El problema de la identidad
¬ Augusto Corro jueves 9, Nov 2017Punto por punto
Augusto Corro
De acuerdo con las reformas al Código Civil de la Ciudad de México, los padres de familia podrán elegir el orden de los apellidos de sus hijos en el acta de nacimiento.
El juez tendrá que respetar la decisión de los progenitores.
En la nueva ley también se contempla que el orden los apellidos acordados se considerará para los hijos del mismo matrimonio.
Cuando no haya acuerdo entre los progenitores, el juez dispondrá el orden de los apellidos.
Será interesante conocer la actitud de los padres de familia ante esa opción de colocar en el primer lugar el apellido paterno o materno.
En México, a diferencia de otros países, se consideró como una tradición que el apellido paterno siga al nombre.
Por otra parte, la autoridad exhortará a quien presente al menor para registrarlo, que su nombre no sea objeto de burla.
Era una costumbre que el nombre de la persona se tomaba del santoral del calendario por la fecha de nacimiento. De ahí que mucha gente tenga nombres raros. O bíblicos en una mayoría.
Después los nombres de famosos, en el deporte o en el espectáculo, se hicieron populares y padres jóvenes no tardaron en aplicárselos a sus hijos.
Por cierto, el apodo o sobrenombre también tiene su importancia en nuestro país. En la nota roja, el alias o mote del delincuente forma parte del nombre propio. Por ejemplo, a Joaquín Archivaldo Guzmán Loera, el narcotraficante que es conocido como “El Chapo” Guzmán.
Muchas personas se acuerdan más de sus amigos por el alias que por el nombre.
¿Usted amable lector se encuentra conforme con la colocación de los apellidos en su nombre? ¿Qué opina?
Primer responsable de edificio colapsado
La policía capturó al responsable de la construcción (DRO) del edificio que colapsó en Zapata 56, delegación Benito Juárez.
El detenido, cuyo nombre no fue proporcionado, por homicidio culposo eventual tendrá que responder a varias preguntas de las autoridades.
El inmueble, sacudido por el sismo del 19 de septiembre, mostró varias irregularidades de acuerdo al dictamen pericial. Se cumplió con la primera orden de aprehensión en contra de un responsable de construcción. Las autoridades dijeron que hay 184 carpetas de investigación sobre los inmuebles colapsados.
En el caso de Zapata 56, según los investigadores, el peritaje forense reveló lo siguiente:
“La memoria de cálculo del inmueble no corresponde con los cálculos estructurales; la cimentación no corresponde con lo asentado en el estudio de mecánica de subsuelo ni cuenta con aceros ni dimensiones para soportar la edificación, la cual, además, no tenía constancia de seguridad estructural”.
En fin, se trata de un resumen de términos técnicos que llevan a la siguiente conclusión: se construyó mal. El Director Responsable de Obra (DRO) deberá rendir cuentas ante la justicia, pues el edificio tenía menos de cinco años de antigüedad. En el derrumbe fallecieron dos personas.
Las autoridades tendrán que agilizar su trabajo, porque a más de un mes de tragedia que sacudió a la Ciudad de México, las investigaciones caminan muy lento.
El mercado negro
En la Ciudad de México se conjugan varios factores que favorecen a la delincuencia. Uno de estos es la impunidad y otro el mercado negro para todo lo robado.
Por ejemplo, hay tianguis, deshuesaderos, etc., donde se vende la mercancía u objetos mal habidos.
A lo anterior debe agregarse el beneficio que los delincuentes encontraron en la implementación del Sistema Penal Acusatorio, en el que el robo en cualquiera de sus modalidades no se sanciona de manera ejemplar.
Esto provoca que quienes son encarcelados, tarden más en entrar que en salir de la prisión. Los mismos policías es posible que ni siquiera sepan qué hacer con un ratero sorprendido en flagrancia. ¿Detenerlo? ¿Dejarlo ir?
Con un poco que se sobrepasen las autoridades en el trato a los delincuentes, rápido les caen los inflexibles representantes de los derechos humanos.
Debido al incremento en los delitos en la Ciudad de México, los especialistas manifestaron que es necesario acabar con la impunidad.
Se necesita pues revisar las leyes: Hacerlas más severas. Las normas vigentes parece que son la burla de la delincuencia.
Deben buscarse otras rutas para combatir a los ladrones. La población nunca se acostumbrará a vivir en la violencia.