Fox, futuro magnate
¬ Salvador Estrada martes 19, Sep 2017Folclor urbano
Salvador Estrada
El ex presidente Vicente Fox, desde su “rancho azul” -en Guanajuato- ve pasar la vida, aparentemente, sin hacer gesto alguno y quitado de la pena, porque si la suerte lo acompaña será un ranchero con cara de petrolero.
Y sin que se le pueda acusar de corrupción será un hombre rico y su familia también, gracias a que ya le entró al negocio de moda: la explotación petrolera.
El si podrá decir que el petróleo es de los mexicanos, porque ya le entró con su familia y sus cuates a formar una empresa que le dejará millones de dólares.
En efecto, el gran “Chente” formó la empresa EIM Capital, la cual con tres compañías petroleras de Estados Unidos formó una alianza para beneficiarse de la reforma energética, que llevó a cabo el presidente Enrique Peña Nieto, y a quien apoyó, y así le jugó las contras a Josefina Vázquez Mota en las elecciones presidenciales del 2012.
La empresa de Fox la forman su hija Paulina, Pedro Cerisola, Francisco de la Concha Hamdan y Miguel Francisco Abed. Cerisola fue secretario de Comunicaciones y Transportes en el gobierno de Vicente Fox. Francisco es sobrino del ex senador panista Fauzi Hamdan.
Raúl Olmos así lo da a conocer en su libro “Fox, a la sombra del poder”, donde da fechas y datos de cómo el ex presidente obtuvo información que le permitió entrarle al negocio petrolero.
EIM Capital se dedicará a la explotación y producción de petróleo y pretende invertir 500 millones de dólares y desarrollar también infraestructura de transporte y almacenamiento de hidrocarburos.
Si la suerte lo favorece, el ex presidente ganará una fortuna, como todos los empresarios que le han arriesgado a la explotación del petróleo en el mundo.
Fox se olvidará de sus conferencias en su “ranchito” y de estar criticando al sistema político y a sus políticos, se dedicará en cuerpo y alma a estar pendiente a los precios del petróleo que en un tiempo alcanzó los cien dólares el barril, pero que actualmente está a la mitad, pero de todas maneras sigue siendo un gran negocio.
Vicente Fox Quesada nunca imaginó llegar a ser el presidente de este país y mucho menos, que después de dejar el cargo, sería “un magnate petrolero”.
Y si el espíritu altruista lo invade, ya cargado de dinero, podría hacer mucho por los pobres y repartir su riqueza, cosa que no hizo cuando fue presidente y así no le remorderá la conciencia.