Feminicidios ¿Hasta cuándo?
Jorge Luis Galicia Palacios lunes 18, Sep 2017Como veo, doy
Jorge Luis Galicia Palacios
- Sentimiento colectivo de que la Ley Contra Violencia de género es letra muerta
- Respeto a las mujeres de casa, primer paso para erradicar feminicidios
Hoy iniciaremos nuestro comentario con una cita que describe a la perfección el sentimiento que en estos momentos acompaña a la familia de Mara Castilla, la joven que desapareció la madrugada del 8 de septiembre, en el estado de Puebla y días después apareció muerta con signos de violencia y abuso sexual.
En ese sentimiento la familia de Mara no está sola, ayer miles de familias salieron a las calles para exigir el cese a la violencia de género y frenar la ola creciente de feminicidios en todo el país.
“Cuando un crimen nos agobia en lo personal, la lógica de nuestras más irracionales, pero no por eso menos vigentes impulsos, nos lleva a desear que al autor le tuerzan el pescuezo, lo volteen al revés, lo estiren y lo encojan, le quiten una pierna, le corten una mano, lo hagan pedacitos, lo echen a una fosa, lo ahoguen en un río, le peguen, lo vejen, lo desparezcan”.
El texto es de la reconocida escritora Ángeles Mastretta, de origen poblano, y este corresponde al prólogo del libro “El diente de león y otros relatos”, donde se abordan temas que tienen que ver con los derechos humanos, y en el que la autora precisa que “por eso es que la ley no está en manos de cada agraviado, sino en manos del poder público, del que hay que esperar prudencia, la imparcialidad, el espíritu de justicia y el conocimiento preciso de cada delito y de la pena que a éste le corresponde”.
Sin duda, hay mucha verdad en la reflexión que la también periodista nos comparte en torno al imperio de la ley, quien además es autora de poemas, relatos cortos y novelas que tratan de la sociedad mexicana de su tiempo y en especial de la femenina, pero cuando suceden hechos abominables como el asesinato de Mara Castilla, muchos nos preguntamos si no ha llegado el momento para endurecer aún más las penas contra el feminicidio, porque si de justicia se tratara es un hecho que cualquier agraviado optaría por la justicia por propia mano en lugar de seguir esperando una justicia que quizá nunca llegue, sea a medias, torcida o corrupta.
Es cierto en los sentimientos colectivos de enojo no hay cabida para el retroceso de una sociedad que se diga civilizada, pero el tema de Mara no es nuevo, y todos los días surgen testimonios donde el machismo, la misoginia y desigualdad de género son el pan de cada día, lo que de alguna manera nos dice que las acciones tendientes a la atención y prevención de la violencia que se ejercen contra las mujeres no han sido suficientes por parte del Estado mexicano, y que específicamente para actos como el feminicidio los largos plazos y medidas a cuentagotas no valen.
Hoy fue en Puebla, pero la realidad nos dice que actos de violencia son denunciados en todo el territorio nacional y con mucha frecuencia la respuesta de las autoridades estatales o municipales sigue siendo el silencio, y, lo más grave, muchas de las denunciantes hoy forman parte de las cifras del feminicidio.
“NoFueTuCulpa”, “NiUnaMás”, “JusticiaParaMara” y “TodasSomosMara”, fueron parte de las consignas que ayer se gritaron en varias plazas de la República como una manera más de manifestar la indignación ante la muerte de la joven estudiante, sin embargo cualquier grito será insuficiente si estos no se acompañan con acciones legales y programas que prevengan la violencia de género, porque no hay acción o ley alguna que devuelva la vida a un ser querido.
Así que, aunque gran parte de las acciones y alertas que prevengan la violencia contra las mujeres compete a los tres ámbitos de gobierno, porque son ellos los responsables de la aplicación de la justicia y la prevención de los delitos, es un hecho que la erradicación de la violencia de género nos corresponde a todos y para los hombres un primer paso es el respeto a las mujeres de casa.
VA MI RESTO.- Con diez años de haber entrado en vigor, es un hecho que la Ley General de Acceso de las Mujeres a una Vida Libre de Violencia requiere de una revisión legislativa integral para reformarla, actualizarla y procurar que lo ahí establecido se acompañe de herramientas jurídicas que garanticen la prevención y se atienda de manera expedita a las mujeres que viven situaciones difíciles en materia de violencia.
Después de obtener su aprobación en el Congreso de la Unión, en abril de 2006 (diputados) y diciembre del mismo año (senadores), fue el 1 de febrero cuando la Ley fue publicada en el Diario Oficial de la Federación, y recientemente el congreso de la unión aprobó una reforma a dicho documento, con la cual se incorpora prevenir, atender y sancionar la violencia política en razón de género, porque plantea que este tipo de agresión se manifiesta a través de presión, persecución, hostigamiento, acoso, coacción, vejación, discriminación, amenazas, privación de la libertad o de la vida.
También obliga al Instituto Nacional Electoral, los Organismos Públicos Locales, los partidos políticos y las Agrupaciones Políticas a establecer mecanismos para prevenir, atender, sancionar y, en su caso, erradicar este delito.
Hay avances, no hay duda, no obstante es una verdadera vergüenza seguir viendo como las estadísticas en materia de feminicidios no ceden y los infractores a lo más que se les castiga es con cárcel, y con esto no queremos que los vejen o los torturen, pero tampoco que paguen sus penas con las comodidades de cualquier hotel, no, al contrario, con ellos hay que ser más severos, y hasta ahí porque como veo, doy.