Un gran sismo, cada 80 años
Luis Muñoz jueves 28, Sep 2017Segunda vuelta
Luis Muñoz
Algunos lo dicen en broma, otros no tanto. Pero todos tienen en mente la palabra “fin del mundo”.
Infinidad de veces se ha pronosticado la hecatombe que “acabaría con la humanidad”, pero nada ha pasado. Nadie puede predecir lo que sucederá…
Ahora, con los sismos que tuvieron lugar en México los días 7 y 19 de septiembre, el tema sale nuevamente a la luz.
De acuerdo con una publicación (Earth and Planetary Scince Letters), un estudio elaborado por un grupo de científicos chilenos y franceses asegura que el próximo “terremoto del siglo” será en Valparaíso: Pequeña ciudad, puerto y comuna ubicada en el litoral central del territorio continental de Chile. ¿Hasta dónde, lo que dicen, es cierto?
Este trabajo, que literalmente pone a uno a temblar, aunque digan una y mil veces que los temblores no son predecibles, se basa en un análisis al terremoto de 8.4 grados en la escala de Richter que tuvo como epicentro a Illapel, el 16 de septiembre del 2015.
En esa ocasión descubrieron un patrón: los temblores de gran intensidad en la zona central ocurren en un período de entre 60 a 80 años.
En ese sentido, en la mencionada área de la Región de Coquimbo existieron fuertes sismos en 1880, en 1943 y el mencionado terremoto de 2015.
Explican que bajo esa consigna, existe una zona de 300 kilómetros en donde no han ocurrido eventos de este tipo durante más de un siglo, percibiéndose eso sí sismos de entre 6.0 a 7.0 Richter, tal como aconteció el 24 de abril con el 6.9 en esa zona.
Por lo mismo, estiman que pronto debería sentirse un movimiento telúrico de gran intensidad, con una magnitud mínima de 8.3 que libere la energía acumulada durante décadas.
De acuerdo a los expertos la probabilidad de un fuerte terremoto es dos o tres veces mayor de lo normal, precisándose que el epicentro sería precisamente en la ciudad puerto, en donde han ocurrido una seguidilla de sismos durante los últimos días.
Emilie Klein, Christophe Vigny, Luce Fleitout, Raphael Grandin, Romain Jolivet, Efrain Rivera y Marianne Métois son los autores del informe, quienes explicaron que la razón de los sismos se debe a que la placa de Nazca está constantemente convergiendo bajo la placa Sudamericana.
Dicho proceso transcurre en la actualidad a un ritmo de ocho centímetros al año por lo que surge una brecha de unos 4.5 metros que es compensada cada 70 años, ocurriendo precisamente un terremoto.
Cabe destacar que el margen Oeste de Sudamérica es una de los bordes de placas más largos y activos del mundo. Allí, la placa oceánica de Nazca subduce bajo la placa continental de Sudamérica a una velocidad relativa.
Desde el punto de vista morfotectónico, se reconocen cuatro unidades en la región del Sur del Perú y del Norte de Chile.
La unidad de más al Oeste es la Cordillera de la Costa que tiene un relieve suave y que alcanza hasta 1.200 metros de altitud bordeando el Océano Pacífico. La Depresión Central es una cuenca alongada con orientación casi NS, con una altura promedio de 1.000 metros.
La Pre-Cordillera (1.500-3.600 metros de altitud) corresponde a una superficie con pendiente al Oeste, cruzada al Norte de los 20°S por valles angostos de orientación EW, y La Cordillera Oeste corresponde a una topografía irregular (3.800-4.700 metros de altitud) cuya superficie principal es producto de depósitos Neógenos y recientes.
Nada garantiza que suceda, pero de que da miedo, da miedo.
Y es que si tomamos en cuenta la serie de acontecimientos registraros, da en qué pensar: una sucesión de destructivos huracanes, incendios que se propagan por todo el Oeste de los Estados Unidos y parte de Europa tras una temporada de abrasadoras temperaturas y años de sequía.
Luego las tormentas, los sismos y otros sucesos naturales que han ocasionado infinidad de víctimas y daños materiales cuantiosos.
Los terremotos ocurren todo el tiempo, y la cantidad de ellos, desde los más suaves hasta los más intensos, es constante si se promedian a través del tiempo.
Hay aproximadamente un “gran” temblor, de magnitud ocho o mayor, al año. Esta vez México fue el desafortunado receptor.
Pero aun así…
Para muchas personas la ciencia no basta cuando hay tanto en juego.
A rango de ley
Y ya que hablamos de sismos y sus devastadores efectos, al inicio de semana y ante la emergencia que enfrenta la Ciudad de México por el movimiento telúrico, la Asamblea Legislativa dijo que “se alista para elevar a rango de ley el Programa para la Reconstrucción, Recuperación y Transformación de la CDMX”.
El diputado Leonel Luna Estrada, presidente de la Comisión de Gobierno de la ALDF, señaló que, en forma conjunta con el Gobierno capitalino, se trabaja en garantizar las acciones de coordinación para la atención de necesidades inmediatas e impulsar medidas que permitan aumentar la resiliencia (capacidad de un individuo para superar circunstancias traumáticas), así como generar mecanismos legislativos y administrativos para atender la contingencia y atender la recuperación y, en su caso, la reconstrucción.