Solidaridad
¬ Augusto Corro lunes 11, Sep 2017Punto por punto
Augusto Corro
México volvió a vivir la pesadilla de un terremoto. Noventa personas perdieron la vida, decenas resultaron lesionadas. Hay miles de damnificados y los daños materiales cuantiosos.
El jueves alrededor de la media noche, un sismo de 8.2 grados, con epicentro en el sureste de Tonalá, Chiapas, sacudió por lo menos a 12 estados. Oaxaca resultó la entidad más dañada.
Tras varios días de la tragedia, se complicó aún más la vida de los oaxaqueños, porque el terremoto destruyó sus casas.
México ya sufrió en otras ocasiones terremotos, inundaciones, etc., y el espíritu solidario, la ayuda al necesitado, siempre estuvieron presentes.
En el presente, los mexicanos estamos obligados a repetir esas acciones humanitarias. ¿Cómo?
Pues con la colaboración material y la ayuda en todos sentidos, de acuerdo con nuestras posibilidades económicas, para hacer menos difícil la vida de quienes fueron afectados por el movimiento telúrico.
Cerca de usted, seguramente hay algún sitio de acopio de alimentos, agua, etc., donde le recibirán su apoyo.
Pasará mucho tiempo para que las ciudades, pueblos y rancherías dañadas por el sismo sean reconstruidas y vuelvan a la normalidad.
El terremoto sembró muerte y destrucción. Con nuestra actitud solidaria se puede amortiguar, aunque sea una parte mínima, los efectos devastadores que nos inflige la naturaleza.
Usted, amable lector, tiene en sus manos la decisión. Urge su ayuda.
LAS TORMENTAS TROPICALES
La posición geografía tiene a México en la mira de huracanes.
La semana pasada en la costa del Golfo de México hizo de las suyas “Katia”, uno de los ciclones, que sí provocó daños que obligaron a las autoridades a aplicar medidas de emergencia. En nuestro vecino país, el huracán “Harvey” sí llevó destrucción y muerte a Estados Unidos. A la hora de escribir estas líneas, la tormenta tropical “Irma” empezaba a llegar a la península de Florida.
Antes, “Irma” a su paso por el Caribe provocó la destrucción, casi total, de islas como San Martín, Antigua y Barbuda e islas de las Antillas Menores.
Así, a lo largo de medio año los fenómenos meteorológicos, como los huracanes, no son lo mismo que en tiempos anteriores. Ahora llegan con lluvias más intensas que generan inundaciones.
El problema de las exageradas cantidades de agua o de sequías se origina por el llamado cambio climático o calentamiento global.
(Según la enciclopedia, el término calentamiento global se refiere al aumento gradual de las temperaturas de la atmósfera y océanos que se ha detectado en la actualidad. La mayor parte de la comunidad científica asegura el incremento de la temperatura global se debe al índice elevado de concentraciones de gases de efecto invernadero, por las actividades humanas que incluyen deforestación y quema de combustibles fósiles como el petróleo y el carbón.)
Las autoridades de Estados Unidos (EU) y China, señalados como dos de los principales emisores de gases de efecto, tendrán que tomar en serio que las respuestas de la naturaleza cada vez más devastadoras.
DE LA EXPERIENCIA
Una gran parte de nuestro territorio está localizada en zona sísmica. Así que tenemos la necesidad de estar prevenidos para enfrentar cualquier contingencia.
El último terremoto de 8.2 grados nos recordó que no tenemos que bajar la guardia, sino fortalecerla.
Los simulacros en la Ciudad de México rindieron sus frutos. De la experiencia del sismo de 1985 poco a poco desarrollamos una cultura contra los movimientos telúricos.
Contamos con un aviso a través de magnavoces que nos alerta. Sabemos de cómo actuar para no arriesgar la vida, etc. Sin embargo, no serán suficientes las prevenciones para contrarrestar los efectos dañinos de un terremoto.
El temblor del jueves en la noche sí provocó daños materiales en algunos edificios, pero no se registraron pérdidas de vidas humanas. El susto nadie nos lo quita.
Pues vamos a continuar con nuestros simulacros y a concientizarnos más de lo que es un terremoto y sus repercusiones.
Tendremos que continuar con nuestro entrenamiento para salir lo mejor librados posibles de los sismos. No nos queda de otra.
En tanto, a cuidarnos de las lluvias e inundaciones que, de acuerdo con el Servicio Meteorológico serán fuertes en sur y poniente de la Ciudad de México, por la noche.