Políticos comodinos
Ramón Zurita Sahagún lunes 18, Sep 2017De frente y de perfil
Ramón Zurita Sahagún
Armando Ríos Piter es un senador ahora independiente, que busca la candidatura presidencial, pero no renuncia a sus ingresos como legislador.
La comodidad y el uso del presupuesto siempre han sido los baluartes de los políticos mexicanos, que disfrutan de sus posiciones hasta el último momento.
No son capaces de renunciar o pedir licencia, hasta no tener amarrados los cargos que pretende y, en ocasiones, ni así lo hacen, ya que muchas veces pretenden que se les crea que viven de sus salarios.
Ese es parte del alejamiento que tiene la sociedad con la clase política, ya que el ciudadano ve los desfiguros que hacen por un cargo y cuando lo tienen, ya van por el siguiente, sin soltar el que ostentan.
Y es que aunque lo nieguen, hacen uso del presupuesto para financiar, en parte, sus propósitos siguientes, aunque aclaran que lo hacen sin desatender sus obligaciones.
La actualidad desnuda los propósitos de esos políticos oportunistas y privilegiados que aprovechan los espacios, sin dejar sus cargos públicos.
Son varios los personajes que manifiestan sus aspiraciones presidenciales, pero todos ellos se protegen con su actual actividad, sin hacer caso de quienes claman por un piso parejo. Pero no hay distingo de siglas o ideologías cuando de beneficiarse se trata, ya que unos y otros hacen lo propio.
Ricardo Anaya Cortés, presidente de Acción Nacional, ha sido requerido por su propia militancia de que renuncie para dedicar su tiempo a su principal propósito, la candidatura presidencial de su partido y ahora de la alianza compuesta por el mismo PAN, el PRD y Movimiento Ciudadano. El potosino-queretano simplemente se resbala todos esos señalamientos.
Dos senadores del PAN, Ernesto Ruffo Appel y Juan Carlos Romero Hicks, se mantienen como legisladores y al mismo tiempo se promueven como aspirantes presidenciales, sin renunciar a sus salarios.
Armando Ríos Piter es un senador ahora independiente, ex del PRD, que busca la candidatura presidencial de manera independiente, pero que no renuncia a sus ingresos como legislador, aunque comparte su tiempo entre una y otra actividad.
Jaime Rodríguez Calderón, gobernador de Nuevo León, se promueve como aspirante presidencial independiente, luego de que bajo ese rubro logró ganar los comicios de su entidad en 2015. Por supuesto que se mantiene dentro de la administración estatal, cobrando salarios y haciendo uso de la infraestructura para promoverse.
Andrés Manuel López Obrador, presidente de Morena y seguro candidato presidencial de ese partido, quien hace proselitismo propio y para su partido.
Claudia Sheinbaum, jefa delegacional en Tlalpan, fue investida como coordinadora de Morena en la CDMX, lo que resulta equivalente a ser candidata nominal al gobierno capitalino, pero ello no se contrapone con su cargo, donde continúa ejerciendo y cobrando salario.
Ricardo Monreal Ávila, jefe delegacional en Cuauhtémoc, quien dedica parte de su tiempo a quejarse del proceso interno que lo privó de la designación que obtuvo Sheinbaum y a cavilar sobre si renuncia o no a Morena. También espera con comodidad si la alianza conformada por PAN-PRD y MC lo acepta como su candidato, ya que los otros ofrecimientos no le interesan, pero se sigue manteniendo al frente de la delegación. Rutilio Hernández Cruz, presidente del Tribunal Superior de Justicia de Chiapas, acaba de ser nombrado con un cargo similar al de Claudia Sheinbaum, coordinador de Morena en Chiapas y virtual candidato de ese partido al gobierno estatal.
Graco Luis Ramírez Garrido Abreu, gobernador de Morelos, anuncia una y otra vez su intención de ser candidato del PRD a la Presidencia de la República, pero siempre desde la comodidad del gobierno estatal.
Silvano Aureoles Conejo, mandatario de Michoacán, quien al igual que Graco busca la candidatura del sol azteca, pero protegido con el fuero y salario de su administración estatal.
De los priístas, que por cuestiones de disciplina se abstienen de manifestar públicamente sus propósitos, hay algunos que no respetan esa discreción que les imponen.
Enrique de la Madrid Cordero, secretario de Turismo, consciente de que sus alcances son cortos, se promueve a donde vaya y manifiesta su propósito de competir por la candidatura presidencial de su partido.
José Antonio Meade Kuribreña, secretario de Hacienda, se va soltando un poco sobre el tema, aunque se resiste a hacerlo público, para seguir asido al gabinete presidencial.
Los demás priístas se guardan de manifestar sus propósitos, aunque se conozcan sus intenciones.
Finalmente, Miguel Ángel Mancera Espinosa, el polémico jefe de gobierno de la CDMX, quien rindió su V Informe de Gobierno y desde algún tiempo anunció su decisión de convertirse en candidato presidencial, sin separarse del cargo para el que fue electo.
Estos son algunos de los políticos mexicanos demócratas aspiracionales que buscan un nuevo cargo, pero que siguen gozando del erario.
Frente Unido
Más que el propio informe de gobierno de Miguel Ángel Mancera, lo relevante del suceso fue la presencia como equipo del Frente Unido que componen los partidos Acción Nacional, Movimiento Ciudadano y de la Revolución Democrática en su debut estelar en un evento público.
Antes de eso se había presentando en el INE para consolidar su alianza y en la Cámara de Diputados, para dar a conocer su agenda legislativa, pero ahora lucieron en el Congreso de la CDMX para cuerpear a uno de sus principales integrantes, quien pretende convertirse en abanderado presidencial de esa alianza.
Ricardo Anaya, Alejandra Barrales y Dante Delgado se presentan como un grupo unido, amalgamado y consolidado que no permitirá que fractura alguna lo pueda fragmentar.
Por cierto, Héctor Serrano, la joya de Mancera Espinosa, se integra a ese grupo opositor y se espera que en los siguientes días otros funcionarios manceristas hagan lo propio.