UNAM mapea fracturas en suelo de la Ciudad de México
¬ AAPAUNAM jueves 19, Oct 2017AAPAUNAM INFORMA
Jorge Delfín Pando
La Universidad Nacional Autónoma de México, a través del Centro de Geociencias, proporcionará información valiosa para la planeación de la reconstrucción de la urbe después del sismo del pasado 19 de septiembre, además valorará la extracción del agua como factor detonante que pone en evidencia las debilidades que existen en el suelo, ya que el estrés hídrico del subsuelo se consolida y compacta, y las irregularidades se manifiestan y propagan hacia la superficie, señaló la académica e investigadora Dora Carreón Freyre, del Centro de Geociencias de esta entidad universitaria.
De acuerdo al diseño de un mapa permite conocer en dónde se ubican las principales fracturas que afectan la infraestructura de la Ciudad de México, por lo que es posible obtener información valiosa, sobre todo, para la planeación de la reconstrucción de la urbe. Este proyecto es impulsado por el Centro Nacional de Prevención de Desastres (Cenapred) y por la UNAM y permite identificar la vulnerabilidad física del suelo de la Ciudad de México (susceptible a fracturarse) y estimar la fragilidad social en zonas de fracturamiento, pues este problema afecta de diferente manera a la población, dependiendo del nivel socioeconómico.
La universitaria ha trabajado en estos temas en la Ciudad de México desde 2007, cuando una fractura se abrió repentinamente en la delegación Iztapalapa y se realizó el mapa de fracturas en esa demarcación entre 2008 y 2012, años en los que se laboró con los delegados en turno para contribuir a disminuir el riesgo asociado para la población mediante una zonificación adecuada y el diseño de distintas medidas de mitigación”.
Esto fue lo que llevó al Cenapred a buscar al equipo de Carreón Freyre, con objeto de ampliar la búsqueda y cartografía de dichas fracturas que se encontró afectan a 15 de las 16 delegaciones de la Ciudad de México, aunque las que tienen mayor número corresponden a Benito Juárez, Cuauhtémoc, Iztapalapa, Tláhuac y Xochimilco.
Al comparar los mapas de fracturas con los sitios dañados por los sismos de 1985 y 2017, se identificó que los edificios colapsados se sitúan en las zonas con más fracturas, especialmente en las delegaciones Benito Juárez y Cuauhtémoc. “Ambas se ubican en una especie de fosa delimitada por dos fallas, que atraviesan la ciudad de norte a sur”. En el caso del área de gran afectación al sur de Iztapalapa, limitando con Tláhuac, recalcó que se trata de fracturas que ya estaban reportadas y que en el último sismo se manifestaron como desplazamientos verticales del suelo, de casi un metro. Sobre el origen de estas fracturas en nuestra metrópoli, el principal motivo es el contraste entre los materiales volcánicos y los de relleno del lago.
No hay que olvidar que la extracción del agua es factor que detona y pone en evidencia las debilidades que ya existían en el suelo.
Para concluir resaltó que las fracturas no son aleatorias y se pueden cartografiar y predecir hacia dónde se propagarán, que es el objeto de este trabajo. Recordó que la Ciudad de México se hunde en promedio de 20 a 30 centímetros al año, por lo que esos desplazamientos deben ser considerados en un plan de reconstrucción a corto y mediano plazos.
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