Políticos volubles y cínicos
Ramón Zurita Sahagún jueves 12, Oct 2017De frente y de perfil
Ramón Zurita Sahagún
¿Cómo se escucharía que Emilio Gamboa o Manlio Fabio Beltrones, beneficiarios del sistema plurinominal renunciaran al PRI, por no dejarlos competir en una elección abierta?
Eso sucede con las recientes renuncias de militantes panistas lo que deja en claro lo veleidosos, ambiciosos, volubles, caprichosos, cínicos y trepadores de ciertos personajes catalogados como de la clase política.
Son políticos que enseñan su lealtad al partido en que militan, siempre y cuando se les cumplan sus propósitos y sean beneficiados con los cargos que pretenden y rebeldes cuando no consiguen sus anhelos.
Los tres ejemplos más recientes son de los ex panistas Margarita Zavala, José Luis Luege y Luisa María Calderón.
Entre los tres renunciantes han ocupado seis cargos de elección popular y solamente Luege ha ganado una elección, por la vía del voto directo y sucedió en 1988, cuando triunfó en el distrito XVII del Distrito Federal.
Margarita y Luisa María han sido siempre beneficiarias de los laxos sistemas de representación proporcional y hasta en exceso, cumpliéndoles su capricho, aunque no había razón para ello.
Las cuñadas (Margarita y Luisa María) lograron ser diputada local y federal, Margarita y senadora dos veces y diputada federal otra, además de dos veces candidata derrotada al gobierno de Michoacán, Luisa María.
Ambas provienen de familias de raigambre panista, cuyos padres tuvieron larga militancia en ese partido y aunque el padre de Luis María y de Felipe (Luis Calderón Vega) renunció a su militancia, no lo hizo por ambiciones de cargos de elección popular, sino por diferencias ideológicas.
En el caso de Margarita sus aspiraciones se vieron frenadas cuando la dirigencia de su partido no se plegó a ninguno de sus caprichos, primero quiso ser diputada federal y al no concedérsele la plurinominal, recurrió a la queja y al chantaje que no prosperó; después buscó la dirigencia nacional del partido y nueva queja, al retirarse y argumentar que no había piso parejo.
Su renuncia al partido se debe a que no le fue entregada la candidatura presidencial y que el Frente Opositor conformado entre PAN, PRD y MC, no se plegó a sus deseos.
Luisa María, simplemente renunció en solidaridad con su cuñada, considerando (tal vez) que el eventual triunfo de Margarita le daría la oportunidad de ser candidata al gobierno de Michoacán por tercera ocasión.
Y es que los hermanos Calderón Hinojosa están obsesionados por gobernar el estado en que nacieron, aunque en tres ocasiones lo han intentado sin éxito, Felipe en una y Luisa María en dos.
De esas tres veces que han sido candidatos los Calderón Hinojosa, dos veces quedaron en tercer lugar y en una más en segundo. Felipe quedó lejano de la victoria que consiguió Víctor Manuel Tinoco, con Cristóbal Arias Solís en segundo lugar. Luisa María fue vencida, primero por el priísta Fausto Vallejo Figueroa (eterno perdedor de elecciones) y después por Silvano Aureoles Conejo.
La primera vez quedó en segundo lugar y en la segunda se fue al tercero.
En la primera le benefició que su hermano Felipe era el Presidente de la República y en la segunda se obsesionó, sin importar que Marko Cortés, hoy coordinador de la bancada panista en la Cámara de Diputados estuviera mejor posicionado que ella.
La historia en este sentido es cíclica, son muchos los que recurren a la estrategia de renunciar a su antigua militancia, pero que ya están cooptados por otros organismos políticos.
Casi ninguno de ellos renuncia sin una red de protección, como lo hacen ahora Margarita y Luege, quienes bajo la bandera de candidatos independientes intentan conseguir la nominación que les fue negada en su anterior partido.
Luege tiene varios años persiguiendo la candidatura al gobierno del Distrito Federal, primero y ahora de la Ciudad de México.
Su partido (PAN) se la negó y ahora se registra como candidato independiente
Margarita lo hará a la Presidencia de la República, bajo el mismo rubro de independiente, pero recalcando que mantiene sus convicciones panistas.
Y es que ahora con la figura de candidatos independientes, una serie de políticos oportunistas, con larga militancia en sus partidos renuncia y se presenta con la bandera de independientes.
La elección del 2018 se distinguirá por la presencia de varios de estos personajes que aprovechando las bondades del sistema político mexicano intentarán engañar a los ciudadanos, presentándose como ajenos a los partidos con registro.
Es por eso que ante la avalancha de independientes (superan los 30 aspirantes presidenciales), se debe regular la presencia de estos, mediante reglas más severas que impidan el chapulineo de unos que al no ser premiados por sus partidos renuncian y surgen como los salvadores de la patria, envueltos en su bandera incólume de independientes.
Y es que en el pasado reciente, políticos de diversas ideologías dieron el paso de lado a su partido original, cambiaron hacia otro y resultaron compensados con el cargo ambicionado.
Ricardo Monreal, Gabino Cué, Leonel Cota, Rafael Moreno Valle, Miguel Ángel Yunes, Mario López Valdez (MALOVA), José Rosas Aispuro, Antonio Echevarría Domínguez, Alfonso Sánchez Anaya, Héctor Ortiz y Arturo Núñez Jiménez, son algunos ejemplos de militantes de un partido que lograron gobernar bajo otras siglas, aunque varios de ellos tardaron varios años en conseguirlo.
Antes de Margarita, cinco políticos han competido como candidatos presidenciales, renunciando al partido en que militaron, para ser postulados por otro partido y no con carácter de independientes: Cuauhtémoc Cárdenas, por el Frente Democrático Nacional y dos veces más por el PRD; Porfirio Muñoz Ledo por el PARM; Pablo Emilio Madero, PDM; Cecilia Soto, PT y Roberto Campa Cifrián, por Nueva Alianza.