Exigencia en el PAN: ¡Basta de foxistas y calderonistas!
Francisco Rodríguez martes 10, Oct 2017Índice político
Francisco Rodríguez
Las experiencias sufridas en carne propia por los auténticos militantes panistas a manos del alto vacío del Bajío, Vicente Fox, y del oportunista michoacano Felipe de Jesús Calderón Hinojosa —candidatos a fuerza y presidentes contrarios a la doctrina blanquiazul— fueron todo, menos pacíficas y placenteras. Una vergüenza que todavía no logran asimilar.
El deslenguado guanajuatense les hizo tragar gordo. La exposición de los sentimientos religiosos de miles de panistas no fue menor. La vergüenza de sentirse arrollados por una partida de ignorantes y corruptos de las familias de los consortes ilegítimos ante la Iglesia, fue devastadora para muchísimos de ellos, panistas de cepa, de hondas raigambres católicas familiares.
La corrupción desenfrenada de la llamada primera dama, la protección brindada por ella hacia los nefastos capitostes de la industria, la minería y el narcotráfico que le rendían jugosos dividendos, entre otros rubros, fue demoledora para la moral panista, que créase lo que se crea, ha sido el sostén de las posiciones políticas doctrinarias de esa grey política, vigente desde hace casi 80 años.
La embestida de Los Bárbaros del Norte que, a partir de recibir la gubernatura de Baja California para Ernesto Ruffo, hiceron de las posiciones políticas un baratillo, una casa de subastas, donde el reparto de comisiones y concesiones económicas dio al traste con el concepto de la honradez y socavó la unidad partidista, fue demasiado fuerte.
Para colmo, la llegada del grupo ladino de las familias Calderón-Zavala fue más de lo que podían soportar. Desde el inicio, la comidilla del día y el plato fuerte en las mesas familiares de los activistas blanquiazules fue la manera en la que la esposa de Calderón, la ambiciosa Margarita Zavala Gómez del Campo, mangoneaba al marido, utilizando el latiguillo de su enfermo alcoholismo y su dependencia emocional hacia Juan Camilo Mouriño.
La tiranía doméstica no sólo era ejercida por ella, también por su padre, recién fallecido, el famoso Licenciado Traguitos, un viejo litigante fracasado que tuvieron que investir como juez civil para completar su hoja de vida. Además, los cuñados, hermanos de Margarita, fueron implacables en el usufructo de los contratos de Pemex y en la asignación de las asesorías electorales.
Siempre cobraron el derecho de piso de haber logrado con su empresa Hildebrando, hacerse de un sistema fraudulento reconocido oficialmente por el IFE, de manipulación algorítmica en los censos electorales y en las mediciones a boca de urna, conteos rápidos y resultados preliminares, a través del cual… … inflaron ilícita y deletéreamente la votación de las elecciones presidenciales del 2006 para hacer ganar al cuñado Felipe de Jesús Calderón Hinojosa. Una familia de tramposos e intrusos, diametralmente opuestos a la conducta proverbial de los auténticos militantes del partido de Gómez Morín. Lejanos a su ética, a sus creencias religiosas y a sus pudores profesionales.
La declaratoria de guerra contra el narcotráfico, impuesta por el ex embajador gringo, Jeffrey Davidow como condición sine qua non para darle el respaldo yanqui desde la campaña, más los millones de dólares que los güeros inyectaron a su peculio personal en pago del favor fue una ofensa gigantesca.
Avergonzados y sumisos, los panistas todavía tuvieron que apechugar más ofensas por la vía de su viejo partido, arrollado y sometido por la pareja presidencial y los cuñados de Calderón para lograr todos sus fines electorales, incluso hasta la defenestración michoacana de la hermana, la ignorante y agresiva Cocoa, que escenificó uno de los mayores osos del sexenio, por si faltara alguno, al ser derrotada ampliamente en la puja por la gubernatura, no obstante haber contado con todo el apoyo del erario nacional. Todos, desaguisados intragables.
Por si fuera poco, la protección de todo el aparato policíaco, militar y de seguridad nacional calderonista, jefaturado por el Policía de Titanio, jejeje, Genaro García Luna, hacia la figura, persona y hegemonía en el narcotráfico del Chapo Guzmán, la otra condición de los yanquis, impactó fuertemente en la familia panista, acostumbrada a los regímenes institucionales de aplicación de la ley.
Al cumplir estrictamente con las órdenes yanquis, Felipe de Jesús Calderón Hinojosa y su consorte Margarita, la del rebozo mordido, ganaron su parcela de poder y de canonjías económicas, pero perdieron el partido. Todo lo contrario a su lema de campaña que había atraído en principio la simpatía blanquiazul.
Felipe de Jesús y Margarita, igual que Vicente y Marta, ambas parejas representantes de todo lo opuesto a la manera de ser y al oficio político panista, pasaron por Los Pinos como una vorágine de la que nadie quiere acordarse. Los panistas los toman como una ofensa, necesaria y amarga, para no volver a equivocarse, para cerrar filas en torno a su doctrina secular.
Vacunados por un docenato ridículo y sangriento, hoy los panistas se abigarran alrededor de su Consejo Nacional, órgano máximo de decisiones, para impedir el arribo de cualquier tragedia, llámese Rafael Moreno Valle o Margarita Zavala y cualquier cosa que huela a esas estirpes políticas y familiares.
Los militantes panistas están dispuestos a defender la plaza contra viento y marea, a capa y espada. Incluso, contra cualquier arreglo en lo oscurito de esos que se cuecen en los pasillos del poder, en Palacio, o en Los Pinos. Se han quemado con leche, y ya hasta al jocoque le soplan. Viven alertas y compactados.
Están conscientes que de hoy en adelante sólo acatarán aquellas decisiones que partan de los acuerdos de consenso en el Consejo Nacional y no serán pasto digerible de campañas mediáticas ni de convencimientos basados en promesas incumplidas y en embates a su dignidad personal y profesional, en cualquier parte del país.
Después de largas conversaciones con panistas de cepa, todos han aceptado que su número de militantes de base es de 250 mil. No más, ni menos. Es la plataforma sólida para intentar cualquier aventura rumbo al 2018. Clases medias y altas, que saben de su fuerza más que cualquier militante de otra formación política.
Hasta hace poco, antes de que fueran avasallados por el poder, todos pagaban sus cuotas, son personas tolerantes, no los fanáticos a los que nos quisieron acostumbrar los oportunistas de las pandillas del docenato ridículo. Se dirigen respetuosamente a sus presidentes municipales, diputados locales, federales, senadores, secretarios del despacho e, incluso, presidentes. Son de la misma familia.
No quieren saber nunca más de Calderón ni de Fox. Ya tuvieron demasiado de esa sopa. Son pequeños y medianos empresarios, profesionistas independientes, difíciles de manipular con otras ofertas. En opinión de líderes de la izquierda tradicional, forman un partido político auténtico, sólido y perdurable.
Por ello, cuando se enteraron de que Margarita quería repetir, junto con su claque familiar, para llevarse lo que se les hubiera olvidado, pusieron el grito en el cielo y advirtieron a Ricardo Anaya que protegiera los intereses panistas, aunque desde Los Pinos encilindraran y aceitaran el proceso para pasar encima de cualquier cadáver. Saben cómo se las gastan los calderones y buenas conciencias del Bajío medieval.
Tratándose de Moreno Valle, como dice la antigua sentencia: es más fácil que un camello pase por el ojo de una aguja… y sí, harán todo lo posible y hasta lo imposible por no volver a ser engañados por oportunistas, hipócritas, deslenguados y falsos religiosos de relicario y sacristía. Ya fue demasiado.
Cuando los senadores hechizos del PAN, convenientemente empoderados en su época por Calderón, sin alguna militancia previa, Lavalle, Cordero, Gil Zuarth, y compañía, empezaron a tripular las declaraciones de prensa de algunos dirigentes locales de pacotilla campechanos, haciéndolos aparecer como la voz auténtica de los dirigentes panistas del país…
… que se oponían a la formación del Frente Ciudadano por México, los auténticos blanquiazules desautorizaron y descalificaron de inmediato. Ya no se les puede burlar con bromas infames de tan pequeño calado. Saben que el dinero para esas promociones publicitarias tiene dos orígenes: o viene desde las maletas de Los Pinos, o del dinero del trasiego, manejado por el financiero de la campaña, Genaro García Luna, el Policía de Titanio.
Demasiado daño causaron a la ética panista tradicional los improvisados por el foxismo-calderonismo, los Akabani y Germán de la Garza, que desde la delegación Benito Juárez cobraban 300 mil pesos más penthouse de regalo para autorizar todas las monstruosas edificaciones que se derrumbaron en el pasado terremoto, cobrando víctimas inocentes.
De corrupción, de maniobras palaciegas, borracheras, crudas, y evacuaciones de todo tipo de heces, están hasta el cogote. No hay maniobra que cambie su manera de pensar y sus posiciones ante el futuro de un país devastado, hambriento y abandonado. Es demasiado para su conciencia religiosa y militante. Han dicho hasta aquí.
¿Usted qué haría?.
Índice Flamígero: Al buzón del escribidor llegó este mensaje de un funcionario del gobierno de Morelos —plenamente identificado, pero cuya identidad guardo por razones obvias—, la que le transcribo, tal cual: “Graco no sintió lo duro, sino lo tupido, cuando a nivel nacional e internacional se viera expuesta su hambre y sed de poder tanto de él como de su esposa Elena Cepeda, al quedarse con tráileres llenos de ayuda humanitaria, cuyo destino eran las zonas afectadas por el terremoto del 19 de septiembre. Fue un linchamiento político en el que incluso Elena anunció el cierre de su cuenta de Twitter, porque ‘nunca jamás una dama había sufrido un linchamiento político como el que yo viví’, así lo expresó Elena en medios de comunicación, al tiempo que se limpiaba unas lágrimas que por supuesto nadie le creyó. Las bodegas del DIF Morelos estaban llenas, porque pretendían almacenar los víveres para después ser reetiquetados con logos del partido y ser repartidos, no en las elecciones, sino a través del programa del PRD Morelos, llamado ‘Cuexcomat’”, que no son más que las casas amigas cuya función era formar grupos de al menos 50 personas y venderles las despensas en 20 pesos. El ambiente que se vive dentro del gabinete gubernamental está que arde, Graco acusa a Enrique Peña Nieto de esta campaña orquestada en su contra en represalia de sus declaraciones sobre ‘el socavón’, en la que dicen aseguran se invirtieron más de 25 millones de pesos para ensuciar la imagen del gobernador y de su esposa (¿quién habría de pagar tanto dinero, cuando la sociedad morelense lo haría completamente gratis?). Aunque en el palacio del princeso Gayosso —hijastro de Graco— tampoco es de miel sobre hojuelas, ya que en reuniones largas y tediosas en las que participan los diputados locales comprados, y digo comprados, porque no sólo están los que pertenecen a la bancada del PRD, sino que también asisten del PRI, PAN y Convergencia; Rodrigo Gayosso, acompañado de sus asesores poblanos, hacen una estrategia, en la que revelan el objetivo principal del famoso fondo para reconstrucción de las zonas afectadas. En teoría, el dinero lo aportarán los diputados locales con su tan anunciada ‘donación del 50% de sus sueldos’, así como de funcionarios de primer nivel del gobierno del estado; se pretende recaudar poco más de 10 millones de pesos, los cuales se ‘entregarán’ a los afectados en monederos electrónicos. El 50% de la cantidad que se le dará a cada familia afectada y no beneficiada por el Fonden (que Peña anunció no permitiría que el gobierno de Graco metiera las manos) se le dará para que haga compras con empresas de materiales de construcción “amigas” de Graco (en las que destaca Ceme) y el otro 50% se les depositará en monedero electrónico para hacer el pago de mano de obra y detalles de la casa. Asimismo, a los beneficiados por el Fonden y que compren en las empresas amigas del gobernador, se les dará el doble de lo que ellos adquieran (si compran un bulto de cemento, el segundo es gratis, por ejemplo). Y las instrucciones de Rodrigo Gayosso es que los diputados locales del PRD de la noche a la mañana se conviertan en seres humanos de gran corazón que atiendan a la ciudadanía en las calles, que vayan a las colonias a ‘darse sus baños de pueblo’ porque ‘nos tenemos que chingar a Morena’, dice el princeso; mientras que el gobernador de esta manera piensa “demostrarle poder al Presidente de la República”, ya que asegura que ninguna otra entidad que haya sufrido un desastre ha creado un fondo similar. Rodrigo Gayosso asegura tener fotos y videos con los que demuestra a sus ya domesticados diputados que la gente que vino a hacer alboroto a las bodegas del DIF Morelos es gente contratada de la Ciudad de México (alborotadores que son de la vieja escuela priísta, y que por tal motivo incluso artistas se habían sumado al linchamiento del gober y su mujer en redes); Rodrigo asegura que en Cuernavaca al grupo de alborotadores lo lideraba una extranjera de origen argentino. Por tal motivo, ni Graco ni Rodrigo van a perdonar que Enrique Peña Nieto haya dado la estocada final a los días del reinado del gobernador que tuvo a Morelos hundido, reprimido y abandonado en toda su historia. Graco sabe que él puede ser el próximo ‘Duarte’ y hará todo lo que esté a su alcance para no perder el poder y es por eso que piensa heredar a Rodrigo Gayosso Cepeda su silla o los hilos de la política del PRD en Morelos; por eso, la idea central de Graco y su hijastro es ganar la gubernatura a como dé lugar y posicionar a los actuales diputados en alcaldías, diputaciones federales y senadurías, para cubrirse e impedir que lo alcance la justicia”. Lo dicho, los mediocres buscan culpables, en lugar de aceptar su responsabilidad.
www.indicepolitico.com
pacorodriguez@journalist.com
@pacorodriguez