y su reinserción en la sociedad.
¿Esa persona recién liberada recibió alguna orientación para no volver a delinquir? Lo dudo. No le quedaba otro camino que hacer lo mismo. Y repetir la historia.
En ese círculo vicioso se vive en la CDMX. ¿Cómo se pondrá fin a los innumerables asaltos a los capitalinos? Ni idea.
El combate a la delincuencia, si de veras se pretende hacerlo efectivo, tendrá que ir a fondo, con una educación preventiva. Que no ocurrirá.
Por ahora, existe la certeza de que no funcionó la idea de dejar en libertad a las personas que cometieron delitos menores. ¿O sí?
LA RECONSTRUCCIÓN
El tiempo avanza y la reconstrucción de la Ciudad de México (CDMX) se atrasa. Claro que no es fácil realizar un proyecto de esa dimensión de la noche a la mañana.
Sin embargo, los damnificados ya empiezan a demostrar su inquietud por la lentitud de la aplicación del plan.
El terremoto del 19 de septiembre causó la muerte de 228 personas y afectó a más de 3 mil inmuebles en la CDMX, entre los que se derrumbaron y aquellos que siguen de pie, pero con daños considerables.
Como si se tratara de un tema frívolo las autoridades de los tres niveles practican su tradicional burocratismo y hacen lenta la entrega y aplicación de recursos para la reconstrucción.
Los damnificados decidieron iniciar sus protestas con cierres de avenidas. El daño llega a terceros que tienen que vivir horas de desesperación en los congestionamientos vehiculares.
El conflicto apenas empieza. Los proyectos del gobierno lentos e irreflexivos de alguna manera influirán en las elecciones del próximo año. En términos castizos se podría decir que cosecharán lo que ahora siembran, con tanto desdén e irresponsabilidad. Poco o nada les importa que los damnificados duerman en las plazas públicas, lejos del calor del hogar.
AGUA Y ACEITE
En algunos medios se comenta el avance del Frente Ciudadano por México (FCM). Para algunos politólogos la alianza (antinatural) sí será posible.
Para otros, la duda está presente. ¿Lograrán los tres partidos PAN, PRD y MC la anhelada unidad para participar, con resultados positivos, en las elecciones del próximo año?
El principal obstáculo que amenaza la alianza es la designación del candidato a la Presidencia de la República. De acuerdo con el peso de los partidos que la integran, Acción Nacional es la organización más fuerte y se supone que el abanderado presidencial tendría que ser blanquiazul.
En el PAN son dos candidatos que aspiran a la máxima candidatura: Ricardo Anaya, el líder del PAN y Rafael Moreno Valle, ex gobernador de Puebla.
En el empeño para la alianza, Anaya es el panista que más entusiasmo mostró por la unidad partidista con el PRD y MC. El que, desde un principio, negoció con Alejandra Barrales, del PRD.
Si se aplicara la lógica, el presidente panista sería el abanderado frentista. Claro, Alejandra Barrales, la dirigente del PRD, conseguiría la candidatura para la contienda en busca del gobierno de la CDMX.
¿Y los otros aspirantes del FCM que desean la candidatura presidencial aceptarán, sin chistar, la designación que favorezca a Anaya? Nadie sabe qué ocurrirá, pero no se tratará de una situación tersa, de amistad duradera. ¿O sí?
BENDITA CHAMBA
Seres privilegiados aquellos que se dedican a la “grilla” y luego resultan beneficiados como senadores o diputados.
Por ejemplo, leemos, sin sorpresa alguna, que el Congreso de la Unión aportará una bolsa de 667.7 millones de pesos del Presupuesto de Egresos de la Federación (PEF) 2018, para el retiro de los 500 diputados y 128 senadores, que integran la 63 Legislatura.
Y si le interesan las matemáticas, le informamos que al Congreso de la Unión se le otorgarán 13 mi 344 millones en conjunto.
La Cámara de Diputados tendrá un presupuesto de 8 mil 439 millones, y el Senado 4 mil 905 millones de pesos para el próximo año. ¿Algún comentario?