Anaya, frustrado aprendiz de Maduro
Roberto Vizcaíno miércoles 6, Sep 2017Tras la puerta del poder
Roberto Vizcaíno
Quienes lo conocen afirman que a Ricardo Anaya le ganó la emoción. Que en verdad las decisiones que ha tomado en las semanas recientes han sido más producto de la inercia y el sentimiento, que de la razón.
El caso es que hoy Anaya y su bancada en San Lázaro mantienen secuestrada a la Cámara de Diputados, y al filo de la crisis constitucional.
El presidente del PAN, al más puro estilo del dictadorzuelo venezolano Nicolás Maduro, ordenó a la bancada del PAN en San Lázaro impedir que se instale la Mesa Directiva de la Cámara de Diputados.
¿Y por qué ordenó tal cosa?
Sin el menor rubor Anaya y los suyos afirman que así se mantendrá la Cámara de Diputados hasta que el Senado deseche la reforma constitucional que prevé que el Procurador General de la República —en este caso Raúl Cervantes-, ocupe la Fiscalía General de la Nación en forma automática.
Es simple y llanamente un chantaje. Evidentemente inaceptable. Resulta impensable que el Senado vaya a ceder a las exigencias de Anaya. Sentaría un precedente histórico de consecuencias inadmisibles.
Un precedente que además sería una acción legislativa absolutamente ilegal, que provocaría y anularía de facto lo que exige Anaya.
Simplemente tan ilógico e irracional como que, para anular una reforma constitucional, se tendría que aprobar por el Senado y pasar luego esa minuta a la aprobación además de la mitad más uno de los 32 congresos estatales.
Eso es lo que están exigiendo con su chantaje Anaya y sus seguidores, a quienes se han unido las bancadas de diputados del PRD, MC y Morena.
¡Y quiere ser Presidente!
En esta acción de Anaya no sólo hay absurdos e incongruencias gravísimas, sino una obvia consecuencia ya irreversible. Y es que, con su secuestro de San Lázaro, ha dejado en claro de lo que es capaz de hacer.
Si hoy como presidente del PAN ha ordenado a sus bancadas legislativas crear el caos constitucional y la parálisis legislativa del Congreso, ¿qué tanto estaría dispuesto a hacer como Presidente de la República?
Hoy por todo ello hay comentarios en sectores de poder, especialmente en el financiero y empresarial, el de representaciones de gobiernos extranjeros y embajadas, respecto de que nadie pensaba que un panista como Ricardo Anaya se pudiera acercar tanto a la línea del venezolano Nicolás Maduro. Ha roto la confianza que podrían haber tenido en él.
Él aprobó esa reforma
El efecto de sus acciones maduristas dentro del panismo tradicional también ha comenzado a provocar reacciones.
Ya los cuadros más sobresalientes de ese panismo añejo, el de las “familias” históricas, han expresado su rechazo a la confrontación provocada por Anaya tanto en su “declaración de guerra” al PRI y al gobierno de Enrique Peña Nieto, como la guerra contra otros panistas.
Estos sectores no aprueban siquiera hablar de expulsiones y sanciones contra los senadores Ernesto Cordero, Javier Lozano, Roberto Gil Zuarth, Salvador Vega Casillas y Jorge Luis Lavalle, quienes han formado ya una bancada al margen de la que encabeza Fernando Herrera.
Los 5 saben que hay en el grupo de Herrera, quienes son más afines a ellos que a Anaya y al aguascalentense.
Por ejemplo: Luisa María Calderón Hinojosa, Gabriela Cuevas, Mariana Gómez del Campo, Raúl Gracia Guzmán, Héctor Larios, Sonia Mendoza, María del Pilar Ortega, Octavio Pedroza Gaytán y Juan Carlos Romero Hicks todos ellos parte de un grupo que junto con los que ahora siguen a Cordero, a inicios de esta legislatura combatieron a Gustavo Madero.
Todos ellos son quienes ahora advierten que Ricardo Anaya fue quien, como presidente de la Cámara de Diputados firmó la reforma de pase automático que ahora quiere anular.
Anaya y más de 100 diputados del PAN avalaron esa reforma que hoy indica que el Procurador General de la República, Raúl Cervantes, debe ser automáticamente el Fiscal General de la Nación.
¿Entonces por qué ahora Anaya secuestra a la Cámara de Diputados en contra de lo que antes él mismo aprobó?
Sus verdades
Eso ha llevado a algunos diputados a que, como Rocío Nahale, coordinadora de la cada día creciente bancada de Morena en San Lázaro, afirme:
“… es un golpe, esto es un golpe. ¿Cuál es la diferencia entre Venezuela y aquí, con lo que están haciendo?
“A mí no me interesa lo que diga Marko Cortés (el coordinador de la fracción panista). A mí no me coordina el PAN, ni el PAN, ni el PRI, ni nadie. Él puede decir misa, yo soy incapaz de decir cómo van a salir.”
Nahale dice que al final este conflicto terminará en una negociación entre PAN y PRI.
“Siempre lo hacen”, afirma.
“Es una ley que él aprobó aquí; es una ley que él (Ricardo Anaya) impulsó, y que él autorizó. Y que el Presidente de la Mesa, y que ahora ya con su problema con Ernesto Cordero tienden a amagar… Nosotros (los legisladores de Morena) no vamos a entrar en eso”, aclara.
Sigue el conflicto
Y mientras en la Cámara de Diputados fracasó otra votación para sacar adelante la designación de la mesa directiva y poder iniciar los trabajos formales en ese recinto, en la de Senadores continuó el enfrentamiento en la bancada blanquiazul.
Ahí salió de nuevo el colimense Jorge Luis Preciado a señalar que al interior de su grupo es donde se decidirá qué procederá qué hacer respecto de los 5 senadores que votaron contra la línea dada por Ricardo Anaya y que fue asumida por la mayoría en contra de integrar la mesa directiva.
Ernesto Cordero, Javier Lozano, Roberto Gil Zuarth, Salvador Vega Casillas y Jorge Luis Lavalle “desobedecieron” la decisión tomada por la mayoría del Grupo Parlamentario de Acción Nacional y deberán asumir sus consecuencias.
Preciado, quien fue coordinador del grupo panista luego de que Ernesto Cordero fue cesado por el entonces presidente del PAN Gustavo Madero, estaba destinado a ser vicepresidente de la actual mesa directiva del Senado.
Pero la jugada de Cordero para ocupar la Presidencia, lo dejó fuera. Hoy Preciado no encuentra cómo apaciguar sus ánimos.
“Entiendo que las dirigencias estatales ya están pidiendo las sanciones que conforme a los reglamentos internos del PAN procedan y, bueno, ahorita yo creo que el Grupo Parlamentario tiene que debatir este tema para ver qué es lo que prosigue”, adelantó.
De si van a expulsar a los 5, Preciado indicó que eso será una decisión de los órganos de control y revisión del PAN, pues “depende la gravedad de la sanción, se puede ir desde una habilitación de derecho hasta el extremo de la expulsión pero, bueno, eso ya lo tendrá que calificar el partido”.
Hay dos tipos de sanción, explicó:
“La que hace el partido cuando se le daña gravemente la imagen ―recuerden el caso Manuel Espino que se dedicaba a atacar al partido un día sí y otro también y que finalmente la Comisión de Orden del Consejo Nacional lo expulsa del PAN y los tribunales nos dan la razón― y hay un segundo caso que es el desacato al estatuto que todos los 38 senadores estamos sujetos a él, puesto que se registró en el año 2013 por parte de Ernesto Cordero y Roberto Gil ante la Mesa Directiva del Senado.
“El tema es delicado, mientras 33 senadores decidimos apoyar una propuesta para Mesa Directiva, cinco compañeros decidieron negociar con otras fuerzas políticas, donde el PRI tiene una gran mayoría para que los cargos recayeran en ellos. Eso, desde el punto de vista del partido, es claro que no hubo un acatamiento a lo que decidió la mayoría del Grupo Parlamentario, eso fue evidente en el pleno”, subrayó.
El caso es que el conflicto sigue y escala entre los senadores panistas y de algunos de estos con el presidente del PAN, Ricardo Anaya.
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