Los milagros existen
Freddy Sánchez jueves 26, Oct 2017Precios y desprecios
Freddy Sánchez
A estas horas sigue siendo un misterio la verdadera causa de la rotación de mando en el liderazgo priísta en la Ciudad de México.
La suposición de que el PRI no sólo irá por su segundo mandato presidencial consecutivo, después de su retorno a Los Pinos, sino que también buscará con ahínco el gobierno capitalino, parece más un buen deseo que una posibilidad creíble.
Con un electorado sin gran entusiasmo para acudir a las urnas; dos partes de éste con inclinaciones a favor de Morena y el PRD (más quizás actualmente del lado de López Obrador), y los pocos electores restantes con disposición de votar, repartidos entre panistas y priístas, realmente se ve difícil que el priísmo logre alzarse con el triunfo en la elección del próximo año para el mandato capitalino.
Todo indica que la izquierda seguirá teniendo la voz cantante en los asuntos de gobierno en la Ciudad de México, con apoyo electoral principalmente para el candidato o la candidata que decida postular el partido del tabasqueño, por lo que haber mandado a un político como Eruviel Ávila para dar la cara por el priísmo capitalino, parece más un entierro que una resurrección para el mexiquense.
Dos grandes factores en contra tendrá el nuevo dirigente del PRI en la capital, siendo el más crítico la opinión generalizada de los habitantes de la ciudad en rechazo al PRI, lo que para cambiar requeriría además de una campaña proselitista intensiva y pocas veces vista, mucho dinero para impulsarla.
Esto último, que bien podría ser lo primero, lógicamente el PRI tendrá que hacerlo para respaldar la candidatura presidencial de quien a fin de cuentas por el mes de diciembre surja como nominado y deba tener a su plena disposición toda la maquinaria electoral del priísmo y por supuesto la mayor parte de sus recursos financieros disponibles.
Con qué fondos y apoyos de distinta índole, el actual dirigente capitalino del Partido Revolucionario Institucional, Eruviel Ávila, podría resucitar el cadáver del PRI en la Ciudad de México, lo que definitivamente no ha sucedido en al menos las cuatro últimas elecciones presidenciales.
Por sí solo tras los resultados electorales en la entidad mexiquense, en que los priístas no ganaron rotundamente, el ex gobernador del Estado de México, de plano parece no tener medios propios para alentar a los capitalinos a darle la espalda a la izquierda y devolverle al Revolucionario Institucional la posibilidad de ser gobierno en la ciudad capital.
Los recursos para lograrlo en la actualidad son míseros, el tiempo que se tiene para una extraordinaria empresa como esa es poco y si agregamos que Eruviel perdió más que ganar popularidad durante su gobierno en el Estado de México, el pronóstico sobre posibilidades de un gran triunfo electoral del PRI en la Ciudad de México, es a todas luces fantasioso.
Realmente sería una sorpresa que los priístas lograran ganar el gobierno en la capital, algo mucho más inesperado que su segunda ronda presidencial después del 2108, lo que incluso un buen porcentaje de la población pone en duda.
Y justamente por esa razón es de creer que el priísmo “no gastará su pólvora en infiernitos” alentado lo que podría ser catalogado como “un sueño imposible”, al querer seguir al frente de la primera magistratura de la nación y también retomar el mando gubernamental en la capital.
En las actuales circunstancias que vive el país, según parece, a lo que más puede aspirar el PRI es a no volver a salir “con cajas destempladas” de Los Pinos y tratar de conservar presencia relativamente importante en las cámaras legislativas, porque eso del “carro completo” para los priístas simplemente “está en chino”, aunque naturalmente los milagros existen.