PT, Alberto Anaya, los Salinas y AMLO: una historia vinculante
Roberto Vizcaíno martes 31, Oct 2017Tras la puerta del poder
Roberto Vizcaíno
No están en las primeras planas, ni ocupan espacios en revistas del corazón como Hola! o Caras de Televisa, pero han ingresado durante los 27 años anteriores al menos 220 millones de pesos al año.
Surgieron y se consolidaron como grupo revolucionario de súper ultra izquierda al amparo de Carlos y Raúl Salinas.
Y consolidaron su futuro en 1990 al crear el Partido del Trabajo.
Con Alberto Anaya siempre a la cabeza, el pequeño núcleo ha transitado desde entonces por el Senado y la Cámara de Diputados.
Anaya es el mejor ejemplo de cómo se hace dinero desde la política de oposición.
Sólo hay que ver los registros financieros de las autoridades electorales, primero IFE y ahora INE, para confirmar una exitosa y muy lucrativa dirigencia partidaria.
Estos registros indican que de 1997 –en que se inauguró el sistema de prerrogativas, o financiamiento público a partidos políticos–, el presidente vitalicio del PT Alberto Anaya ha recibido sólo del IFE e INE 4 mil 634 millones 137 mil 478 pesitos.
Es decir: de a 220 millones 673 mil 213 pesos por año.
¿Y Usted cuánto ha logrado ingresar sin broncas ni con la monserga de dar cuentas de ellos en un año?
Aclaro que sólo del IFE e INE porque Anaya, el PT, su grupo y familia ahora sabemos reciben otros milloncejos de otras muchas partidas federales y estatales.
Es el caso de su esposa, la dulce maestra Guadalupe Rodríguez Martínez a quien la Unidad de Investigaciones Financieras de la PGR-Hacienda le acaba de descubrir otro negociazo.
Resulta que el gobierno de Jaime Rodríguez, El Bronco, en Nuevo León, le transfirió 100 millones de pesos a cuentas personales de la dulce maestra, quien administra 72 Centros Infantiles, de los conocidos como Cendis, en 12 estados.
Carlos Loret, de Televisa, en una de sus entregas en El Universal, afirma que de 2009 a 2017 doña Lupita ha ingresado más de 4 mil millones por esta noble tarea de cuidar niños.
Y es que la dulce esposa de Anaya, ingeniosa y emprendedora faltaba más, como para demostrar que en una pareja de izquierdas pues la mujer tiene que ganarse el sustento y no depender de los ingresos del marido, cobra a padres de familia por cuidarles a sus hijos al tiempo que recibe subsidios de diferentes áreas gubernamentales federales y estatales.
Negocio redondo, pues.
Sólo que ahora doña Lupita, va a tener que explicar tras las rejas cómo fue que de los 100 millones que le depositó El Bronco, 62 millones fueron a parar a sus fondos de inversión y el resto a través de 24 depósitos y cheques personales a cuentas también personales de otros petistas.
Eso a pesar de que tanto Anaya como su jefe político del momento (o barco usado por Betito Anaya para encubrir sus malas artes) Andrés Manuel López Obrador afirman que es una persecución del perverso presidente Enrique Peña Nieto por su alianza de izquierdas para ganar la Presidencia en 2018.
Origen es destino
Mire Usted, no hay más que darle seguimiento a la honorable vida de Alberto Anaya para confirmar la máxima de Ortega y Gasset de que “origen es destino”.
Todo inició allá por los 70 cuando al amparo de la Guerra Fría, la Revolución Cubana y la Guerra de Vietnam y en México se gestaba el 68 surgió un grupo de jóvenes no sólo inmensamente ricos sino idealistas..
¿Nombres?
Carlos y Raúl Salinas de Gortari; Hugo Andrés Araujo, Alberto Anaya, Gustavo Gordillo, Rolando Cordera, Emilio Lozoya Thalman, Adolfo Orive Bellinger y otros más.
Los Salinas y Orive eran ya ricos, sus padres habían sido titulares de Secretarías y parte de grupos del poder.
Adolfo Orive Alva lo fue de Recursos Hidráulicos con Miguel Alemán y Raúl Salinas Lozano de Comercio, con Adolfo López Mateos.
El hijo del primero, Adolfo Orive Bellinger, se fue a Europa y formó parte del grupo de estudios del francés Charles Bettelheim, teórico marxista de la Revolución Popular Cultural de China.
Al regreso, Orive Bellinger fue el factor para que el maoísmo se apoderara del grupo.
Se gestó primero Política Popular con su consecuencia en Línea de Masas y después Línea Proletaria, origen de acción e ideología (se afirma), de cuando menos el movimiento armado más espectacular del momento: el del Ejército Zapatista de Liberación Nacional y del mito hecho realidad, el del subcomandante Marcos.
Así surgieron los movimientos de Tierra y Libertad en Coahuila y Nuevo León y luego, al amparo económico y político de los Salinas y de Orive, se formaron las brigadas de Línea de Masas que fueron a comunidades indígenas de Guerrero, Oaxaca, Chiapas, Durango y las ciudades de Torreón, Monterrey y Monclova, así como a la Huasteca Hidalguense para hacer trabajo de organización comunitaria. En grupos sociales fértiles la experiencia proletaria de “Tierra y Libertad” de Torreón, se extendió a Gómez Palacio, San Pedro de las Colonias, Emiliano Zapata y Francisco I. Madero ya entonces bajo el liderazgo del buen hombre que era entonces Alberto Anaya.
De ahí surgiría años más tarde, bajo el financiamiento y dirección de Raúl Salinas la idea de formar al Partido del Trabajo.
Y todo se pervirtió
Carlos se fue a Harvard y Raúl se preparaba para ser presidente de la República.
Así nacieron “Antorcha Campesina” -una especie de organización de “porros” campesinos de ultra izquierda- y luego el Partido del Trabajo, dirigido por Anaya. Todo se había distorsionado.
A Los Pinos en lugar de Raúl llegó Carlos. Luego ya todos supimos en lo que aquello se convirtió. Raúl fue a la cárcel, hubo asesinatos de por medio, los de Luis Donaldo Colosio y José Francisco Ruiz Massieu, los más sobresalientes.
Estalló el movimiento zapatista y el maoísmo en manos de Anaya se convirtió en el gran negocio relatado al inicio de esta columna.
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