Informes y aplausos
Ramón Zurita Sahagún miércoles 17, Nov 2010De frente y de perfil
Ramón Zurita Sahagún
Cosechar los últimos aplausos se convirtió en una obsesión para los gobernantes que dejarán de serlo en los próximos meses, especialmente para aquellos que no tienen futuro político.
Próximos a dejar sus encargos, una serie de gobernantes aprovechan la cascada de informes de gobierno que se presentan en los dos últimos meses del año, para disfrutar de sus últimos aplausos que les prodiga una clientela electoral que desconoce la mayor parte de su historia.
Es por eso que personajes como Mario Marín Torres, Puebla; Ulises Ruiz Ortiz, Oaxaca; Luis Armando Reynoso Femat y Fidel Herrera Beltrán, son los primeros en arribar a cuanto informe de gobierno se presenta en los distintos estados del país.
De estos cuatro personajes, tres se van sumamente repudiados por la ciudadanía que espera ansiosamente el relevo de gobernantes, el cuarto ya anunció su decisión personal de explorar sus posibilidades de competir por la Presidencia de la República.
Dos de los tres gobernantes repudiados tienen encima la amenaza de ser enjuiciados penalmente y hasta ser procesados por delitos varios, aunque para ello se los deberán probar.
Ulises Ruiz Ortiz y Mario Marín Torres, viven el declive de sus respectivas carreras políticas, impugnados, repudiados por la población y hasta denunciados públicamente por abusos de diferente índole.
Los dos aglutinan una serie de situaciones anómalas que las autoridades se encargarán de dilucidar su responsabilidad en ellas.
En el caso de Ruiz Ortiz arrastra consigo las denuncias realizadas a su gobierno sobre los hechos en que murieron varias personas en el estado que gobierna durante la anómala situación vivida en la capital del estado, donde un bloqueo de impugnadores del gobierno de Ruiz Ortiz estuvo a punto de hundir turísticamente a la entidad.
Ulises, considerado como un estupendo operador político, mostró en la pasada elección del cuatro de julio que esto no es suficiente para contrarrestar a un pueblo cansado y aburrido de abusos y que en elecciones consecutivas había refrendado su confianza en el partido del gobernador (PRI).
Si en el pasado reciente Ulises recibió el reconocimiento de sus correligionarios por los triunfos en cada uno de los distritos electorales locales y federales, la población estaba dispuesta a pasarle la factura unos meses después y cuando más confiado estaba en la victoria de su partido.
La postulación de Gabino Cué Monteagudo terminó con los sueños de presidir al PRI por parte de Ulises Ruiz, quien vive su amargura y busca ahora el bálsamo que cure las heridas del pasado.
El domingo pasado, Ulises buscó insistentemente a Roberto Madrazo Pintado, se acercó al oído del tabasqueño le susurró algo que logró el asentimiento del ex candidato presidencial.
Y es que la prepotencia y soberbia de Ulises de los meses recientes había llevado a un distanciamiento con el hombre que impulsó su carrera política a los primeros planos.
Ahora sumido en la desgracia política, Ulises pretende reencauzar su ruta, perdida ya la posibilidad de competir por la presidencia del PRI o de otro cargo político de primer orden.
El caso de Marín Torres es más patético, ya que su pérdida da la elección para gobernador, combina con su presencia en asuntos del orden judicial, como fueron los casos de pederastia y abuso de la fuerza pública denunciado por Lydia Cacho.
Marín Torres fue una joven promesa política que creció vertiginosamente sin pasar por el Congreso de la Unión y que fue apoyado por una gran parte de la sociedad en sus aspiraciones de gobernador.
El gobernador de Puebla se perdió en la inmensidad de los tiempos y creyó que todo era cierto, cuando sacó como candidato a gobernador al personaje con menor posicionamiento en las encuestas. Javier López Zavala fue sembrado como candidato, sin contar con el respaldo ciudadano y fue vencido abrumadoramente en las urnas.
La situación de Luis Armando Reynoso Femat en Aguascalientes es diferente, el gobernador de ese estado apostó su resto en contra de su partido y salió victorioso, aunque fue expulsado de su partido.
Reynoso Femat no sufre el acoso del nuevo gobernador, con todo y que ganó el del partido contrario al que lo llevó al poder, ya que su apuesta resultó vencedora y hoy le es reconocido su apoyo fundamental en ese triunfo.
Como los dos anteriores, Reynoso Femat acude a cuanto evento público hay para disfrutar del aplauso que en su entidad no logra obtener.
La gran ventaja del todavía gobernador de Aguascalientes es que su expulsión del partido con el que logró el triunfo en el ayuntamiento de Aguascalientes y en el estado le permitirá regresar al partido con el que originalmente simpatizaba, el PRI, ya que las ofertas de incorporación son abundantes.
Con Fidel Herrera Beltrán, las cosas son distintas, ya que él si goza del respaldo de sus gobernados, los que reconocen su trabajo administrativo y político.
Fidel es ajonjolí de todos los moles, pero a diferencia de los otros concentra un estilo picaresco de hacer política, lo que redunda en los respaldos suficientes para salir bien librado de actos en los que es sorprendido y denunciado.
Las grabaciones difundidas en las que Fidel, supuestamente, se introducía en la campaña electoral del candidato del PRI a gobernador fueron desechadas por las autoridades electorales. En ocasión de su VI informe de Gobierno, Herrera Beltrán difundió sus intenciones de participar en la contienda por la candidatura presidencial del PRI.
Un día antes en Tabasco, el gobernador de Veracruz fue objeto de una cálida recepción y un aplauso nutrido, como forma de agradecimiento a su solidaridad en la contingencia del estado en 2007.
Estos gobernadores disfrutan de sus últimos días en la plenitud del poder (parafraseando a Fidel Herrera) y por tal motivo su deleite es cosechar los últimos aplausos que, tal vez, son forzados, pero reconfortantes a la vez.