A recuperar el tesoro público
¬ Augusto Corro martes 31, Oct 2017Punto por punto
Augusto Corro
Si se recupera el dinero robado por los gobernadores y se invierte en la reconstrucción del México dañado por los terremotos, ¿Qué sucedería? Pues algo positivo. Se contaría con recursos suficientes para superar las tragedias que nos dejaron los sismos y que ensombrecen a México.
Rescatar miles de millones de pesos y destinarlos a la construcción de viviendas sería un gran paso para superar un sinnúmero de carencias de los damnificados que se encuentran en las zonas dañadas por los temblores.
La Auditoría Superior de la Federación (ASF) ya informó de la desviación de cantidades exageradas de dinero en el sexenio reciente en los gobiernos de Veracruz, Quintana Roo y Chihuahua. Sin embargo, es lenta la devolución del tesoro público saqueado.
Con esa riqueza, el gobierno no tendría que representar el papel de limosnero y solicitar ayuda para atender a los miles de afectados por los ataques de la naturaleza, como son los sismos y los huracanes. Sólo falta darle agilidad a los trámites para recuperar lo robado.
No es mala idea que esos recursos económicos se destinen a la reconstrucción y construcción de casas dañadas por los terremotos, pero no se ve cómo se podría lograrlo. Las autoridades mexicanas no parece que les interese mucho juzgar a los ex gobernadores y obligarlos a devolver el dinero mal habido.
En esas condicione no dejan de ser un sueño la devolución del dinero saqueado y el castigo para los corruptos. Al paso que va la justicia, los ex gobernadores se sienten intocables. Saben, porque así ocurrió en muchos casos, que el tiempo es su mejor aliado y que se empezarán a olvidar sus pillerías.
La suma de lo robado por los ex mandatarios alcanzaría a dotar de vivienda propia a los miles de personas que perdieron su casa.
Dos de los ex gobernadores ya se encuentran en prisión. Javier Duarte, el veracruzano, está en el Reclusorio Norte; Roberto Borge, de Quintana Roo, en Panamá. Sólo falta César Duarte, de Chihuahua, quien busca la nacionalidad estadounidense para evitar la extradición.
En fin, recursos económicos sí hay, pero es necesario y urgente recuperarlos, porque hacen mucha falta para aliviar las carencias de miles de mexicanos flagelados por los sismos y los huracanes.
RIQUEZA OFENSIVA
En el Frente Ciudadano por México (FCM) tiene a dos de sus principales dirigentes señalados por su riqueza económica inexplicable.
Nos referimos a Ricardo Anaya Cortés, del PAN, y Alejandra Barrales, del PRD.
Como se informó, tres son los partidos (más bien sus dirigentes) que optaron por aliarse para participar en las elecciones del próximo año: PAN, PRD y MC. Este último encabezado por Dante Delgado Rannauro.
La vida se le complicó a los dos primeros. Por ejemplo, a Anaya Cortés, de Acción Nacional, se le acusó de enriquecerse escandalosamente. No sólo a él, sino también a su familia política.
Según los detractores del blanquiazul, su capital es de cientos de millones de pesos en empresas inmobiliarias, en Querétaro. En la misma situación de riqueza inexplicable se encuentra la dirigente del Partido de la Revolución Democrática (PRD) que también tiene su “depa” en Miami y una casa en las Lomas de Chapultepec.
El valor del “depa” de Miami es de un millón de dólares. Su residencia en México vale 13 millones de pesos.
Sólo falta reconocer a cuánto asciende la fortuna de Dante Delgado Rannauro, para que le permitan formar parte del Club Inmobiliario, mejor conocido como el Frente Ciudadano por México.
En fin, los citados dirigentes, Anaya y Barrales, se olvidaron de ideologías y optaron por el enriquecimiento, apoyados en sus cargos públicos. Se entiende la actitud del panista, aunque no se justifica. Con Barrales, la situación es otra, porque se dice dirigente de izquierda, pero su corazón es de simple capitalista.
DIVISIONISMO
En Acción Nacional siguen los pleitos al rojo vivo. Los panistas viven una etapa de enfrentamientos e indecisiones.
En la lucha principal participan dos grupos: los calderonistas y los anayistas. También están los seguidores de Rafael Moreno Valle, aunque no participan con los mismos bríos de sus adversarios.
El propio Anaya Cortés, presidente nacional del PAN, es quien dirige a sus huestes. En el lado opuesto, el de los calderonistas, es el devaluado ex presidente Felipe Calderón el jefe de los inconformes.
La pugna apenas empieza y es Anaya Cortés quien luce ya como vencedor, aunque se debe entender que no todo está escrito. En la primera etapa del combate resultó ganador. Logró que su principal oponente, Margarita Zavala de Calderón saliera del partido. El camino quedó libre para el “joven maravilla” que aspira a la candidatura presidencial del 2018.
Ante esa situación, Margarita decidió salirse del PAN para enarbolar la bandera de independiente. Sin embargo, su marido, Felipe, se quedó en esa organización política para enfrentar a sus enemigos o para acabar de enterrar a su partido, que por ahora agoniza.
La derecha a la mexicana en el presente se encuentra tan dividida como la llamada izquierda. ¿Usted qué opina amable lector?