Rescatistas y ciudadanos: Gobierno, sí; políticos, no
Roberto Vizcaíno jueves 21, Sep 2017Tras la puerta del poder
Roberto Vizcaíno
No pocos intentan encontrar una razón que los haga entender por qué el 19 de septiembre fue el día de los terremotos de 1985 y 2017.
La trágica, desgraciada coincidencia, alimenta fantasías y estúpidos augurios populares. Nada qué hacer ante eso. Hasta hoy, afirman los científicos, no hay forma de predecirlos. Evidentemente menos aún, de provocarlos.
El destino es cruel.
Confrontados en su potencia y daños, el de 85 sin duda fue mucho mayor que el de 2017. Las circunstancias son muy distintas. Como sea cuentan nuevos reglamentos, mejores construcciones, los nuevos medios digitales de comunicación.
La lista de edificios colapsados, de víctimas, no tienen comparación. Saberlo no alivia. Nada más seguir el drama del largo rescate de la niña Frida Sofía de la escuela Enrique Rébsamen agobia y provoca desesperación, impotencia.
Más al saber que ahí hay información de otros 3 niños vivos.
En 85, la sociedad civil asumió el control del rescate ante el pasmo del Gobierno de Miguel de la Madrid. Desde entonces en cada tragedia en México surge una fuerza ciudadana que lo da todo.
Luego del terremoto de antier, no fue distinto. Los edificios colapsados en la Ciudad de México se vieron saturados de ciudadanos quienes como hormigas removían escombros y realizaban los primeros rescates.
Pronto llegaron también policías capitalinos, soldados y marinos. Detrás de ellos los especialistas de Protección Civil de los gobiernos Federal y de la CDMX.
En mi columna de ayer afirmé que el presidente Enrique Peña Nieto y el jefe de gobierno de la capital, Miguel Ángel Mancera, sólo habían acertado a sobrevolar la ciudad.
Que se habían autoexcluido de convivir cerca del drama y las pérdidas de los habitantes de esta enorme ciudad.
Sin embargo, durante la noche del martes, ambos aparecieron en algunos de los inmuebles colapsados para dar instrucciones, hablar con los afectados y los vecinos.
A partir de entonces el control de las acciones fueron asumidas por los mandos militares y de Protección Civil y los ciudadanos sólo coadyuvaron. La perfecta armonía.
Quienes no aparecieron nunca por ningún lado fueron los políticos. Ni sus partidos. Ni sus diversas organizaciones.
Hubo algunos centros de acopio en algunas sedes partidarias. El más importante, sin duda, por el tamaño del partido y su ubicación en la capital, fue el del PRI.
Sin embargo no se sabe hacia dónde fueron los productos concentrados en ese centro.
Hubo, sí, exigencias de que los multimillonarios presupuestos públicos destinados por el INE a los partidos para las campañas electorales del próximo año, sean reorientados para apoyar a los afectados de los sismos del 5 y 19 de este septiembre.
Las exigencias surgen de la irritación social que existe entre los ciudadanos hacia los políticos.
En verdad los programas oficiales de alguna forma garantizan un apoyo sustancial para la recuperación. Pero el malestar social exige una cuota de parte de los políticos.
Estos reclamos tienen una razón ciudadana:
¿Cómo es posible que la ciudadanía sufra los estragos de un terremoto y los políticos no?
En fin. Menos campañas políticas llenas de, ataques, suciedad y engaños, y más recursos para los afectados.
En este contexto de encono social que se expresa al parejo de una solidaridad ciudadana, las visitas de algunos funcionarios a los lugares de los inmuebles colapsados fueron no sólo aceptadas sino aplaudidas.
Sólo hubo un momento tenso cuando el secretario de Gobernación Miguel Ángel Osorio Chong fue increpado por algunos ciudadanos en un sitio de la colonia Roma. Sin embargo, fue notorio el rechazo de la mayoría de los presentes a los revoltosos.
El Senado se adelanta
Quienes dieron una respuesta adelantada, fueron los Senadores quienes a través de su Mesa Directiva y la Junta de Coordinación Política hicieron un amplio reconocimiento a mujeres y hombres que están removiendo escombros para salvar vidas.
Y anunciaron la creación de un fondo de 50 millones de pesos para la reconstrucción de vivienda, que funcionará en coordinación con la Banca de Desarrollo.
Ernesto Cordero, en su calidad de presidente del Senado, informó que “este fideicomiso podría ser un fondo que garantice el otorgamiento de crédito para construcción de vivienda en condiciones muy favorables para las familias que más lo necesitan, y no necesariamente tiene la capacidad de acceder a créditos en buenas condiciones.
“Será un vehículo financiero diseñado con toda transparencia, donde habrá testigos sociales, y donde el comité técnico del fideicomiso donde se constituya este fondo, sea absolutamente transparente y con rendición de cuentas”, explicó.
Peña Nieto se multiplica
El que no ha parado en la tarea de hacerse presente para dar instrucciones directas en cada sitio afectado, ha sido el presidente Enrique Peña Nieto.
Durante la semana anterior fue constante la presencia del mandatario en Juchitán y Chiapas para acudir en auxilio de quienes resultaron afectados por el terremoto de la noche del 5 de septiembre anterior.
Ayer Peña Nieto acudió a Jojutla, Morelos, para supervisar los operativos federales en apoyo de los damnificados del sismo de anteayer.
De regreso a la capital, el Presidente fue al Hospital General Balbuena, de la Secretaría de Salud de la Ciudad de México para saludar y expresar su apoyo a pacientes y familiares a quienes manifestó su solidaridad y sus deseos de pronta recuperación.
Al salir fue informado que en su mayoría los afectados del terremoto podrían ser dados de alta en los próximos días. Peña Nieto agradeció al personal médico las atenciones que han brindado a los pacientes y a sus familiares.
En este recorrido el mandatario estuvo acompañado por Miguel Ángel Mancera, Jefe de Gobierno de la Ciudad de México y de los titulares de Gobernación, Miguel Ángel Osorio Chong; de la Defensa Nacional, General Salvador Cienfuegos; de Marina, Almirante Vidal Francisco Soberón y de Salud, José Narro Robles.
A su lado estuvieron además los directores generales del IMSS, Mikel Arriola y del ISSSTE, José Reyes Baeza así como del secretario de Salud de la Ciudad de México, Armando Ahued y del director del Hospital General, doctor Raúl Ramírez.
El listado no es ocioso ni promocional. Es para precisar la cantidad de instituciones involucradas en las operaciones de rescate y atención a afectados del terremoto. Mañana no se podrá decir que hubo ausencia de los gobiernos federal y capitalino.
El regreso a la realidad
Mientras tanto, la vida sigue. Y las cuentas del daño se acumulan. Es así que los fríos números del sector financiero advierten que el nuevo terremoto del 19 de septiembre comienza a dejar impactos económicos significativos para la economía del país.
De acuerdo a un reporte de Expansión, la calificadora Moody’s indicó que, “si bien aún es pronto para que autoridades mexicanas estimen los daños del potente sismo, las cuentas públicas pueden verse impactadas dependiendo de los daños y del alivio financiero disponible”.
Y es que la Ciudad de México junto con el Estado de México y Puebla representan, en conjunto, más del 25% del PIB total de México y son centros significativos para la actividad económica.
“La Ciudad de México domina el sector servicios del país, y hay actividad manufacturera en Estado de México y Puebla, la interrupción de la actividad a corto plazo podría ser sustancial.
“Este tipo de tragedias suele provocar una pérdida en la producción regional a corto plazo, seguida por un ligero crecimiento en la construcción, refirió GBM en un análisis”, indicaron.
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