Rebelión magisterial
Alberto Vieyra G. viernes 13, Oct 2017De pe a pa
Alberto Vieyra G.
La aguerrida sección 22 del magisterio nacional de la Coordinadora Nacional de los Trabajadores de la Educación (CNTE) está en pie de guerra y resuelta a no regresar a las aulas, hasta que el gobierno federal dé satisfactoriamente atención a un pliego petitorio de más de 30 puntos, entre los que sobresalen:
1.- Juzgar al ex gobernador priísta de Oaxaca, Ulises Ruiz, por crímenes de lesa humanidad cometidos contra el magisterio oaxaqueño.
2.- La liberación de más de 15 presos políticos.
3.- La destitución del titular de la SEP, Aurelio Nuño Mayer, como autor intelectual de la barbarie que las fuerzas federales cometieron contra maestros de la sección 22 y en contra del pueblo oaxaqueño el 19 de junio del 2016 en Nochixtlán y Crucero de Viguera.
4.- Crear un fideicomiso para captar la ayuda humanitaria nacional y extranjera para la reconstrucción de las zonas siniestradas en Oaxaca y Chiapas, a raíz del terremoto de 8.1 grados Richter del 7 de septiembre pasado, a fin de que esa ayuda no la toque en lo más mínimo el gobierno en un año electoral y que sean organizaciones civiles sin tacha las que vigilen la aplicación estricta de los recursos, con el fin de que no sean canalizados al PRI en las próximas elecciones presidenciales.
5.- El magisterio oaxaqueño exige la renuncia e inmediata salida de funcionarios federales y estatales que son un obstáculo para que el gobierno federal y estatal cumplan sus demandas en el pago de millonarios bonos atrasados a la base magisterial y aplican de manera draconiana la mal llamada reforma educativa, cuya paternidad se la adjudican al Consejo Coordinador Empresarial, enemigo de las Escuelas Normales de Maestros.
Por lo visto, el magisterio oaxaqueño buscará descarrilar las elecciones federales del año que entra, a menos que el responsable de la política interna del país y aspirante presidencial del PRI, Miguel Ángel Osorio Chong, se proponga hilar fino para dialogar con la muy curtida dirigencia magisterial en Oaxaca que, desde ahora, buscará un paro nacional y hacer un recorrido por todo el país, a fin de que los mexicanos conozcamos la realidad de lo que se nos ha vendido como “reforma educativa de calidad”.
Me parece que los profes oaxaqueños, más de 80 mil que conforman esa sección, tienen razón. La cacareada reforma educativa no se ve por ningún lado.
El país vive el peor desastre educativo que se traduce en un desastre ortográfico y de lectura. Los profes no leen, parece que el secretario de Educación tampoco, los chiquillos menos, y los papás, salvo honrosas excepciones, están en la calle.
No hace mucho, la OCDE, en su informe anual, reprobaba a México en lectura y matemáticas, y puntualizaba que “difícilmente los estudiantes de primaria, secundaria y aún los de nivel medio superior no saben escribir mínimamente un recado o mensaje. ¿On´ta la dichosa reforma educativa sexenal de la que tanto argüende hacen?
Me acaba de mandar un mensaje una maestra michoacana a la que quedé de mandarle un correo electrónico. Me decía: “No me a llegado”. Sí, así sin “h”. ¿No le parece a usted, señor secretario, que a esa maestra hay que regresarla a la nocturna? ¿Y qué me dice usted de los que len, pero no leen?
Me parece que la CNTE oaxaqueña se convertirá, para el gobierno federal y el PRI en vísperas del electorero 2018, en una piedrotototota en el zapato. Ya veremos si el gobierno de la República aguanta el trote.