¿Este año es maligno?
¬ Salvador Estrada martes 24, Oct 2017Folclor urbano
Salvador Estrada
Primero fue llamada La Ciudad de los Palacios y La Región más Transparente, y luego La Ciudad de la Esperanza, y ahora, con tanta ruina ¿qué nombre tiene la Ciudad de México?
Tantas desgracias han pasado en la gran capital de la República y en el interior del país en un año, que no sabemos si Dios se olvidó de nosotros o nosotros nos olvidamos de Él.
Las primeras desgracias fueron los huracanes que se dejaron venir contra nuestras costas en el Golfo y en el Pacífico, y fue tal su poder que causaron graves daños en casas, edificios y calles. El resultado: muertos y damnificados.
Vienen después dos fuertes sismos que derrumbaron en la ciudad y en Xochimilco, casas, edificios, iglesias y también destruyeron cientos de hogares y templos coloniales en Oaxaca, Chiapas, Puebla y Tlaxcala.
Muertos y heridos cayeron con los sismos y cientos están damnificados y viven en la calle.
Los sismos “nos rompieron la madre” en la Ciudad de México, al caer el monumento de piedra que se erigió en su nombre y que se despedazó en el suelo, y por si fuera poca cosa, se cayó La Esperanza, escultura de Manuel Tolsá, que se encontraba en la cercanía del campanario de la Catedral Metropolitana, junto con La Fe y La Caridad. Nos quedamos sin madre y sin esperanza.
La Ciudad de México vive con miedo. Sus habitantes están temerosos, no sólo porque vuelva a temblar, sino por asaltos a mano armada o robos en las casas.
Los atracos en restaurantes o taquerías en este año, algo nunca visto, cometidos por tres o cuatros jóvenes pandilleros, fueron frecuentes, lo mismo que los robos a joyerías, donde los rateros usan mazos para romper los aparadores y saquearlos.
Y en este 2017 se cometieron asesinatos en diversos estados del país, de presidentes municipales, van 22 y de ex jefes policiacos y en funciones. También en lo que va del sexenio fueron asesinados 11 periodistas y hasta ahora no hay detenidos. La impunidad es la que impera, no la justicia.
La muerte persigue a las mujeres. En el Estado de México han proliferado los feminicidios, sobre todo en Ecapetec, aunque también en la capital de la República han aparecido mujeres asesinadas.
Los homicidios crecen. Aumentaron 23 por ciento, según Gobernación. En este año, que parece maligno, se han registrado 21 mil 200 víctimas de asesinato en el país. El estado de Guerrero es el número uno en ejecuciones con mil 726, cometidos de enero a septiembre. El pasado fin de semana se registraron en esa entidad 16 homicidios en dos días. En Baja California Sur 35 personas fueron muertas a balazos en una semana.
En la capital y en otros estados se han soltado los diablos y andan de allá para acá, haciendo de las suyas.
Pese a tantas muertes y tantas desgracias que se están registrando, los mexicanos no se doblegan y se busca animarlos con conciertos en el Zócalo y con el desfile de alebrijes y ya se prepara el desfile del Día de Muertos.
La oración de los creyentes y de los devotos guadalupanos para combatir al maligno y regrese la paz, la justicia y se ayude a los damnificados, se está aplicando en los templos católicos del país.
Ante tanta desgracia piden a Dios que no se olvide de nosotros, aunque muchos ya se olvidaron de Él.