La nueva producción de Alejandro González Iñárritu es la mirada por una rendija que se llama realidad
Espectáculos jueves 14, Sep 2017- Instalación virtual de “Carne y arena” es un documental sobre los migrantes
Su instalación virtual, “Carne y arena”, que a partir del 18 de septiembre se presentará en el Centro Cultural Universitario Tlatelolco (CCUT), ha sido aceptada y tenido buenas críticas y adelantó que tras visitar México, estará en Atenas, Grecia; París, Francia, en marzo del 2018, y más adelante en Washington, Estados Unidos.
Consideró que la realidad virtual es un medio que puede transformar museos y galerías, “porque podrás entrar en la mente profesional de un artista. Puede tener un potencial enorme o destructivo también”, agregó el realizador, al tiempo que apeló por un contacto con la realidad.
“Evidentemente esto (la realidad virtual) nos tiene ajenos, ya nadie está en la tierra, todos estamos perdidos aquí y hemos perdido la batalla de la realidad”.
El ganador del Oscar como Mejor Director en el 2016 por el filme “El renacido”, llamó a apoyar a los “dreamers” tras la cancelación del Programa de Acción Diferida para los Llegados en la Infancia (DACA), anunciado por el gobierno de Estados Unidos.
Como una coincidencia afortunada, así calificó el cineasta mexicano, la presentación de esta pieza, el realizador dejó en claro que dicho proyecto nunca lo concibió como una propuesta política, ni subordinada a una propaganda, sino que nació hace cuatro años, “mucho antes de la realidad que vivimos ahora”.
“Para mí era un intento de explorar una condición humana, una obra artística que hablara de una realidad humana y una crisis humana a nivel mundial, no sólo geográfica y nacionalista”, dijo González Iñárritu, para quien el documental es también “una coincidencia afortunada que invita a los capitalinos a acercarnos a esa realidad tan lejana de esa frontera”.
Dijo que la idea de entrevistar a los migrantes que aparecen en su propuesta surgió como un trabajo periodístico que más tarde se convirtió en un documental y señaló que “ello, nuestra realidad, es todo lo que no es en sí, la realidad es multidimensional y el cine es ese pequeño orificio en el que los cineastas invitamos al visitante a observar”.
Se refirió a la realidad virtual como un nuevo medio, con capacidades infinitas, distinto al cine, al tiempo que subrayó que dicha tecnología, “tiene un potencial increíble en la educación, en la ciencia y en la posibilidad de visitar de una forma distinta la compasión”.
“Lo que logra utilizar esa tecnología es el ponerte en los zapatos de alguien, sentir con y por, porque de esta manera, luego de haber visto tanto de la realidad migrante, no hay mejor forma que la de vivir un fragmento sensorial e intelectualmente.
“Esa es la mejor forma de entendimiento, el entender es la otra palabra de amar y la imposibilidad de los seres humanos de amarnos los unos a los otros, proviene de la incapacidad del entendimiento. No nos entendemos, estamos tuiteando todo el día, y me parece que esa capacidad de entendimiento puede transformar decisiones importantes en la realidad”.
Definido también como un migrante, González Iñárritu pugnó porque esta pieza cinematográfica aterrice en una plataforma artística y humanista, hable del tema sin buenos, ni malos, sin racismos, “sino hablar de realidad compleja de diferentes nacionalidades”.