Un año de incontenible violencia en Quintana Roo
¬ Yolanda Montalvo miércoles 27, Sep 2017Derecho de réplica
Yolanda Montalvo
La consigna es, evitar a toda costa, que la industria turística se vea afectada por el descomunal incremento en la violencia en Quintana Roo, pues existe ya “Alerta de Viaje” por parte de Estados Unidos hacia los principales polos turísticos de México, justo cuando el país emerge a las primeras posiciones del turismo mundial, no es nada insignificante.
Esa medida, por parte del gobierno vecino, fue provocada por los 38 homicidios que se registraron en agosto, mientras la media nacional fue de 16, más los 35 de julio y los 34 registrados en junio, la mayoría de esos casos fueron del tipo ejecución de la delincuencia organizada, según los datos del semáforo delictivo; más los de los cinco primeros meses del año en los que se registraron 100 asesinatos.
Supongamos que nadie dice nada, que los actos de terror que la delincuencia organizada realiza a diario en el estado se escondieran bajo la alfombra, para que las visitas no los vean, ¿se tiene que esperar que esa basura se desborde?
No existe, de parte de los delincuentes, temor alguno en su actuar, Seguridad Pública les hace lo que el viento a Juárez, nada; el nuevo sistema de Justicia Penal Acusatorio ha demostrado que tiene mucho por mejorar, pues todos los delincuentes son liberados para que cometan su siguiente delito, mientras la Fiscalía no da una en el armado de “las carpetas de investigación”.
Para botón de muestra, lo acontecido ayer en Solidaridad, en la Quinta Avenida con calle 14, frente a lo que se conoce como calle Corazón, uno de los puntos más transitados de la zona turística, un hombre, al parecer un touroperador, fue objeto de un intento de ejecución frente a una joyería.
Este hecho se ha repetido por lo menos una docena de veces en lo que va del año en la Quinta Avenida y no es necesario que le recuerde la balacera en el Blue Parrot, donde murieron cinco personas y 14 fueron heridas por arma de fuego, acto perpetrado por la delincuencia organizada que pelea la plaza.
Policías del miedo
La ola de violencia que se vive en el estado mantiene hasta a los policías con el Jesús en la boca, ya que, contrario al discurso de los políticos, no cuentan con armamento, equipo, chalecos ni siquiera uniformes.
Ayer, encargados de la seguridad en Puerto Morelos, casi se “evacuan” en su ropita interior del susto, pues los ocupantes de una camioneta realizó disparos hacia las instalaciones de Seguridad Pública (nuevas), el vehículo según los “polecías” se fue hacia Playa del Carmen.
Por supuesto, no encontraron la supuesta unidad; testigos dicen que fue el ruidoso escape de un vehículo que pasó por la calle la que alarmó a los policías…así tendrán la conciencia….jijijijiji, pues no cuentan ni con una pistolita de agua para hacer frente a los delincuentes. ¡que oso!, pues pidieron “apoyo” para perseguir a sus supuestos atacantes. ¡Que no Mouse Mickey! De ese nivel es la seguridad de Puerto Morelos.
La violencia se apodera del sur
En menos de cuatro meses se han vivido secuestros, ejecuciones y supuestos suicidios, sin convencer a familiares, incendio de autos, además de los constantes robos a casa-habitación y a vehículos, mientras tanto, la autoridad local elude su responsabilidad, pasando la seguridad de Othón P. Blanco al control de Seguridad Pública Estatal, la cual no hace nada o simula hacer, al igual que la Fiscalía General, cuyos resultados, como el burro que tocó la flauta, son más bien golpes de suerte, que investigaciones bien hechas.
“Levantones”, como el acontecido el pasado domingo, cuando el joven José J.L., de 15 años, fue privado de su libertad por presuntos tiradores de droga, que lo subieron a la fuerza a una camioneta en la avenida Pucté, en la peligrosa colonia Del Bosque, dan muestra de que ya ni el sur de la entidad, donde sus habitantes estaban orgullosos de la tranquilidad en que vivían se libran del incremento del índice delictivo que crece al mismo ritmo de la ineficiencia del nuevo sistema de justicia penal y de las autoridades responsables de brindar seguridad a los quintanarroenses.
Secuestros ¿pasionales?
El 8 de junio, la empresaria Itzel Nahaibi Hoil, de Nicolás Bravo, fue secuestrada y luego de 22 días fue puesta en libertad, al pagar un cuantioso rescate, de al parecer 2 millones de pesos.
Tan sólo en los primeros diez días del mes de agosto, el secuestro de Diego Rojas Zapata, originalmente cometido por dos de sus ex trabajadores y que sólo ha sido consignado uno, es presumido en comunicados oficiales como un “gran logro” de la Fiscalía General; el crimen del taxista Julio del Carmen Canto Esquiliano, desaparecido desde el 24 de julio, cuya necropsia reveló muerte por traumatismo craneoencefálico, sin que la Ministerial logre determinar el tipo de objeto con el que fue golpeado, pero aseguran que fue pasional en un hombre de más de 60 años.
Y apenas hace unas horas el hallazgo de un taxista de Bacalar ejecutado, que conducía el taxi 28, encontrado en la carretera hacia Reforma. El ahora occiso, Gibrán Neftalí Chapi Caamal, ya había sido advertido, pues tenía antecedentes de venta de droga y fue acribillado con armas calibre 7.62mm, “cuernos de chivo”, desde otro carro en movimiento.
Sin duda alguna, la policía ministerial en sus pesquisas privilegia el status social, ya que ha resuelto dos secuestros en poco tiempo, el de la esposa de un ex funcionario, Magaly Alpuche Solís y el del actual presidente del ICADEP del PRI y ex alcalde chetumaleño, Diego Enrique Rojas Zapata, del resto aseguran, son secuestros pasionales. Si, si…pues como no.
Empero, en el caso del secuestro de la empresaria de Nicolás Bravo; Itzel Nahaibi Hoil Alcocer, de 30 años, no se conoce de ningún detenido o puesto a disposición de un juez por ese delito. Impunidad total.
¿Lo suicidaron?
La FGE no da una en sus investigaciones, como muestra está el aparente suicidio de José Felipe Amaro Hernández, de 43 años, sigue sin convencer, pues al interior de la vivienda se observaron manchas hemáticas, pero el supuesto resultado de la necropsia reveló muerte por asfixia, producto de un ahorcamiento utilizando una cuerda. Bueno, tan mal están que, hasta la presente fecha las autoridades ignoran si Amaro Hernández rentaba la casa donde se encontró su cuerpo o él era el propietario, y como aun andan en esas, no pueden resguardar el inmueble para realizar las investigaciones.
Sin control
La inseguridad reina en Chetumal; sin embargo, los índices delictivos no preocupan a el encargado de la seguridad, Rodolfo del Ángel Campos, pues dice están por debajo de la media nacional, empero, los hechos que le he narrado no sucedían antes en el sur, bueno, ni en el norte de la entidad, por lo que la percepción que tiene la población es de desamparo ante los delincuentes.
Si no, pregúntele a los propietarios de al menos cinco vehículos, los cuales han sido quemados mediante el uso de bombas “Molotov” cuando estaban estacionados en la vía pública, sin que los dueños pudieran hacer algo al respecto.
El domingo pasado, Russel Trujillo Basulto, se bajó de su camioneta a comer en un restaurante de Calderitas, cuando a pocos minutos se percató de que su automóvil estaba en llamas. Ahora si ¿quién podrá defendernos?, denuncias van y vienen en la Fiscalía, sin que se resuelva ningún asunto en ella. Tantán.
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