La otra Frida
Alberto Vieyra G. viernes 29, Sep 2017De pe a pa
Alberto Vieyra G.
Y Frida estaba ahí. Sí, la pequeña Frida estaba en el colegio Enrique Rébsamen. No era “Frida Sofía”, era simplemente Frida.
Y no estaba bajo los escombros de la escuela; la otra Frida estaba ahí, con su fino olfato y envidiable sensibilidad y acudir a cualquier catástrofe de la naturaleza, la otra Frida se encargó de buscar vida entre la muerte.
La otra Frida es una hermosa perra, propiedad de la Secretaría de Marina, que en efecto, pudo detectar la existencia de niños bajo los escombros en ese emblemático colegio, del que ahora se asegura no existen planos y se sospecha que en su construcción, como en la de muchos otros edificios, existió corrupción.
¿Cómo explicar que el Rébsamen cayó mientras que otros dos colegios que están a 50 metros y sobre la misma calle en Coapa sufrieron sólo daños menores?
Entre esos dos planteles que quedaron en pie, está el Aztlán, propiedad de la venerable Isabel Miranda de Wallace, y el Alejandro Guillot, que están en pie. Por cierto, la señora De Wallace es toda una celebridad, gracias a que, ante la ineficiencia del Estado mexicano, ella investigó quiénes fueron los secuestradores de su hijo y gracias a ello, todos están en prisión. Ese es el gran mérito de doña Isabel, cuyo colegio es de los mejores construidos en esa zona y por ello no corrió la misma suerte que el Rébsamen.
Empero, regresemos con la otra Frida, a la que seguramente, después de que pasen los momentos terribles de la tragedia del último terremoto, nadie le erigirá un monumento ni venerará por el solo hecho de ser un animal, una hermosa perrita de raza labrador color miel, que tiene tanta inteligencia como cualquier topo o rescatista. Sólo le falta hablar a la otra Frida.
Y a propósito de monumentos, la que sí buscó afanosamente construir uno al gobierno federal, fue Televisa, subestimando la gran tarea de la sociedad civil, que llegó antes que las autoridades a los lugares de la tragedia.
La bandera de vida de la otra “Frida Sofía”, que resultó ser un fantasma, sería aprovechada para hacerle ese monumento al gobierno y vestirlo de luces.
Sin embargo, “Frida Sofía” sólo fue un fantasma, surgido de algún rescatista o alguien interesado en que no cesaran ni un segundo las labores de rescate en ese colegio, ni en otro lugar siniestrado.
Televisa y la prensa montarían en cólera cuando se les cayó el teatrito de “Frida Sofía” y le enderezó todas sus baterías a la Secretaría de Marina por haber divulgado una noticia falsa.
Carlos Loret de Mola, Denisse Maerker y Carmen Aristegui, entre otros y a sueldo de los grandes monopolios de las telecomunicaciones que resultaron afectados con las reformas a la ley de telecomunicaciones’, buscarían denostar al Estado y evitar que el gobierno se acredite los programas de reconstrucción, exaltando en demasía la solidaridad popular para negar u ocultar las tareas de la administración.
Pero además, la campaña contra el gobierno federal, enderezada desde poderes fácticos de la derecha, tiene como objetivo favorecer a López Obrador y fragmentar el voto contra el PRI y a favor del PAN en las próximas elecciones. Aunque usted no lo crea.