Alerta electoral en estados (I)
Ramón Zurita Sahagún jueves 9, Nov 2017De frente y de perfil
Ramón Zurita Sahagún
Atentos como estamos al desenlace de los futuros candidatos presidenciales de los partidos, poca atención se pone a los posibles candidatos que habrán en los nueve estados en que se elegirán gobernadores.
De esos nueve estados, seis de ellos son considerados fundamentales para el triunfo del candidato presidencial, por lo que se les pone especial atención.
Ciudad de México, Veracruz, Jalisco, Puebla, Guanajuato y Chiapas, son las entidades segunda, tercera, cuarta, quinta, sexta y octava en número de habitantes del país, solamente detrás del Estado de México.
En ellas se concentran más de un tercio del total de distritos electorales federales del país y junto con Tabasco, Yucatán, Morelos, ayudarán a la definición de triunfo y derrotas para los candidatos presidenciales y la conformación del Congreso de la Unión.
De esos nueve estados, dos están gobernados por el PRI, uno más por el Verde, tres por el PAN y tres más por el PRD.
Y aunque parece repartido equitativamente el control de las entidades, la realidad muestra que los estados tres, cinco y seis, representan una sexta parte de los distritos electorales del país y en ellos gobierna Acción Nacional, mientras que el PRI lo hace en el cuarto (Jalisco) y en uno de los pequeños (Yucatán).
Al perredismo le corresponde el segundo y dos pequeños en número de habitantes, Tabasco y Morelos. Los Verdes mantienen la administración de Chiapas, octavo en número electores.
Sin embargo, esa conformación de los actuales gobiernos no parece repetirse en los resultados que se advierten para el proceso electoral del primero de julio. Los peores augurios parecen ser para el priísmo, toda vez que su perla dentro de este grupo compacto se encuentra en riesgo.
Jalisco, gobernada por el priísta Jorge Aristóteles Sandoval Díaz, muestra enfado hacia este partido y la forma de administrar la entidad por el joven mandatario, donde el padre del mismo Leonel Sandoval se ha visto inmiscuido en asuntos de gobierno.
En alguna ocasión, al inicio del sexenio de Jorge Aristóteles, Leonel Sandoval intentó ser presidente del Tribunal Superior de Justicia, del que ya era magistrado, por lo que su hijo debió intervenir para hacerlo desistir.
Después se divulgaron algunas supuestas intromisiones del padre en varios asuntos, hasta que fue tanta la presión que el propio gobernador pidió a su padre solicitase licencia a su cargo de Magistrado del Tribunal Superior de Justicia y sacara las manos del proceso electoral intermedio en esa entidad hace dos años.
Leonel Sandoval apoyaba la candidatura a alcalde de Guadalajara del priísta Ricardo Villanueva Lomelí, quien finalmente perdió la elección ante el hoy alcalde Enrique Alfaro.
Alfaro encabezó la cruzada de Movimiento Ciudadano que se convirtió súbitamente en el principal partido en esa entidad que fue dominada por décadas por priístas y panistas. En 2012, sin apoyo del PRD, Alfaro estuvo a punto de arrebatarle la plaza a los priístas y dejó lejos a los panistas que desde entonces no han podido recuperarse en la entidad.
Hoy, Movimiento Ciudadano es el gran favorito para ganar la elección estatal el primero de julio de 2018 y de confirmarse el Frente Ciudadano por México, la candidatura al gobierno estatal le correspondería al hoy alcalde Guadalajara. La alianza PAN, PRD, MC, confía en que Jalisco sea uno de sus grandes triunfos.
Después de Alfaro se sitúan Morena que ha tenido un gran crecimiento en las preferencias electorales y priístas, que van muy cerca uno del otro y solo depende de los nombres de los candidatos.
Morena parece ya definido con el diputado federal Carlos Lomelí Bolaños y en el PRI se espera que repita como abanderado el senador con licencia Arturo Zamora Jiménez, quien hace doce años estuvo a punto de arrebatarle la victoria al panismo.
Lomelí Bolaños es un empresario farmacéutico que ya compitió en dos ocasiones como candidato de la izquierda al Senado de la República, perdiendo en ambas, pero mostrando un gran crecimiento electoral hace cinco años.
Zamora Jiménez es actualmente dirigente nacional del casi inexistente sector popular del PRI, pero es uno de los pocos políticos sensatos que expresan abierta opinión al dirigente nacional del tricolor Enrique Ochoa Reza.
Arturo no quiere entrar nuevamente en la competencia y Jesús Casillas Romero, el otro senador priista, prefiere hacerse de lado.
Yucatán es el otro estado, de los nueve en contienda electoral en 2018, gobernado por el PRI. Rolando Zapata Bello es su gobernador que mantuvo la entidad que recuperó para el partido tricolor años antes Ivonne Ortega Pacheco.
Rolando fue la apuesta de Ivonne para gobernador y para cerrarle el camino a Jorge Carlos Ramírez Marín, quien continúa aspirando a la candidatura.
Hoy Ortega Pacheco y Zapata Bello intentan meter como candidato al gobierno estatal a uno de sus incondicionales y se encuentran en una relación sumamente deteriorada, con Ivonne presentándose como la rebelde priísta que aspira a la candidatura presidencial.
Esa rebeldía de Ivonne Aracely mantiene dividido al priísmo yucateco, donde Emilio Gamboa Patrón tiene una gran influencia e intenta maniobrar para empujar a su favorito.
Yucatán que parecía una entidad tersa para mantener al priísmo como el partido mayoritario comienza a desmoronarse y aunque el panismo no muestra mucho crecimiento, mantiene bajo su control el principal ayuntamiento de la entidad, el de Mérida, donde se concentra cerca del 50 por ciento de la población total del estado.
Desde la capital del país, el presidente de la Cámara de Diputados y ex titular de SEDATU, Jorge Carlos Ramírez Marín, presiona para convertirse en candidato a gobernador.